El tercer encierro de los Sanfermines 2023 ha sido peligroso al disgregarse la manada y propiciar que varios toros llegaran sueltos a los tramos finales, donde la aglomeración de corredores ha dado lugar a momentos de tensión y ha provocado al menos un herido por asta.
El parte médico provisional recoge tres trasladados al hospital y dos mozos atendidos en la plaza de toros, tras una carrera que ha estado liderada por uno de los astados, de pelo colorado, cuya velocidad imprimida desde el inicio ha estirado la manada, lo que ha enlentecido finalmente el encierro hasta sumar 2 minutos y 53 segundos, el de mayor duración de las fiestas.
Puntual, en coincidencia con las campanadas de la torre de San Cernin, la manada ha salido de los corrales de Santo Domingo agrupada y encabezada por los cabestros, aunque ya desde los primeros metros el toro colorado ha tomado veloz la cabeza, que ha mantenido hasta los metros finales de Estafeta.
Detrás, sus cinco hermanos seguían su estela, cada vez más disgregados, hasta llegar a la curva de Mercaderes, donde uno de los bravos del grupo ha resbalado y ocasionado así el aumento de la distancia entre ellos.
Con muchísima gente en la Estafeta, como es habitual en los domingos de los Sanfermines, la disposición estirada de la manada ha permitido que muchos mozos pudieran meterse entre las astas, aunque también que se repitieran peligrosas caídas.
En los últimos metros de la Estafeta el toro colorado que había encabezado en solitario hasta entonces el encierro ha sido alcanzado por uno de los negros, y juntos han entrado a la plaza.
Más disgregados, el resto de los toros le seguían para protagonizar lo momentos más tensos del día, cuando en Telefónica, uno de los astados ha hecho por un grupo de mozos, algunos de los cuales, en uno de los gestos habituales de solidaridad de los encierros, han logrado salvar de las astas del toro a un corredor.
El incidente que ha entretenido a este astado ha permitido que le alcanzara el último de sus hermanos, y ambos han entrado lentamente hasta la plaza de toros, a donde poco a poco habían accedido los restantes.
Cuando ya parecía que la última pareja entraba junta a chiqueros, uno de ellos se ha girado y mirado al grupo de corredores que tenía detrás, aunque no ha hecho por ellos y uno de los dobladores ha conseguido llevarle hasta los corrales del coso sin mayores incidencias.
En este último tramo antes de llegar a la plaza, el del callejón, el dispositivo sanitario habitual contaba en esta jornada con dos médicos conocidas, la alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, y la consejera de Salud, Santos Induráin, quienes además han sido saludadas antes del encierro por el ministro de Deporte y Cultura, Miquel Iceta, en Pamplona desde ayer.
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