La mitad de los enfermeros españoles sufre el síndrome del profesional "quemado" y ocho de cada diez tienen estrés, mientras que casi la totalidad considera que el ambiente laboral se ha "deteriorado" y un 70% asegura que la atención que se presta a los ciudadanos "ha empeorado" en los últimos años.
Estas son algunas de las conclusiones del estudio "Percepción del estrés en los profesionales de enfermería de España. Comparativa 2012-2017", elaborado por el Sindicato de Enfermería Satse mediante 1.900 encuestas, y presentado hoy en rueda de prensa.
A través de un mismo cuestionario, el informe compara los resultados obtenidos en 2012, en plena crisis económica, y en 2017, "cuando nos están vendiendo que ha ya terminado", y concluye que la situación "no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado mucho", ha subrayado María José García, responsable del estudio y secretaria general técnica de Satse.
La encuesta revela que ocho de cada diez considera que no hay personal suficiente y un 89 % entiende que han empeorado sus condiciones laborales y más de un 51 % no se siente realizado en su trabajo.
Además, un 83 % de los consultados afirma que no dispone del tiempo necesario para atender a los pacientes como desearía y, de ellos, un 50 % "se queda a hacer cosas fuera de su turno de trabajo", lo que "no hace sino enmascarar las deficiencias del sistema sanitario", ha señalado García.
"¿Para que vamos a aumentar los recursos si el trabajo está saliendo?", es la reflexión que, según la representante sindical, se hacen las administraciones públicas a costa de aprovecharse de los enfermeros.
El estrés aumenta
El estrés no solo no ha disminuido en estos cinco años sino que ha aumentado: en estos momentos un 10 % de los profesionales están de baja laboral por estrés, una cifra que "aunque pueda parecer baja, es alarmante".
"Estamos con profesionales quemados, no realizados profesionalmente, insatisfechos, con pocos recursos, malas condiciones de trabajo y escasez de plantillas, unos datos suficientemente alarmantes como para que se establezcan medidas", ha recalcado García.
Asimismo, un 72 % dice sentir agotamiento emocional, un 96 % tiene tensión muscular, un 90 % nerviosismo, temor o angustia, un 85 % trastornos del sueño, un 87 % tiene dificultades de concentración y al menos siete de cada diez presenta dificultades en la toma de decisiones.
Estos síntomas en unos profesionales que tienen en sus manos la salud y la seguridad de los pacientes, "debe ser una señal de alarma que se tome ya en consideración por parte de los responsables sanitarios", ha subrayado.
La responsable de Satse ha advertido de que "va a llegar un momento en que los enfermeros van a ser parte de esa población que necesita los cuidados, porque estamos ante una profesión que está a punto de hacer 'boom'".
Peores condiciones que en 2012
Comparando con 2012, los resultados constatan que los enfermeros creen que sus condiciones laborales son peores, faltan más enfermeros que hace cinco años, el ambiente de trabajo está más deteriorado y ha empeorado la atención a los enfermos.
"El sistema sigue tratando peor a sus pacientes porque no tiene los recursos necesarios para atenderlos", ha señalado García, quien ha reclamado que los enfermeros estén dotados con los recursos necesarios para prestar la mejor atención sanitaria.
Ante esta realidad, el sindicato exigirá al Ministerio de Sanidad y a las consejerías de Salud de las comunidades (a los que remitirá el estudio), un aumento de las plantillas, estabilidad laboral a través de ofertas públicas de empleo, la jornada de 35 horas semanales y la implantación de un itinerario laboral, entre otras reivindicaciones.
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