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El coronel de la UCO: "A las 8:00 del 1-O logramos que dejara de funcionar la informática de la Generalitat"

Manuel Sánchez Corbí dirige una de las unidades de la Guardia Civil que goza de mayor prestigio, la Unidad Central Operativa, y junto a la cabo Manuela Simón ha escrito el libro 'Historia de un desafío' que narra los 50 años de lucha contra ETA, una banda terrorista que provocó la muerte de 860 personas: "Otegi es el símbolo de que les hemos derrotado".

El coronel de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí (Valladolid, 1963) dirige una de las unidades con más prestigio de este cuerpo: la Unidad Central Operativa (UCO) que en los últimos años se ha encargado de investigar importantes casos de corrupción como el del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, la Púnica, Lezo, y un sinfín de procedimientos, muchos de ellos vinculados a exdirigentes del PP. Sin embargo Corbí, como se le conoce entre los compañeros y fuera de la propia Guardia Civil, tiene en su bagaje profesional nada menos que 25 años de lucha contra la banda terrorista ETA, que en estos momentos está en plena agonía. Por eso, junto a la cabo Manuela Simón, que formó parte de la primera promoción de mujeres que se incorporó al instituto armado, ha redactado un libro sobre los 50 años de lucha contra ETA, titulado Historia de un desafío, que se compone de dos tomos, y que ha servido de base para que el escritor Lorenzo Silva, el periodista Gonzalo Araluce y el propio Sánchez Corbí hayan publicado un segundo libro, Sangre, sudor y paz, que condensa el primero, y que en sólo una semana ha vendido más de 11.000 ejemplares.

Vozpópuli entrevista a Sánchez Corbí en su despacho, que ha cedido los derechos de los libros a la Fundación de la Guardia Civil, cuya mesa está ocupada literalmente de sumarios y otros documentos de la UCO, que en las últimas semanas se ha centrado en luchar, por orden judicial, contra el desafío secesionista catalán. Este coronel se muestra orgulloso porque la Guardia Civil y el resto de instituciones que componen el Estado de Derecho hayan derrotado al terrorismo etarra, que provocó 860 muertos, de los que 215 eran guardias civiles, y 17 personas más que eran familiares de estos. Por ello, cada vez que vez que ve a Arnaldo Otegi, este coronel le considera el “símbolo de la victoria” del Estado de Derecho: “Es el símbolo de que les hemos derrotado. Porque Otegi, que en su día fue condenado por terrorismo, no aceptaba las reglas del juego. Ahora, si quiere hacer algo, tiene que ser a través de las reglas que le hemos obligado a cumplir”.

Imagino que habrá leído la novela Patria, ¿qué le ha parecido?

Es imposible, o muy difícil, describir mejor lo que se vivía en aquella época en esos lugares. Imposible escribirlo mejor.

Usted creció en el Cuartel de la Guardia Civil de Irún, ¿qué recuerdos tiene de esa etapa?

Yo llegué al País Vasco en el año 1963 con meses de vida, y de ahí me fui para la Academia Militar, con lo cual yo he vivido la época fuerte del terrorismo dentro de un cuartel. ¿Cómo vivías? En un Cuartel vivías y convivías las 24 horas del día con la gente del Cuartel. Y los atentados, en cualquier lugar del País Vasco, tenían una resonancia tremenda, y causaban gran desánimo. Cada atentado era una puñalada que te daban, porque sabías que le había tocado a otro y que te podía tocar a ti, hoy o mañana.

La vida era casi como un gueto, y allí subsistes como puedes. Pero en Irún el Cuartel estaba dentro de la población, y hay mucha gente de fuera del País Vasco. En Irún la vida era agradable y no tenía nada que ver con otros muchos lugares, ya que es una ciudad fronteriza, y no es una ciudad dónde se viva tanto la presión como en otras localidades del País Vasco, como Oñate, Marquina, Llodio. Es mucho más abierta por la frontera con Francia.

Manuel Sánchez Corbí.

Yo estuve luego viviendo en el Cuartel de Deba, y aquello era una torre en las afueras del pueblo, y allí el contacto con la gente era absolutamente cero. Ahí era más difícil mantener contacto con la población, aunque ya entonces era más mayor.

¿Por qué no tenían contacto con la población?¿No se relacionaban con ustedes porque tenían miedo?

Un 50 por ciento tenía miedo y callaba, y te ignoraba por miedo. Y otro 50 por ciento te ignoraba porque eras el enemigo.

Imagino que entonces habrá oído muchas veces la palabra txakurra (perro en euskera, de forma despectiva).

Si, si, nosotros convivíamos a diario y en todos los lugares con la palabra txakurra. Todavía hoy sigue vigente esa palabra…

¿Sí?, ¿todavía hoy?

Si, lo que pasa es que ahora ya no tiene la violencia ni el poder intimidatorio que tenía antes, pero la palabra esa pervive…

¿Cree que con el fin de ETA se está banalizando la lucha contra la banda terrorista?

Yo creo que se está ignorando, banalizando no, pero ignorar sí porque hay una parte importante de la sociedad, sobre todo de la vasca, que quiere olvidar y pasar página. Se quiere olvidar, incluso partidos políticos del ámbito vasco quieren pasar página, porque consideran que esto acabó y todos fueron malos, y hay que reconciliarse. Eso sí está ocurriendo.

¿Quizá por eso ha hecho el libro Historia de un desafío, de dos tomos, con Manuela Simón, sobre la lucha de la Guardia Civil contra ETA? No quiere que se olvide.

El libro lo hacemos cuando ETA se acaba y vemos que la intención de muchos es pasar página. Y nosotros creímos que esa historia había que contarla y bien, y por los protagonistas, porque los malos, y digo malos porque aquí ha habido buenos y malos, los malos siempre han escrito mucho. Y durante la época de ETA los buenos no escribían por miedo y porque no había libertad. Y ahora que ya hay libertad para escribir, hay mucha gente que está escribiendo. Y nosotros tenemos que contar la historia real de 50 años de ETA y de la Guardia Civil, y cómo, desde el principio, ETA domina la situación y nosotros estamos en la indigencia profesional y en el abandono, pero con los años eso se va invirtiendo, y al final ganamos porque sabemos tanto de ellos que hacemos lo que queremos.

¿Es una forma también de evitar que ellos, los malos, se adueñen del relato de los hechos?

El relato de la lucha contra ETA y el relato del final de ETA, si alguien lo tenía que escribir, era la Guardia Civil. Cualquier otro que lo hubiera escrito tendría alguna intencionalidad, porque el relato real, aunque ha habido muchos protagonistas, es evidente que unos han tenido más protagonismo, y hemos sido nosotros los guardias civiles. ¿Por que? Pues porque somos a los que más han matado. Si eres el que más te han matado, pues eres el que más ha espabilado, y eso es lo que nos ha pasado.

Imagen de los libros.

Para mi hay dos palabras que lo definen: la primera supervivencia. Al principio nuestra historia se resumía en sobrevivir y que no me maten; pero eso nos hizo superarnos. La segunda palabra es superación. Nos costó años, pero al final ganamos. Hay que pensar que de los 860 asesinados por ETA, una cuarta parte (215) eran guardias civiles. Y de esa cuarta parte, más de la mitad eran chavales de menos de 30 años. A lo que hay que sumar 17 familiares, la mayoría niños. Por eso, si ETA era un problema para todo el mundo, para nosotros era un problema de supervivencia.

Pero final la situación parecía la contraria, como usted ha dicho hacían lo que querían con ETA, imagino que los tenían controlados con medios informáticos o tenían más información…

Al final sí. Ese es el trabajo de información. Al principio no teníamos casi información: ni quién eran ni qué hacían ni qué querían. Pero al final tenías tanta información que hacías lo que querías con ellos. ¿Informática? Algo, más bien poco. Mucho trabajo operativo y muchas fuentes de información.

¿Y qué es información?¿Grabar a los terroristas, como por ejemplo se ha podido ver, y perdone que haga este comentario, en la serie The Wire?

Información es acabar con los terroristas, con los delincuentes, de cualquier manera legal que tu puedas. Entonces, lo primero es conocerlos, buscarlos, encontrarlos y detenerlos. Para conocerlos había que documentarse mucho. Buscarlos, pues había que investigar por mil maneras distintas. Obtener información de ellos, infiltrando gente, seguimientos…un montón de cosas para llegar a localizarlos y detenerlos. Pero con una particularidad, ya que tú puedes detener a un comando, eso está muy bien, pero eso no acaba con el problema. Y de hecho, la gran diferencia nuestra con otros cuerpos de policía es que llegó un momento en que nosotros decidimos ir un poco más allá en las investigaciones para llegar a Francia, porque había que acabar con ETA. Nuestro objetivo no era detener comandos, era acabar con ETA.

Manuel Sánchez Corbí.

Por eso, de cualquier investigación tratábamos de ir más allá, a la raíz del problema. Ese trabajo requiere más tiempo y más esfuerzo, pero si llegas acabas con ETA. Y fue lo que hicimos. Por eso nosotros siempre deteníamos cúpulas. En la parte final del libro hay unos cuadros en los que se ve quién detuvo a las cúpulas. Fuimos nosotros, la Guardia Civil: el aparato militar, el aparato logístico y el aparato político. Si llegas a la cabeza, es cuando acabas con ETA, y fue lo que hicimos.

¿Por eso quizá usted eligió trabajar en el servicio de Información de la Guardia Civil?

Habiendo vivido toda la vida cerca de la actuación de ETA, uno lo que al final quiere es luchar contra ETA. Me podía haber gustado ser piloto de helicópteros, pero yo he vivido y sufrido el problema de ETA. Esa unidad en el año 87 era la más peligrosa, pero también era dónde más hacías falta. Y en la Academia te inculcan, y uno está de acuerdo, en que tienes que ir allí dónde más falta hagas: a lucha contra el terrorismo.

Ustedes han hecho un libro de dos tomos, y en ellos están los nombres y fotos de todos los guardias civiles asesinados: ¿Cree que durante muchos años las muertes de los guardias dolían menos?

Si. Hay alguna foto de un entierro de la primera época que es vergonzosa. No valíamos nada y no contábamos nada. Es verdad que en ese momento la democracia era muy joven y no tenía recursos. No había asistencia a las víctimas y éramos números que no contábamos nada, pero para nadie… Llegó un momento que incluso ETA se dio cuenta de que eso no le reportaba nada, que matar guardias no le sumaba nada y cambió. Y en el 95 dejó de matar guardias para pasar a matar concejales del PP y del PSOE, en una estrategia que llamó la socialización del terror. Y a partir de ahí los políticos y la sociedad en general percibió de otra manera los atentados de ETA. Mientras éramos guardias, policías y militares, y sólo eso, nada se movió, ni las conciencias estuvieron especialmente indignadas con ETA…

Pero eso es injusto…

Ya, tremendamente injusto. De hecho nosotros hasta los años 80 estábamos en un abandono absoluto. Te mataban de cuatro en cuatro y en nuestro libro se cuentan muchos testimonios. Te metían en un furgón y te llevaban a escondidas y te llevaban a enterrar a España y la vida continuaba con total normalidad.

No quiero ponerle en un compromiso…pero imagino que habrá perdido a manos de ETA a alguna persona cercana o que le haya afectado más… 

Compañeros sí, aunque ninguno especialmente próximo. Quizás los que más me afectaron fueron los dos guardias asesinados en Capbreton (Francia), porque era una operación que yo dirigía. Los guardias no eran exactamente de mi unidad, porque eran de la unidad de apoyo, pero era una investigación que yo dirigía, con lo cual te toca directamente, ya que estuvieran allí dependía de mi.

Y después de una situación así ¿qué se hace?, primero llorar a los muertos, ¿pero después habrá que…?

Como los ciclistas, en los momentos duros hay que apretar los dientes y seguir pedaleando y ya llegarán tiempos mejores. Si eso hubiera sido muy repetitivo, te puedes plantear otras cosas, como tirar la toalla. Pero, por suerte, bajas propias directas en mi caso en 25 años sólo hemos tenido esas dos. Y hemos estado muchas veces muy cerca de los terroristas.

Usted ha dicho que ya vendrán tiempos mejores… en los que ya podríamos estar. ¿Considera que todavía le falta algo a ETA para que definitivamente llegue la paz?

No, ETA está absolutamente terminada. ETA ahora sólo son siglas. No hay gente, no hay armas, no hay voluntad y no hay apoyo. ETA es sólo siglas, que todavía alguno saca a pasear, pero ETA ya no preocupa a nadie. Sus comunicados ya ni se leen y pasan absolutamente desapercibidos. Ha quedado un reducto ahí como el GRAPO, que no se ha disuelto. ¿Quién se acuerda del GRAPO?

¿Cree que el miedo al separatismo se ha alejado, o eso parece, del País Vasco?

Si. Además, en el País Vasco la gente tenía mucha urgencia por olvidar, con lo cual al desaparecer ETA, la normalidad se ha intensificado, y hoy en día en el País Vasco se puede pasear con el uniforme, por cualquier lugar, y no te pasa nada.

Sin embargo en Alsasua (Navarra) sí ha habido acoso a guardias…

Sí que ha habido un problema. Eso no pasa en toda Navarra. Sólo ha pasado en Alsasua, y de higos a brevas un escrache en el cuartel de Oñate, con el Alde Hemendik (Que se vayan), pero son absolutamente testimoniales y no van más allá. Alsasua siempre dará guerra, pero nada más. Ahora mismo el País Vasco es un bálsamo y no hay kale borroka. Alguna vez, cada tres meses, queman un cajero, pero no mucho más.

La percepción que se tiene en España hoy de la Guardia Civil es diametralmente opuesta a la que usted vivió cuando era pequeño en el Cuartel de la Guardia Civil de Irún. Y eso lo hemos podido ver en Cataluña. ¿Tiene usted la misma opinión?

Si, yo creo que hemos arrastrado muchos prejuicios de antes, porque si la Guardia Civil ha hecho históricamente algo es estar siempre con el poder establecido, sea el que sea. Cuando llegó la democracia, la Guardia Civil se adaptó, el problema es que arrastrábamos prejuicios de la vinculación de la Guardia Civil con Franco. El del 23-F supuso un lastre, porque la gente te perpetuaba en el pasado, pero desde hace muchos años la Guardia Civil está con la modernidad y ha habido en España veinte cambios de Gobierno y la Guardia Civil ha seguido la misma línea. Aquí no ha habido vaivenes políticos. Cuando hay un cambio de Gobierno la cúpula de la Guardia Civil no se altera.

Usted es uno de los tres guardias civiles que ha recibido la Legión de Honor francesa, la más alta condecoración otorgada por el Estado francés, ¿Por qué fue tan importante la ayuda de Francia para acabar con ETA?

Al principio Francia era un santuario de ETA, aunque es verdad que cuando nace en España estaba Franco, con lo cual Francia, que era el país de las libertades tras mayo del 68, tenía recelos con España, país en el que hay una dictadura. Y Francia sirve de cobijo a los etarras, que eran luchadores antifranquistas. Y eso se mantuvo hasta los años 84, 85 y 86. Pero a partir de ahí Francia cambia y comienza a colaborar, al principio de manera más o menos tímida, y al final, desde el 90 en el que yo comencé a colaborar con Francia hasta hoy mismo que seguimos trabajando juntos, Francia nos ofrece todo tipo de facilidades. Yo creo que la medalla de la Legión de Honor que me dieron, más que algo personal, que me la dieron porque he estado 25 años en la lucha contra ETA, es un reconocimiento a la colaboración de Francia con la Guardia Civil. Y se puede decir alto y claro: si Francia no nos hubiera ayudado como nos ayudó, hoy no estaríamos hablando de ETA como estamos hablando.

Imagino que está muy orgulloso de que la jueza Laurence Levert, la que fuera máxima responsable francesa de la lucha antiterrorista, diga de usted que fue quien le enseñó lo que era verdaderamente la banda terrorista ETA.

Sí, la juez Levert es una gran amiga. Al principio era una mujer muy desconfiada con nosotros y nos costó años ganarnos su confianza, pero luego trabajamos muy bien porque ella tenía una visión de los terroristas, que era la de un juez de Francia. Le faltaba la visión real de los terroristas: qué hacen, cómo piensan, cómo se mueven, cómo matan… Y eso, a través de días y días de charlar con ella y de intercambiar información, lo entendió. ¿Eso qué supuso? Que cuando ella estudiaba los casos, sabía lo que escribía mejor que nadie. Eso fue fructífero para ambos.

¿Qué fue lo que le dijo en concreto a la jueza para que viera la verdadera cara del terrorismo etarra?

Al final es una cuestión de confianza. Al principio te la tienes que ganar, y nos costó tiempo demostrarle que éramos quizá la policía más preparada del mundo en esta materia, porque nos habían matado mucho, no por ser más listos, ni mucho menos, y convencerla de que lo que nosotros queríamos era lo mismo que quería ella, que era acabar con ETA. Y sobre todo, yo con la información y ayuda de ella mejoraba mucho, y ella con la ayuda nuestra también mejoraba mucho. También era una cuestión de interés mutuo.

Usted fue condenado por torturas e indultado posteriormente por el Gobierno. ¿Qué me tiene que decir al respecto?

En 50 años de la historia de lucha contra ETA ha habido miles de aciertos y algún error, y los errores se pagan.

¿Cree que tiene algún paralelismo lo que está pasando ahora en Cataluña con lo que pasó en el País Vasco en los orígenes de ETA?

ETA al principio se declaró antifranquista, en los años 58 y 59, pero en 1962 aparecen documentos en los que ya hablan de independencia. Con lo cual la finalidad puede ser la misma, la independencia de una región de España, pero los métodos son distintos y sobre todo los tiempos son distintos. A ETA le vino muy bien que en sus inicios en España estuviera Franco, porque eso hace que la bandera antifranquista le granjee las simpatías de media España, de todo el País Vasco y de medio mundo. Hoy en día no es lo mismo. En España, cuando nace ETA, la economía era diferente a lo que vivimos ahora. De hecho, en Cataluña ya se puede constatar el problema económico que generaría la independencia. Eso en los orígenes de ETA no era lo mismo. Con lo cual, más allá de la finalidad, yo creo que hay pocas similitudes.

¿Qué piensa cuando se pita el himno de España o se tira la bandera de España del balcón de un Ayuntamiento?

Yo, de los distintos modelos que hay, me alineo más con el francés, que es que los símbolos se respetan, y si no se respetan hay que castigarlo. En Francia se castiga pitar el himno o quemar una bandera. Aunque en España todavía estamos con un complejo de joven democracia, y el Estado de las Autonomías hace que haya unas corrientes más autonómicas que nacionales. Pero yo me alineo con la percepción que tiene Francia de los símbolos del Estado. Yo juré bandera, y que quemen una bandera para mi es antinatural, por lo que debería castigarse.

ETA asesinó a 860 personas, de las que 215 eran guardias civiles. ¿Qué le pasa por la cabeza cuando ve a Otegi por las calles de Barcelona dos meses después de que se cumpliera el 30 aniversario del atentado de Hipercor, en el que ETA mató a 21 personas, en apoyo de las manifestaciones independentistas de Cataluña?

Ahí tengo sentimientos encontrados. Por una parte, cuando me pongo el uniforme considero dos cosas: primero, que es alguien que ha cumplido con la justicia, con lo cual, vuelve a tener sus derechos intactos, nada que decir. Y segundo, que es el símbolo de que les hemos derrotado. Porque Otegi, que en su día fue condenado por terrorismo, no aceptaba las reglas del juego, ahora, si quiere hacer algo, tiene que ser a través de las reglas que le hemos obligado a cumplir. Él, por ejemplo en el Parlamento vasco, o los próximos a ETA, no les queda más remedio que aceptar las reglas del juego, con lo cual, Otegi es el símbolo de la victoria. Hemos ganado y aceptáis las reglas. Y con las reglas democráticas defiende lo que quieras. Incluida la independencia del País Vasco. Pero con las reglas democráticas que yo te he obligado a aceptar en contra de tu voluntad.

Manuel Sánchez Corbí.

Desde ese punto de vista es una victoria absoluta del Estado de Derecho. ¿Pero qué me dice el corazón? Dice que alguien que ha sido terrorista te molesta que haga vida normal, pero son las reglas del juego.

La UCO también ha aportado su granito de arena para impedir que se celebre el recuento del referéndum ilegal del 1-O. ¿Está satisfecho del trabajo que ha realizado la unidad que dirige en Cataluña?

Sí, la UCO es una unidad que funciona bien, es una unidad de Policía Judicial que trabaja a la órdenes de jueces y tribunales. Siempre, y todo lo que hace, se somete al escrutinio de jueces y tribunales. Además, funciona muy bien porque el personal es muy bueno y está muy cualificado.

Pero el papel de la UCO en el referéndum se conoce gracias a un auto de la jueza del TSJ catalán Mercedes Armas, que indica que el domingo 1 de octubre la Guardia Civil estuvo trabajando hasta tarde para bloquear el recuento electoral, algo que al final impidió al Gobierno catalán aportar los datos para proclamar de forma unilateral la independencia.

Sí, ahí eso funcionó perfectamente, y a las ocho de la mañana dejó de funcionar la informática que la Generalitat había previsto, con lo cual hicimos el trabajo, uno más al servicio de jueces y tribunales.

Pero esta labor realizada por la UCO apenas se conoce…

Se conocerá… cuando se escriba el libro de la UCO.

¿Y lo va a hacer?

No.

Lo tendrá que hacer otro, ¿no?

Yo con un libro de estos ya vale…

¿Cree que la Guardia Civil y la Policía Nacional deberían reforzar su presencia en las Comunidades Autónomas con policía propia, como es el caso de Cataluña. País Vasco y Navarra?

En general el sistema autonómicos español contempla que hay fuerzas estatales y autonómicas, y eso ha funcionado bien, y yo creo que tiene que seguir funcionando bien. El problema está que las fuerzas autonómicas forman parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y tienen que ejercer como tales. No creo que haya que replantearse otros despliegues, lo que hay que hacer es que las fuerzas autonómicas asuman que son fuerzas de seguridad del Estado, y si no lo asumen obligarlas a que lo asuman.

¿Cree que los Mossos el 1 de octubre actuaron bien?

¿Qué cree toda la ciudadanía española?

Yo me atrevería a decir que no…

[...]

En los últimos años la Guardia Civil, sobre todo la UCO, se ha especializado en la lucha contra la corrupción y no paran de llegarles críticas de las personas implicadas en los procedimiento, como es el caso de Francisco Granados, Rodrigo Rato, Ignacio González…

Cualquiera que se vea investigado tiene derecho a defenderse como considere.

¿Piensa que la UCO debería tener más apoyo?

No, estamos bien así. Nuestro apoyo son los jueces y tribunales. Y de hecho, en los casos en los que se nos ha criticado hay que analizar cuál ha sido el resultado final de la crítica, si era fundada o infundada.

¿Y desde el punto de vista de los medios para luchar contra la corrupción, tanto humanos como tecnológicos?

Con los medios tecnológicos que tenemos no damos abasto con el trabajo que tenemos. Ahora bien, si entramos en el tema presupuestario, faltan guardias civiles en toda España…

¿Qué opina de la equiparación salarial con las otras policías españolas?¿Está de acuerdo?

No, no estoy de acuerdo, cada uno tiene que ganar lo que se merece. Y que juzgue cada uno quién se merece más…

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