Javier de Andrés (Vitoria, 3 de octubre de 1967) es, desde el pasado fin de semana, el nuevo presidente del PP Vasco. Antes de la celebración del congreso regional del partido, en el que sucedió a Carlos Iturgaiz al frente de la dirección autonómica, el que fuera delegado del Gobierno en Euskadi con Mariano Rajoy, atendió a Vozpópuli en el Congreso de los Diputados, su lugar de trabajo desde las pasadas elecciones del 23-J y hasta que se celebren las elecciones vascas, cuando dejará su acta.
Cuando dio el paso al frente para liderar el PP Vasco, Feijóo dijo de él que era un "ganador" recordando que logró convertirse en Diputado General de Álava tras las elecciones de 2011. Ahora, el reto es mejorar los 6 escaños que obtuvo el PP, en coalición con Ciudadanos, en las elecciones vascas de 2020. Un objetivo que Javier de Andrés ve posible.
El nuevo presidente de los populares vascos, además, pondrá condiciones al PNV si los nacionalistas vascos necesitan al PP para conservar la lehendekaritza y evitar que Bildu llegue al gobierno autonómico. Sobre el partido abertzale, deja claro que el único entendimiento con ellos debe producirse en "el ámbito estrictamente institucional", aunque advierte que no se puede calificar a Bildu como ETA en un momento en el que ya no hay violencia.
Pregunta: Este fin de semana se convertirá en presidente del PP vasco en un congreso con vistas puestas a las autonómicas. ¿Da por hecho el adelanto electoral?
Respuesta: El cálculo que hacemos es que las elecciones puedan ser en marzo, seguramente el último domingo antes de Semana Santa, que es la forma que tiene el PNV de evitar que vayan con las elecciones europeas, que no le gustan porque generan un debate nacional que a ellos les dejaría sumergidos.
P: En las pasadas elecciones el PP, en coalición con Ciudadanos, sacó 6 escaños. ¿Qué expectativas de voto manejan ahora?
R: Bueno, yo la verdad es que de las encuestas no me fío nunca y cada vez menos, y especialmente en el País Vasco. Yo percibo mi intuición. Lo que veo es que estamos en una fase de crecimiento dentro del País Vasco, que ya hemos mejorado los resultados de las municipales y que en estas próximas vamos a crecer, porque el Partido Popular responde ahora mismo a una sensibilidad vasca importante que otros partidos políticos no cubren. Y particularmente el PNV, que se ha desentendido de la agenda tradicional de un partido que pretende desarrollar la economía, hacer crecen las empresas, que vengan las inversiones… Y se ha dedicado exclusivamente al capítulo del gasto, como suelen hacer los partidos de izquierdas.
P: ¿Puede el PP 'rascar' votos del PNV?
R: Yo creo que los votos son de cada persona. No creo que sean atribuibles al PNV, al PP o a ningún otro partido. Lo que sí que es verdad es que hay una sensibilidad del País Vasco respecto de unas formas de gobierno que el Partido Nacionalista Vasco, desde luego, no está cumpliendo. Quienquiera que haya un presupuesto inversor dedicado a la generación de actividad económica, dedicada a la mejora de nuestra competitividad, dedicado a desarrollar y recuperar pulso económico en Euskadi, el PNV no está en ese juego. Porque el PNV está en el juego del gasto clientelar, de la subvención, de la bonificación, de gastar todo y resolverlo todo con los cheques que obtiene de los trabajadores y los contribuyentes.
P: En todo caso, y volviendo a la pregunta anterior, ¿se fija un objetivo de escaños el Partido Popular para las elecciones vascas? ¿Cree que va a obtener más que ahora?
R: No lo podemos plantear en este término. A partir de 6 escaños, tenemos que crecer. Los límites los pondrán los ciudadanos y espero que podamos hacer una campaña en la que podamos explicar nuestro proyecto, que creo que va a conectar con mucha gente del País Vasco que está esperando un mensaje como lo que nosotros planteamos.
P: Si el PP es la llave para que el PNV mantenga el gobierno vasco y este no caiga en manos de Bildu, ¿cuál será su posición?
R: Si nuestro voto fuera decisivo, lo primero que esperaríamos es que nos lo pidieran, ¿no? Y una vez que nos lo hayan pedido, lo que preguntaríamos es ¿para qué? Porque si es para hacer lo mismo que haría el Partido Socialista con Bildu, pues no sé si merece la pena. Nos lo tendrán que explicar. Primero, pedirnos el voto y explicarnos para qué lo quieren y si, efectivamente, eso es compatible con lo que nosotros planteamos.
P: El Partido Popular, por ejemplo, sí que dio la alcaldía al PSOE en Vitoria, a cambio de evitar un gobierno de Bildu. ¿Eso se puede repetir o tiene que poner algo encima de la mesa el PNV?
R: Dar un voto de confianza como el que hemos hecho en Vitoria o en Guipúzcoa, con un partido que al final entra dentro del discurso socialista y populista y se alía y se convierte en un satélite del socialismo, pues nos cuesta. Nos cuesta darlo graciosamente. Y por eso vamos a pedir garantías. Si no hay garantías, nos reservamos, desde luego, la decisión. Aunque yo creo que todo el mundo sabe que somos fiables en cuanto a cuál es nuestra voluntad y nuestro deseo. Pero desde luego no reservamos las decisiones de lo que vayamos a hacer con nuestros votos en función de las garantías que obtengamos.
P: ¿Es recuperable el entendimiento con el PNV? Desde la moción de censura de 2018 las relaciones parecen rotas…
R: El Partido Nacionalista Vasco ha tomado una deriva que está inspirada en mantener la cuota de poder. Puede haber una inclinación hacia la izquierda desde el PNV y ellos lo dicen así. Pero también creo que hay una serie de decisiones que se adoptan por oportunismo, por conveniencia y por mantener cuota de poder. Es una decisión que ha tomado el Partido Nacionalista Vasco. Si sus votantes le respaldan en una decisión que conduce a que se haga lo contrario de lo que haría un partido centrado y sensato, que piensa en el futuro, en la riqueza, en los que trabajan y los que contribuyen, pues vamos a ver qué es lo que decide la gente, pero yo creo que muchos se van a pensar el voto.
P: Desde la dirección nacional del PP sostienen que si hay un gobierno del PSOE con Bildu en el País Vasco, el PNV podría apoyar una moción de censura contra Sánchez impulsada por ustedes. ¿Ve posible ese escenario?
R: A ese escenario no se va a llegar porque Sánchez no va a dar la oportunidad al PNV de que abandone sus filas. Ahora mismo milita en el 'conglomerado Frankestein' y Sánchez no le va a dar una oportunidad al PNV para que se salga.
P: Si Sánchez tiene que elegir entre 'papá' PNV y 'mamá' Bildu para formar gobierno tras las elecciones vascas, pensando en esa amenaza de moción de censura, ¿qué haría el presidente?
R: No va a ser necesario porque el PSOE sabe perfectamente que Bildu nunca va a apoyar una moción de censura de Feijóo. Sin embargo, no sabe lo que va a hacer el PNV si le sacara del Gobierno Vasco. Y en ese sentido, creo que le da más seguridad quedar mal con Bildu que quedar mal con el PNV.
A Sánchez le da más seguridad quedar mal con Bildu que quedar mal con el PNV.
P: En Vozpópuli desvelamos la reunión de Ortuzar con Puigdemont para desbloquear la investidura de Sánchez. ¿Qué opina de ello?
R: Bueno, pues es ya el segundo encuentro que tiene con él. Lo que habrá pretendido Ortuzar es garantizar la estabilidad de Sánchez, porque lo que pretende ahora mismo el PNV, y en el juego en el que está es en que Sánchez dure cuatro años. Es lo que le preocupa. Lo que quiere es que su socio siga ahí, con estabilidad presupuestaria y con garantías de una legislatura completa. Yo creo que ese es el papel que está jugando Ortuzar, el de facilitador ante Junts.
P: ¿Y qué gana el PNV? ¿Garantizarse la continuidad?
R: Sí, claro. Su propia continuidad, su propia estabilidad. Para ellos sería un problema que ahora hicieran un gobierno con el Partido Socialista en Euskadi y que dentro de un año Sánchez cayera, con un gobierno del PP.
P: ¿Cuál es su propuesta para el PP Vasco?
R: Yo creo que tenemos que hacer lo que hemos venido haciendo hasta ahora. Hemos tenido un papel de relevancia ética y de defensa de derechos humanos, de la libertad, que no podemos abandonar. Esa es un pilar del Partido Popular del País Vasco y del conjunto de España. Y es verdad que en este momento lo que se está produciendo es una radicalización de la izquierda, que en el País Vasco tiene unas notas muy particulares y muy profundas, que es la incorporación de Bildu, Podemos, y Partido Socialista con un peso en el conjunto del Parlamento Vasco muy alto. Encima, ahora se les ha sumado el Partido Nacionalista Vasco, ya sin ningún rubor a ese grupo de izquierdas Y eso se nota en los resultados que estamos viendo en el País Vasco. Estamos viendo cómo estamos perdiendo puestos, por ejemplo, en el empleo, que ya no somos la comunidad con menos paro.
Estamos perdiendo peso industrial, estamos perdiendo oportunidades, como es, por ejemplo, la renuncia de Repsol a invertir en el proyecto que tenía de hidrógeno líquido. Nosotros lo que tenemos que proponer es fomentar lo que han sido los productos de éxito del País Vasco. El éxito industrial del País Vasco no está sustentado en criterios de izquierdas, está sustentado sobre esfuerzo, competitividad y sobre compromiso con la empresa y con el trabajo. Eso es lo que ha caracterizado a los vascos y en este momento se está creando una cultura de animadversión hacia estos los elementos identitarios del País Vasco. Creo que tenemos que recuperar nuestra identidad en ese sentido para volver a ser competitivos y poder volver a ocupar el puesto de liderazgo de la economía española que hemos perdido.
P: Entiendo, por tanto, que la mayor parte de las propuestas del PP serán en el ámbito económico…
R: Claro. El País Vasco está ahora mismo perdiendo competitividad, se nos está marchando la gente muy cualificada, viene una inmigración sin cualificación, porque hay una serie de requisitos de ámbito identitario que impiden que venga gente cualificada. Todo ello se traduce en una pérdida de capital humano muy importante. El proyecto ideológico que lleva adelante el PNV nos está perjudicando profundamente y estamos perdiendo oportunidades. El País Vasco no ha utilizado el Estatuto como una herramienta de desarrollo y crecimiento, lo ha utilizado como una herramienta política y hemos aprovechado nuestras oportunidades mucho peor que lo han hecho otras comunidades que nos están adelantando.
P: Ha citado usted el reciente posicionamiento de Repsol respecto a la actual realidad política. También está el BBVA como referente económico del País Vasco. ¿Va a contactar con estas empresas? ¿Cuáles van a ser sus primeras llamadas como presidente del PP de Euskadi?
R: Indudablemente las grandes empresas son muy importantes, pero a mí me preocupa cada una de las empresas y talleres que hay en el País Vasco. Las dificultades que se están poniendo, las trabas administrativas, la presión fiscal, el control exhaustivo y las trabas burocráticas que tienen están perjudicando al conjunto del tejido industrial. Con lo cual, yo me dirijo a todos ellos y también a los trabajadores, que están siendo los paganos de todo un sistema que solamente piensa en el gasto y nunca piensa en la generación de la riqueza económica.
P: En las conversaciones que hubo para la investidura de Feijóo la oferta al País Vasco era mejorar las infraestructuras, proteger a las empresas vascas y también el concierto económico. ¿Usted cree que es mejorable concierto económico?
R: Bueno, yo creo que el Concierto Económico está en unos términos muy razonables. Yo creo que lo que sí que hay que hacer es transmitir también al conjunto de España, respecto al Concierto Económico, que es un sistema compatible con la participación de Euskadi en España. Y eso yo creo que en algunas ocasiones está se está descuidando. Algunas decisiones que ha tomado el PNV junto con el Partido Socialista han conducido a hacer más difícil de explicarlo, al dar cierta opacidad a lo que es el Concepto Económico actual, que yo creo que es bastante completo. Y se podrá actualizar en el futuro como se ha venido haciendo en el pasado, que yo creo es lo que planteaba Feijóo.
Sobre inversiones, hay que destacar que el socialismo ha abandonado las infraestructuras, la inversión y se dedica solamente al gasto. ¿Por qué? Porque el gasto es lo que alcanza más directamente al elector y desde una perspectiva populista, siempre va a ser más fácil llegar al elector con el gasto que con la inversión, que es más a largo plazo y cuesta más tiempo que se perciba. Y ahí, claro, vemos cómo eso afecta mucho. Hemos visto como el tren de alta velocidad del País Vasco se ha quedado ahí de postre.
P: ¿En qué situación está la alta velocidad para el País Vasco?
R: Lo que estamos viendo es que directamente no se ha cumplido ninguna de las fechas de calendario que se habían comprometido. Ninguna. Se ha retrasado y ahora mismo ni siquiera hay fecha de finalización. Ni siquiera se han comprometido a fijar una fecha que les exija algo.
P: Se lo preguntaba también por la viabilidad del Corredor Atlántico para conectar Galicia con el País. ¿Es un proyecto aún posible?
R: Efectivamente, si queremos desarrollar España y hacerla más competitiva y hacer un país que aprovecha al máximo sus potencialidades, tenemos que mejorar esas infraestructuras. La del Corredor Atlántico, de una forma muy prioritaria.
P: Sucede a Carlos Iturgaiz, que tomó el relevo de Alfonso Alonso tras su choque con Pablo Casado y su abrupta salida. Ahora, el exministro ha avalado su candidatura. ¿Cuál es su opinión sobre Alonso?
R: Tengo la opinión de Alfonso Alonso, con el que he compartido muchísimas cosas en política y con el tengo una amistad personal. Alfonso podría tener el papel que quisiera dentro del Partido Popular Vasco. Bien es cierto que Alfonso está ahora mismo desarrollando su carrera profesional en Madrid.
P: Algunos dirigentes del PP vasco, como Javier Maroto y Borja Sémper en el pasado, o Mikel Lezama en la actualidad, no descartaban pactos con Bildu. ¿Cuál es su posición?
R: En el momento en que compartes distintas instituciones con Bildu, y nosotros lo hacemos en muchísimas, porque son ayuntamientos, son diputaciones, el Parlamento Vasco y también aquí en el Congreso de los Diputados. Hay muchas ocasiones en las que coincides en el voto. A veces es por razones opuestas, pero se coincide. Y yo creo que ese es el ámbito en el que nosotros podemos tratar con Bildu, que es el ámbito estrictamente institucional. A partir de ahí nosotros no tenemos coincidencias con Bildu ni aunque quisiéramos. Aunque hubiera una voluntad de entenderse, ni en ese caso podríamos, porque es que somos proyectos antagónicos y lo que plantea Bildu es lo contrario de lo que planteamos y proponemos nosotros.
P: ¿Es Bildu ETA?
R: Vamos a ver. Yo creo que el daño que ha causado ETA y la violencia que la ha caracterizado como organización terrorista, requiere darle una consideración especial y no trasladarla a un momento como el que estamos viendo ahora en el que no hay violencia. Yo creo que eso es también coherente y respetuoso con las personas que han sufrido la violencia. Calificar de la misma manera un fenómeno tan agresivo como fue ETA, y un momento como el que estamos viviendo ahora, en el que no se producen afortunadamente esas muertes, esas extorsiones, no sería equilibrado.
Calificar de la misma manera un fenómeno tan agresivo como fue ETA, y un momento como el que estamos viviendo ahora, en el que no se producen afortunadamente esas muertes, esas extorsiones, pues no sería equilibrado
P: ¿Cuál debe ser la relación del PP vasco con las víctimas del terrorismo?
R: Ponernos a su disposición para acompañarlas en lo que sea preciso. Y también quiero decir una cosa para poder interpretar a la vez las decisiones políticas que se hacen en torno a este fenómeno. Y es que, dentro de las víctimas del terrorismo, desde luego, hay algunas que tienen una especial gravedad, por ser víctimas directas, pero víctima del terrorismo hacia el conjunto de la sociedad. El hecho de que sea el conjunto de la sociedad justifica las decisiones que nosotros tomamos y la interpretación que nosotros hacemos de cada paso, bien sea histórico o de las cosas que están ocurriendo en este momento. Las decisiones relativas al mundo del terrorismo y a sus consecuencias son, por una parte, de sensibilidad hacia las víctimas directas, pero también son el fruto de nuestra reflexión política de esos hechos, que tienen obviamente toda su entereza y todo su vigor.
P: Feijóo defiende que el PP del País Vasco debe ser autónomo al nacional. ¿Eso cómo se consigue?
R: Se consigue tomando las decisiones que uno crea convenientes para las circunstancias que concurren en el País Vasco. No obstante, yo creo, y es mi deseo, que tampoco tenga que haber divergencias con las decisiones o las interpretaciones que se dan en el conjunto de España. Y particularmente creo que Feijóo tiene un perfil que casa muy bien, con un modelo autonomista que ya no solamente es para el País Vasco, sino que el Partido Popular lo tiene para el conjunto de España. Entendiendo España como una nación en la cual hay una sensibilidad territorial muy importante, que no la tienen solamente Cataluña y País Vasco: la tiene el conjunto de las comunidades autónomas. Lo vemos en Andalucía, en Galicia, en Madrid… Y, además, es extraordinariamente útil en este momento para distinguirse de lo que es y representa el Gobierno de España. El disponer de una autonomía nos permitiría a los vascos compensar las deficiencias inmensas que presenta Pedro Sánchez y su Gobierno. Desgraciadamente, lo malo es que la autonomía vasca se está empleando para ser los primeros de la clase en la aplicación de las fórmulas de Pedro Sánchez y de Irene Montero.
P: En clave nacional, ¿cree que el PP necesita muchos cambios? Feijóo ya ha anunciado que los hará cuando se aclare la formación de Gobierno…
R: Yo pienso, y creo que Feijóo también, que los cambios son cosas progresivas. Las grandes marcas de todo género van haciendo pequeños cambios en su presentación, en sus modelos, incluso en su propio producto, adaptándose a los tiempos y muchas veces las personas que perciben esos cambios ni siquiera son conscientes de ello. Nosotros somos así. El Partido Popular es un modelo que respeta lo que se ha hecho, que analiza lo que se ha hecho y que evoluciona progresivamente sin cambios viscerales.
P: ¿Apuesta por la continuidad de Gamarra como secretaria general o como portavoz en el Congreso?
R: No tengo conocimientos suficientes para poder hacer una evaluación. Lo que sí que pienso es que puede haber una división entre lo que es la Secretaría General y la Portavocía, como también ha sido una cosa habitual. En este caso se hizo en un momento específico, en una decisión que tomó Feijoo, y creo que es muy posible que se vuelva a separar.
P: Y usted, ¿mantendrá el acta de diputado en el Congreso?
R: Sí. Yo voy a mantener el acta hasta el momento en el que se convoquen elecciones y entonces me centraré íntegramente en el proyecto del País Vasco. Lo haré en el momento en que yo pueda entrar en instituciones vascas, que serán las próximas elecciones.
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