La guerra de Ucrania era el único asunto de envergadura en el que PSOE y PP mantenían una postura cercana, al entender que el apoyo sin fisuras a Kiev era el único modo de frenar las escalada bélica impuesta por Vladimir Putin. Pedro Sánchez se encontraba en una posición más cercana al principal partido de la oposición que a Unidas Podemos, su socio de Gobierno, que criticó el envío de cualquier armamento a Volodímir Zelenski para hacer frente a Rusia. Pero esa sintonía entre socialistas y populares se ha extinguido: la polémica de los carros de combate Leopard ha dinamitado el último puente de entendimiento entre ambas partes, con un cruce de declaraciones que recoge términos como "hazmerreír" o "falta de sentido de Estado".
El devenir de la actual legislatura está marcado por la falta de entendimiento en cuestiones fundamentales entre el PSOE y el principal partido de la oposición. La enquistada renovación del CGPJ es quizá el ejemplo más claro, pero semana tras semana se suceden los roces sobre cuestiones de calado. La más reciente, el decreto de ahorro energético, que el Gobierno trata de sacar adelante con un llamamiento a sus socios habituales, después de que el PP haya manifestado su intención de votar en contra.
Ucrania era el último hilo que mantenía una cierta coincidencia en las posturas entre PSOE y PP. Ambos manifestaron la urgencia por apoyar a Kiev recurriendo a todos los medios al alcance: asistencia para la población civil -España ya ha recibido a 138.000 ucranianos bajo protección temporal- y suministro de material de Defensa a Volodímir Zelenski para frenar las embestidas del ejército ruso.
Margarita Robles desveló en una entrevista televisiva el contenido del primer envío de stock militar a Ucrania: 1.370 lanzagranadas y 700.000 cartuchos para fusiles y ametralladoras. La decisión suscitó una gran polvareda en el seno del Gobierno. Unidas Podemos recrudeció su mensaje y aseveró que no apoyaba la distribución de ningún tipo de armamento. La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, insistió en la necesidad de buscar "vías diplomáticas" para poner fin al conflicto. La ministra de Defensa tiró de ironía para responder a su compañera de Ejecutivo: "Ojalá convenza a Putin de que pare la masacre".
PSOE, PP y Ucrania
Fisuras internas en el Gobierno... y una aproximación en las posturas con el PP, quien no dudó en condenar la invasión de Rusia con calificativos similares a los empleados hasta la fecha por Margarita Robles. Pero el entendimiento no ha tardado en disolverse y en dar paso a un enfrentamiento total. España ha organizado el envío de material de Defensa a bordo de 19 vuelos de las Fuerzas Armadas y en una ruta del buque logístico Ysabel del Ejército de Tierra, pero desde que Podemos manifestó su oposición a los envíos, no ha trascendido el contenido de los mismos. El departamento que dirige Robles, no obstante, alega motivos de "seguridad" y "prudencia" para no especificar en qué consisten estos apoyos.
La bancada popular reclama más información y pone en duda que España haya enviado más material en fechas recientes. Pero la verdadera polémica llega de mano de los Leopard; los carros de combate que el Ejército de Tierra compró a Alemania en 1996, llevan años sin emplearse almacenados en una base de Zaragoza, y sobre los que se especuló con una posible entrega a Volodímir Zelenski. Se trata de medios que, en su versión más actualizada, dotarían a Ucrania de una capacidad significativa de combate sobre Rusia en estos compases de la guerra.
La noticia suscitó reacciones hasta en Alemania. Diversos medios apuntaron la inquietud de que sus viejos carros de combate no estuvieran a la altura de un escenario tan exigente como el ucraniano y que dejasen en mal lugar a su industria militar. Pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Defensa, de la mano de una delegación ucraniana, examinó la situación de los Leopard. La sentencia no pudo ser más contundente: "Están en un estado absolutamente lamentable", apuntó Margarita Robles.
La ofensiva popular
La reacción del PP no se ha hecho esperar. El escenario elegido para manifestar su contrariedad es el Senado, donde se ha registrado una batería de preguntas a las que el Ejecutivo debe responder. "¿Cree el Gobierno de España que es positivo para la buena imagen de nuestra nación el hazmerreir internacional originado por el anuncio de un posible envío de tanques a Ucrania, posteriormente frustrado?", interpeló el partido de Feijóo.
Las preguntas también se centraron en la propuesta lanzada por España de formar a militares ucranianos en el manejo de carros de combate. Cabe recordar que el Ejército de Tierra es una de las fuerzas internacionales que participa en la misión de disuasión frente a Rusia en tierras letona, una operación que se fundamenta en buena medida en sus carros Leopardo. De hecho, la sugerencia española abría las puertas a una instrucción en suelo letón, en caso de que fuese más accesible que nuestro territorio nacional.
"¿Cómo ha podido el Gobierno de España ofrecerse a través del Ministerio de Defensa para la formación de tanquistas ucranianos en nuestro país, después del estado en el que estaban los tanques Leopard ofrecidos?", pregunta el PP a través de las iniciativas registradas en el Senado.
La respuesta de Robles
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha respondido este martes en una visita institucional al Ala 35 del Ejército del Aire y del Espacio, en la base aérea de Getafe, a cuyos integrantes ha agradecido sus apoyos en diversos despliegues en apoyo a Ucrania. En un tono abiertamente enfadado, criticó al PP que actuase con "una absoluta falta de sentido de Estado" y le requirió prudencia a la hora de hacer consideraciones sobre el apoyo español a Ucrania. Más que eso, acusó al partido de Feijóo de "desconocimiento" por cómo se gestiona cada envío, al asegurar que las solicitudes se gestionan a través de la OTAN e implican a todos los países aliados.
"El PP desconoce qué es el sentido de Estado y el funcionamiento del envío de armas en una guerra como la que estamos viviendo. España en estos casos no actúa sola, sino que lo hace con el resto de países de la OTAN", arremetió Robles. Otras palabras que empleó fueron "frivolidad" y falta de "responsabilidad". La ministra deslizó, además, el interés de Kiev por comprar carros de combate españoles: "Ucrania quiere comprar carros de combate nuevos y modernos a España y otros países".
El cruce de acusaciones pone de manifiesto que el último puente entre el PP y el PSOE ha saltado por los aires. No hay acuerdo entre los dos partidos más votados sobre los pasos que debe dar España en un conflicto que, tras seis meses de combate, amenaza con enquistarse por un extenso periodo de tiempo.
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