La batalla simbólica en torno a la comisaría de Vía Laietana en Barcelona continúa. El 'conseller' de Justicia y Calidad Democrática de la Generalitat, Ramon Espalader —exdirigente de la extinta Unió—, ha defendido hoy en la sesión de control en el Parlament "resignificar" la comisaría de Vía Laietana, pero "sin poner el acento en echar a la Policía Nacional". Un gesto que parece destinado a complacer a sus socios secesionistas, que arrancaron el compromiso a Sánchez de transformar el centro en un memorial del franquismo a cambio de su investidura. Pero también a no molestar a su electorado constitucionalista, que durante las manifestaciones contra el 'procés' convirtió la céntrica comisaria en un símbolo de la resistencia del Estado en Cataluña.
Así, Espalader ha mantenido que el Ejecutivo mantendrá su promesa de erigir un museo que recuerde las torturas franquistas allí cometidas. Y que sigue trabajando en la línea de las dos resoluciones aprobadas en la cámara catalana sobre la cuestión —que contaron con el respaldo socialista—. Sin embargo, ha querido dejar claro que en la actualidad la policía es "democrática", lo que justifica esta solución híbrida. "Queremos ser parte de la solución, pero toda la solución no está en nuestras manos, sino el tema ya estaría resuelto hace legislaturas", ha recordado. Y ha explicado que materializar la transformación del centro requiere de "consenso y diálogo" entre las fuerzas implicadas.
Su propuesta difiere de la impulsada por Sumar esta misma semana, que exige reubicar a los agentes en otro emplazamiento. Por ello, su diputado Andres García ha replicado a Espadaler que la conversión de la comisaría en espacio de memoria no debe ser parcial sin total. Además, ha juzgado que la empresa debe acometerse con "celeridad", pues la mayoría de los torturados en lugar son ya septuagenarios.
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