La presión que ejerce Unidas Podemos para que el Gobierno conceda el indulto a los presos del procés ha suscitado el malestar de ERC, que considera que puede ser contraproducente para sus intereses. Y más en un contexto preelectoral. Los de Oriol Junqueras esperan un gesto del Ejecutivo de coalición con los presos antes de las elecciones catalanas, pero no quieren que el rédito electoral recaiga sobre los morados.
En las últimas semanas, el presidente del grupo confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha redoblado la presión sobre el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, para que conceda esta medida de gracia sin la necesidad de esperar a los informes preceptivos del tribunal sentenciador ni de Instituciones Penitenciarias. Asens es el cerebro de la modificación legal del delito de sedición -que tendrá efectos retroactivos tanto para los políticos encarcelados como para los fugados como Carles Puigdemont- y quiere concurrir a las elecciones catalanas con la medalla de haber sido quien ha podido liberar a los presos.
El apremio que impone Asens con este tema, no obstante, ha generado el efecto contrario. El titular de Justicia se ha enrocado y buscarán el momento más favorable para dar salida a los indultos, pero sin sucumbir a las presiones ni de nacionalistas ni de la formación morada. No es la primera vez que sus socios de Gobierno hacen pública su voluntad de llevar a cabo un cambio radical en todos los aspectos relacionados con el Poder Judicial. A inicios de mes, los de Pablo Iglesias dieron el primer paso para imponer que el Congreso votara la reforma de la ley para elegir al Consejo General del Poder Judicial.
Desde ERC quieren que sus líderes salgan cuanto antes de la cárcel de Lledoners, pero no quieren ver truncadas sus expectativas si el ala catalana de Podemos tensa demasiado la cuerda. La posición pública que siempre han mantenido es que la única justicia llegará a través de una nueva Ley de Amnistía, aunque tampoco se oponen a "cualquier medida", como los indultos, que "beneficie a los presos". En cambio, los morados aprietan por el indulto y la reforma del delito de sedición como única posibilidad real de liberar a los presos.
Estas discrepancias entre ambos partidos se ha visualizado en el Parlamento catalán. Los comuns se han abstenido de apoyar la propuesta de resolución del Parlament para que el Congreso apruebe una nueva Ley de Amnistía. Pese a que se trataba de una declaración simbólica y sin efectos legales, han optado por abstenerse. La resolución ha salido adelante con el voto de las fuerzas independentistas -JxCat, ERC y CUP- y, como avanzó Vozpópuli, no contempla amnistiar a los más de 60 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil imputados por su intervención en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Durante el debate en la Cámara catalana, el diputado de los comunes encargado de defender la abstención, Lucas Ferro, advirtió del riesgo de competir entre partidos que buscan, aunque sea por otros medios, la libertad de los políticos condenados por sedición: "No compartimos que las propuestas antirrepresivas compitan entre ellas".
Carrera electoral
Y es que el clima preelectoral que se vive en Cataluña condiciona el debate entre los principales partidos. ERC está valorando aplazar las elecciones si la pandemia se complica. Además, este aplazamiento podría ofrecerles más tiempo para que Oriol Junqueras y el resto de presos puedan participar activamente en la campaña electoral y, al mismo tiempo, recomponerse del desgaste que arrastran en algunas consejerías por la gestión de la pandemia.
ERC tiene distintos frentes abiertos. Por la derecha y en el eje nacionalista, Junts per Catalunya, y por la izquierda, PSC y comunes. Y busca compaginar ambas almas para mantenerse como fuerza hegemónica en el tablero político catalán. Si este viernes ya han dado plantón a los de Puigdemont con su negativa a asistir al acto del Consell per la República, tampoco quieren que Podemos capitalice los "logros políticos" de la negociación política con Madrid, como sería el indulto a los presos. Pero tampoco quiere que los boicotee con la beligerancia mostrada por Asens.
La dureza de Asens
Desde ERC comparten el fondo de las palabras que profirió el presidente del grupo confederal de Unidas Podemos en el pleno que debatían los Presupuestos Generales del Estado, pero no la forma en que lo hizo. Asens afeó al ministro de Justicia que su partido lleva meses esperando a que responda a su propuesta de reforma penal. "Celebramos que Europa le abriera los ojos en este asunto, pero ahora es el momento de pasar de las palabras a los hechos, no podemos esperar más", dijo el político catalán.
Pero su presión sobre el Ejecutivo no acabó aquí. En una entrevista en TV3 el líder de los comunes acusó al PSOE de posponer los indultos por motivos “partidistas” o “electorales” porque, a su juicio, el objetivo de los socialistas en las próximas elecciones autonómicas es "recuperar todo el voto posible antiindependentista" en Cataluña que se llevó Ciudadanos en 2017.
De acuerdo con los independentistas catalanes, esa beligerancia puede ser contraproducente. Y buscan la manera para que la liberación de los presos tenga el sello republicano.
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