Tanto el recién elegido líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, como su secretaria general, Elisenda Alamany, han aprovechado sus primeras 24 horas al frente de la plataforma independentista para fijar sus exigencias al Gobierno de Pedro Sánchez y al Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) de Salvador Illa.
En la celebración de los resultados de la segunda votación de sus militantes en la noche del sábado, Junqueras ya exigió que se cumpliera "con todos los compromisos ya adquiridos" y, en la mañana del domingo, Alamany ha reiterado que si quieren su apoyo para los presupuestos —estatales y catalanes— deberán cumplir los pactos ya suscritos, como una forma "de hacerse respetar". De esta manera la nueva directiva de Esquerra imita la línea de sus rivales —y necesarios socios en tantas ocasiones— de Junts, liderados por el expresident Carles Puigdemont, que ya ha amenazado con romper sus acuerdos con el PSOE si no se da este escenario.
Oriol Junqueras, que vuelve a la presidencia de ERC tras imponerse en la segunda vuelta de las elecciones del partido, ha remarcado que "es imposible" que exista una propuesta presupuestaria "lo suficientemente buena" si Pedro Sánchez y Salvador Illa no cumplen con su parte del pacto, en referencia al cupo catalán. Si no lo hacen, ha añadido, no habrá nuevos pactos. Esta es "una nueva ERC, grande y ambiciosa" que no repetirá "lo que quizás ha pasado en algún momento", ha agregado en un dardo a su exnúmero dos, Marta Rovira, que ha capitaneado las negociaciones sobre la investidura de Salvador Illa y a la que los militantes acaban de sacar de la cúpula del partido.
Por su parte, Elisenda Alamany, ha avisado este domingo que su partido hará cumplir a Sánchez e Illa con sus compromiso de llegar a un acuerdo sobre el cupo catalán como un modo "de hacerse respetar". De otro modo, retirarán su apoto al PSOE y PSC para los respectivos presupuestos Generales del Estado y catalanes: "Cataluña debe volver a hacerse respetar y ERC debe volver a hacerse respetar", ha asegurado, al tiempo que ha recordado que Illa "no gobierna solo y está en una situación de debilidad", algo que según ella, el presidente de la Generalitat ha olvidado.
En cuanto a los principales acuerdos pendientes de cumplir, Alamany ha mencionado la financiación singular o la condonación de la deuda del FLA, al tiempo que ha reprochado al secretario general de los socialistas catalanes la asistencia a los actos del Día de la Constitución y la integración de la Policía Nacional y la Guardia Civil en el servicio de emergencias 112, lo cual considera un "menosprecio" al principio de acuerdo que cerró Pere Aragonès (ERC) para el traspaso de las competencias de seguridad en puertos y aeropuertos a los Mossos d'Esquadra.
En la segunda vuelta de las elecciones internas, los republicanos catalanes han elegido este sábado a la candidatura de Junqueras con un un 52,2% de los votos frente al 42,2% de la depuesta Rovira, que llevava como líder a Xavier Godàs y que ha participado en los pactos con los socialistas para la investidura de Salvador Illa al frente de la Generalitat. De esta forma, las bases del partido independentista repúblicano han dejado clara su postura de alejarse de La Moncloa y acercarse a la postura de Carles Puigdemont —líder de Junts desde el extranjero—, que ya ha amenazado con romper con los de Sánchez si no se cumplen sus exigencias.
En sus primeras palabras en la vuelta al puesto de presidente de ERC, Oriol Junqueras ha dicho que "solo hay un partido, que es ERC, y solo hay un país, que es Cataluña" y "que no hay lugar para nada más que no sea la voluntad del partido para servir a Cataluña". El renovado presidente del partido, que ya lideró esta formación entre 2011 y el pasado junio, ha mostrado su disposición a que "mucha más gente se incorpore a ERC", porque "nunca seremos suficientes", ha dicho.
"Queremos ser cada vez más, superar todos los perímetros y tener mayorías cada vez lo más amplias posibles", ha dicho en evidente alusión a la propuesta de Godàs, quien ha pedido "no diluir" la propuesta política de ERC más allá del ámbito de la que él llama "izquierda nacional".
Precisamente quien la releva en el cargo a Marta Rovira, la líder en el Ayuntamiento de Barcelona, Elisenda Alamany, ha dicho en alusión a una eventual entrada de los republicanos en el gobierno de Jaume Collboni, que la decisión la tomarán los militantes de la capital catalana, porque se debe respetar "la autonomía municipal".
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