El líder de Más País, Íñigo Errejón, mueve ficha. El líder de Más País cerró este viernes en Palma una alianza con Més per Mallorca, Compromís, Chunta Aragonesista, Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), Coalición por Melilla y los Verdes. Las fuerzas regionalistas de izquierda se conjuran para, con el ecologismo por bandera, integrar sus fuerzas en la futura coalición de la vicepresidenta segunda del Gobierno, según razonan a este diario fuentes de cercanas a la ministra de Trabajo.
Hasta que llegue el momento de dar el salto a los brazos de Yolanda Díaz, esta izquierda 'alternativa' trata de marcar territorio en mitad de la guerra abierta que mantienen Podemos e Izquierda Unida de cara a la conformación de listas electorales para los comicios municipales y autonómicos de mayo 2023. Los partidos que sellaron esta conjura quieren seguir siendo fuerzas autonómicas. Y es que desean evitar que la política pase por los grandes partidos nacionales.
Lo cierto es que Errejón, que es quien más perfil nacional tiene dada su trayectoria política, forma parte de este nuevo club regionalista en tanto que creador de Más Madrid, la gran referencia de la izquierda en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento. Como fuerzas aliadas, según las fuentes consultadas, no tienen más sentido que desarrollar su propia agenda.
La ausencia del verso suelto Teresa Rodríguez
Eso sí, hay un verso suelto de esa izquierda alternativa regionalista que se ha quedado, de momento, fuera de la ecuación: la andaluza Teresa Rodríguez, quien rompió con Podemos tras sellarse la entrada de los morados en Moncloa de la mano del PSOE. En verdad, el lío andaluz dentro de la izquierda fue una bomba que destrozó casi por completo la relación entre las principales fuerzas a la izquierda del PSOE.
La declaración de Mallorca, firmada por estos cinco partidos, supone "la continuación, extensión y ampliación" del acuerdo firmado en Valencia en mayo de 2022, ya que integra a los dos referentes de Ceuta y Melilla. "Si entonces manifestamos nuestra voluntad de construir una alianza entre fuerzas políticas que compartíamos valores y una voluntad de cambio social, en Mallorca podemos afirmar que aquella alianza hoy es un bloque de cooperación, de coordinación y de refuerzo mutuo. Este bloque estará presente, territorio a territorio, en las elecciones municipales y autonómicas del próximo mayo de 2023", zanja el manifiesto.
Mientras esta izquierda se mueve, hay que recordar que los coqueteos de Yolanda Díaz con este grupo de fuerzas desatan el cabreo de Podemos. Y es que uno de los integrantes del acuerdo de Palma, el candidato de Compromís a la presidencia de la Comunidad Valenciana, Joan Baldoví, recibió el respaldo de la vicepresidenta segunda. Ese abrazo al político valenciano sentó a cuerno quemado en Podemos Valencia y en Izquierda Unida.
El lío valenciano
Y es que en Valencia, tanto Podemos como Izquierda Unida dan por terminada la etapa de Unides Podem, la coalición que les ha permitido integrarse en el Ejecutivo autonómico junto a Compromís y al PSOE bajo los mandos del director de orquesta, el socialista Ximo Puig. Los dos partidos buscaban un proyecto más amplio. Y, por eso, llamaron a la puerta de Compromís pese a que les dobla en peso. Pero los de Baldoví han hecho oídos sordos.
Lo cierto es que nadie sabe cómo acudirá el espacio de la izquierda a la izquierda del PSOE en los próximos comicios. Solo los partidos liderados por Errejón parecen reforzarse y tener claro el sentido de su actuación política. Todo está en el aire. Todo depende de si hay o no acuerdos de integración entre Podemos e IU en cada ayuntamiento de España y en cada autonomía de las que renuevan parlamento en menos de un año. Pero no solo de eso, también de si las listas se abren a otros partidos o no, como podría ocurrir en Cataluña, en el País Vasco o en Galicia.
La constelación de la izquierda está llena de planetas que aún no saben alrededor de qué estrella girar. Porque la esperanza, Yolanda Díaz, ya advirtió de que no llegaba a tiempo para el test de mayo.
Precisamente, otra de las fuerzas que ha desechado enviar representación a la 'cumbre' de Palma ha sido En Comú Podem. La rama catalana de los morados intenta marcar un perfil propio. Ellos están concentrados en mantener a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a los mandos del segundo ayuntamiento de España. Una empresa para la que cuentan también con el máximo apoyo de Yolanda Díaz. Hasta el punto de que la regidora puede ser una de las pocas figuras que la ministra de Trabajo impulse con su liderazgo; algo que tampoco sienta muy bien en Unidas Podemos.
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