Las altas temperaturas, unidas a una profunda sequía, han provocado una tormenta perfecta: muchos rincones de España están siendo pasto de las llamas. Las comunidades más azotadas por este fenómeno son Extremadura, Andalucía, Castilla y León y Galicia. Más de 20.000 hectáreas calcinadas que están obligando a emplearse a fondo a los servicios de emergencia. El incendio en la Sierra de Mijas ya evoluciona de forma favorable, mientras que en Barcelona preocupa el avance del fuego en Pont de Vilomara.
Ya en febrero, el observatorio Copernicus determinó que en España había una alto riesgo de incendios debido a la escasez de lluvia en los primeros meses del año. "Una anomalía", como lo catalogaban entonces, que podría potenciarse en los meses de verano. Ahora, con el calor del verano, los temores de los expertos se han convertido en realidad.
El calor extremo es una causa principal de los incendios, pero también un lastre, ya que están complicando las tareas de extinción. En Extremadura lo han podido comprobar en sus propias carnes: el fuego de Las Hurdes se ha convertido en uno de los más dañinos que hay, con más de 6.000 hectáreas quemadas. En Casas de Miravete, con más de 3.000 hectáreas, el incendio es más pequeño y aunque preocupó su proximidad al parque natural de Monfragüe, "ya está prácticamente perimetrado".
Tampoco están ayudando los pirómanos. Desde la Junta de Extremadura señalan que el último incendio de la región, el de Jerte, ha sido "claramente provocado". Los motivos que esgrimen es que se trata de un fuego iniciado "a las once de la noche, con dos focos, cuando todos los medios estaban centrados en Las Hurdes y Casas de Miravete". Ahora la preocupación se centra en los 700 vecinos evacuados de sus casas, que en algunos casos ya llevan una semana fuera de sus hogares.
En Andalucía, el dispositivo del Infoca avanza para estabilizar el incendio que afecta desde el pasado viernes a la sierra malagueña de Mijas, Alhaurín el Grande y Alhaurín de la Torre. Sigue activo y presenta una evolución favorable, con casi el 90 por ciento del perímetro asegurado, según el Gobierno andaluz, que incide en la prudencia y precaución porque los efectivos afrontan las horas "más críticas" por la subida de las temperaturas, ya que se pueden dar reactivaciones, informa Efe.
Incendios en Albacete y Toledo
En Castilla-La Mancha se han declarado en la tarde del domingo dos incendios, uno en Tobarra (Albacete) y otro en Toledo, en la zona del barrio de Azucaica, que está en nivel 1 porque ha cortado una carretera y puede afectar a bienes no forestales.
Las llamas del incendio de Azucaica están a ambos lados de la carretera CM-4001, lo que ha obligado a cortar la vía al tráfico y se encuentran cerca de la barriada.
Temor en Barcelona
En Cataluña, el incendio del Pont de Vilomara (Barcelona) sigue avanzando y ha quemado casi 1.000 hectáreas, algunas casas y vehículos de la urbanización Rivera Park (previamente evacuada) y ha originado una gran humareda, lo que ha obligado a confinar a los vecinos de esta población y a evacuar a los de la urbanización Can Riera y a los del núcleo de Rocafort. Los servicios de emergencias han pedido a los vecinos que no salgan del municipio y se dirijan hacia el centro de los núcleos de población.
Los Bomberos de la Generalitat han advertido de que el incendio, iniciado poco después de la una de este mediodía en una de las zonas más secas de Cataluña, tiene un potencial de hasta 1.500 hectáreas.
En Galicia, el viento reaviva incendios
El conselleiro do Medio Rural de la Xunta, José González, ha afirmado este domingo que Galicia vive "un día para la esperanza" puesto que los incendios, que han quemado 4.430 hectáreas, ya están perimetrados y el trabajo se centra en que "no haya reproducciones". Si bien ha reconocido que "no están en fase de estabilización", sí están "cerca del control".
El incendio forestal en Riodolas, en Carballeda de Valdeorras continúa tras reactivarse por el fuerte viento, alcanza las 1.600 hectáreas quemadas y ha provocado desalojos de vecinos en la parroquia de Candedo (Carballeda) y en los núcleos de Alixo y Raxoá, en O Barco de Valdeorras.
Los vecinos de la parroquia de Candeda, en el municipio ourensano de Carballeda de Valdeorras, han tenido que ser desalojados por la proximidad del fuego a núcleos de población -que ya ha quemado algunas viviendas-, debido a que el incendio, que permanecía estabilizado, se volvió a reactivar a causa del viento.
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