Los ministros de Asuntos Exteriores de España y Argelia han asegurado este miércoles en Argel que no hay ningún desacuerdo entre ambos gobiernos por la delimitación de las fronteras marítimas en el Mediterráneo, sino que están "cien por cien de acuerdo" en que cuando hay un solapamiento se debe negociar, en palabras de la española, Arancha González Laya. "Los dos tienen derecho a fijar sus fronteras marítimas según las normas de la ONU y los dos estamos de acuerdo en que cuando haya un solapamiento de las zonas marítimas habrá que abrir una negociación para llegar a un acuerdo, estamos de acuerdo en que no hay lugar para la unilateralidad", ha recalcado la ministra.
Así, ha concluido que no hay "problema con la fijación de las fronteras marítimas" y ha afirmado incluso que "el acuerdo es tan fuerte" que ambos países pueden hacer "un paso a dos, tal es la sintonía". "No queremos ninguna isla, ni Cabrera, ni Ibiza, queremos trabajar en cooperación con nuestros vecinos españoles", ha dicho, por su parte, el argelino, Sabri Bukadum. Argelia, ha recalcado, es un "país pacífico" que no tiene ninguna intención de enemistarse con un "vecino y amigo".
González Laya ha explicado que, según el Derecho del Mar, todos los países costeros pueden declarar una zona económica exclusiva de 200 millas marítimas pero cuando se produce "solapamiento" con la de otro país ambos deben abrir una negociación. De momento esta no se ha producido, "porque no ha habido más que una expresión de la voluntad por parte de Argelia" de delimitar esa frontera marítima, "igual que hay una voluntad de España". La negociación se producirá "llegado el momento" y "cuando se considere necesario".
Los dos ministros han hecho hincapié en que las relaciones entre España y Argelia "gozan de muy buena salud en todos los ámbitos" y la española le ha comunicado a su colega que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desearía viajar a Argelia en abril. Los dos países también preparan su Reunión de Alto Nivel entre los dos gobiernos, pero la próxima reunión debe celebrarse en España.
González Laya ha expresado la intención del Gobierno español de apoyar al nuevo Ejecutivo de Argelia, "un país vecino y amigo pero también un socio estratégico". Solo el viaje de la ministra, la primera del nuevo Gobierno que viaja a este país, pretende ser "una señal fuerte" de los vínculos entre ambos --el viaje se ha producido tras dos intentos fallidos--.
España quiere pasar "a la siguiente velocidad" la relación energética --la mitad del gas que importa España procede de Argelia--, pero los dos ministros también han abordado otros asuntos como la estabilidad en Libia y en el Sahel, además de su cooperación "eficaz", en palabras de la ministra española, contra el terrorismo en relación con las migraciones.
Marruecos y las aguas del Sáhara Occidental
Preguntada por el Sáhara Occidental y el hecho de que Marruecos, en su propia ley de delimitación marítima, incluya las aguas de este territorio, González Laya ha recordado que, también en Marruecos, lo que se ha hecho es "un primer paso" de expresar "la voluntad de delimitar".
Así, ha señalado que España está de acuerdo con Marruecos, igual que lo está con Argelia, en que cuando haya solapamiento de aguas de dos países debe haber un acuerdo. Sin embargo, no se ha pronunciado específicamente sobre el impacto en el Sáhara Occidental, más allá de insistir en que la posición española es "defender la centralidad de la ONU" para resolver este conflicto.
González Laya ha reafirmado el apoyo a los esfuerzos del secretario general de la ONU para alcanzar una "solución política en el marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad" y, a preguntas de los periodistas, ha reconocido que para eso es "una pieza importante" el nombramiento de un nuevo enviado especial, un puesto que está vacante desde que el alemán Horst Köhler dimitió por motivos de salud en mayo de 2019.
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