Los ministros de Defensa de España y Estonia, Margarita Robles y Hanno Pevkur, han acordado este martes el envío de una batería antimisiles NASAMS desde nuestro país al báltico, con el objetivo de proteger el flanco este de la OTAN ante la creciente inestabilidad que se vive en la región, derivada de la invasión de Rusia sobre Ucrania. Este será el segundo sistema desplegado por España en la región, toda vez que cuenta con otra batería ya plenamente operativa en Letonia.
La decisión se ha acordado en un encuentro bilateral en los márgenes de la reunión de ministros de Defensa de la Alianza Atlántica que se celebra hoy en Bruselas. El despliegue arrancará en abril de 2023 y tendrá una duración de cuatro meses.
"Teniendo en cuenta la necesidad de llenar este vacío crítico en nuestras capacidades de defensa aérea de mediano alcance, estoy muy contento de que hayamos llegado a un acuerdo con España sobre el despliegue de su sistema de defensa aérea terrestre de mediano alcance NASAMS durante cuatro meses, a partir de abril", ha afirmado el ministro estonio, Hanno Pevkur, en declaraciones recogidas en un comunicado oficial del Ministerio de Defensa del país báltico.
El objetivo de la unidad NASAMS en Estonia será la defensa de la Base Aérea de Ämari, un objeto estratégico. La unidad está lista para el combate y se desplegará en Estonia bajo el mando del Comandante Supremo Aliado de la OTAN en Europa (SACEUR). Se ha desplegado una unidad similar en Letonia, los dos sistemas estarán vinculados y formarán parte de la defensa aérea y antimisiles del flanco oriental de la OTAN.
Propuesta de la OTAN
"Esta es una solución a corto plazo, sin embargo, ya estamos preparando una solución más sostenible. Con ese fin, con Letonia y Lituania, hicimos una propuesta en la OTAN para establecer un modelo de rotación de defensa aérea, similar a la misión Baltic Air Policing actualmente en vigor. Por lo tanto, es de esperar que las rotaciones posteriores en cooperación con los Aliados también sean posibles”, agrega el ministro Pevkur.
De este modo, España aumenta una vez más su presencia militar en el flanco este de Europa, como ha venido haciendo desde que estallase la guerra de Ucrania. Los despliegues atienden a las peticiones de la OTAN para reforzar una zona crítica.
Actualmente, el Ejército de Tierra cuenta con 600 efectivos en Letonia, donde ya hay una batería NASAMS y operan los carros de combate y los blindados españoles, los Leopard y los Pizarro. Además, el Ejército del Aire participa en misiones de policía aérea en Rumanía, aunque también lo hace de forma habitual en los países bálticos. Del mismo modo, la Armada cuenta con varios buques en el Mediterráneo y el Mar Negro, donde Rusia ha proyectado sus propios buques en el transcurso de la guerra con Ucrania.
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