Viento en popa a toda vela. Con estos versos de Espronceda se podría definir el rumbo de nuestro país hacia el dudoso honor de ocupar un puesto en el podio de los países que más tiempo han estado sin Gobierno. Hasta la fecha, España ha vivido en funciones un total de 314 días, desde el 25 de octubre de 2015, y conforme nuestros políticos mantienen un bloqueo que parece no tener fin, en el horizonte empiezan a vislumbrarse los países que ocupan la cima del ranking de 'desgobernabilidad'.
El próximo 2 de octubre, dentro de 29 días, España habrá igualado a Camboya en el tercer lugar de esta peculiar clasificación. El país indoasiático pasaría así en tan solo 13 años, desde que estuviera 343 días sin Gobierno, del primer puesto al cuarto. Y es que en este periodo de tiempo dos países ya le han superado y España se encuentra a la zaga.
Ni con terceras elecciones parece posible que España supere la cifra de los 500 días, pero hace tan solo unos meses, la de los 300 días también parecía lejana
Pero si nuestro país logra obtener esta ‘medalla de bronce’, aún tiene bien lejos superar a los dos siguientes ‘titanes’ de esto del no tener Gobierno: Moldavia y Bélgica. Ni con terceras elecciones parece posible que España supere la casi mágica cifra de los 500 días en funciones, pero hace tan solo unos meses, la cifra de los 300 días también parecía lejana.
En el segundo lugar del Top-3 se encuentra Moldavia, país que estuvo 528 días sin un primer ministro oficial, quedándose a tan solo 13 días de la cima: los 541 días que Bélgica estuvo sin Ejecutivo, hasta que Elio Di Rupo fue nombrado primer ministro el 7 de diciembre de 2011. Todo comenzó el 13 de junio de 2010, cuando el partido ganador de las elecciones, La Alianza Flamenca, no logró encontrar los apoyos para formar un Ejecutivo. Finalmente, un pacto de seis formaciones llevó a Di Rupo a la presidencia, rompiendo el Top 1 de los bloqueos institucionales.
¿Mejor sin Gobierno?
La economía de un país, su sistema productivo, ¿puede funcionar correctamente sin Gobierno? Todo parecería indicar que no, pero resulta que puede ser que sí. Las finanzas de Bélgica, campeona de la ingobernabilidad, evolucionaron mejor que la media europea durante aquellos funestos meses de ausencia de Ejecutivo. Es cierto que según pasaban los meses, y el año, los mercados fueron torciendo el gesto, agriando sus previsiones, pero lo cierto es que el PIB belga seguía su marcha triunfal y sus ciudadanos -más allá de charcarrillos y ocasionales protestas- estaban encantados.
Algo parecido, en lo económico, está pasando en España. Todo apuntaba al armagedon financiero si todo esto del Gobierno no se resolvía pronto. Pero los oscursos vaticinios -como en el caso de Bélgica- no se han cumplido. Los mercados, al menos de momento, respetan la situación, la economía crece, las agencias de rating están contentas y no amenazan con revisar la nota del Estado, etc. ¿Hasta cuando?
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