El 17 de junio de 1870 el entonces Gobierno del general Francisco Serrano aprobó una ley mediante la cual se creaban los registros civiles en España. Y a partir de ese momento las autoridades estaban obligadas a anotar en un libro y en un tomo los nacimientos y las muertes de los ciudadanos. Y pese a que han pasado 150 años, una parte importante de los más de 8.200 órganos registrales de todo el país siguen inscribiendo de la misma forma a los fallecidos: en libros, y sin estar conectados telemáticamente al Ministerio de Justicia.
La pandemia que asola estos días a España ha puesto al descubierto esta carencia, que no es otra que alrededor de 4.200 órganos registrales no gestionan las inscripciones con la aplicación informática denominada Inforeg, que centraliza los datos en el Ministerio de Justicia, según asegura este departamento del Gobierno a Vozpópuli. No obstante, los registros que sí están en línea alcanzan a la mayor parte de la población: el 92%.
De hecho, el Instituto de Salud Carlos III, que se encarga investigar el origen del fallecimiento de los españoles mediante el denominado Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), utiliza solo la información de mortalidad de 3.929 registros civiles informatizados del Ministerio de Justicia.
8.455 enfermos de Covid-19
Según el informe de 1 de abril del Instituto Carlos III, el exceso de mortalidad entre el 17 de abril y el 31 de abril, ambos días incluidos, es decir, la diferencia entre los fallecidos registrados esos días y la media de los años anteriores era de 6.754 personas. Sin embargo, en esas fechas fallecieron en toda España 8.455 enfermos de la Covid-19.
Por ello, en el Ministerio de Justicia destacan que los datos de los que disponen no son fiables, ya que son parciales, y que por eso no facilitan los mismos a los medios de comunicación. Además, en el departamento de Juan Carlos Campo son conscientes de que algunos registros civiles tienen un importante retraso. Como por ejemplo es el caso del de la ciudad de Madrid, que cuenta con solo dos funcionarios, y tiene alrededor de 2.000 fallecidos por inscribir.
En el Ministerio reconocen, por ello, que no disponen en tiempo real de las cifras del número de fallecidos totales en febrero y marzo. Fuentes del Ministerio consultadas por Vozpópuli sostienen que el único dato fiable será el que publique el Instituto Nacional de Estadística (INE) el próximo año, porque todos los registros civiles tienen la obligación de mandarle un boletín de defunción.
Fuentes del Ministerio sostienen que el único dato fiable será el que publique el Instituto Nacional de Estadística (INE) el próximo año
Por eso, en estos momentos el Gobierno no dispone de los datos totales de fallecidos en febrero y marzo, meses en los que ya se han detectado en importantes incrementos del número de decesos, que no solo se explican por la incidencia de la pandemia.
Un informe del Instituto de Salud Carlos III ahonda en este desfase de cifras y pone de manifiesto el aumento de los fallecimientos en Andalucía, Aragón, Asturias, Islas Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco. Sin embargo, estas cifras son inferiores a las de los fallecidos por coronavirus.
Otros desfases conocidos en el recuento de decesos se han obtenido tras hacer la prensa consultas de forma directa en los Registros Civiles, en las funerarias y en los Tribunales Superior de Justicia de cada Comunidad. Por ejemplo, este periódico ha informado de que en la provincia castellanoleonesa de Soria el número total de fallecidos se ha disparado en relación al mismo periodo de 2019. En este caso sí supera con creces a los fallecidos por la Covid-19.
270 fallecidos en Soria
En marzo se registraron 270 fallecimientos en esta provincia cuando en el mismo mes de 2019 sólo hubo 83 y la media de los últimos diez años es de 90, según datos de las funerarias a los que ha tenido acceso Vozpópuli. Sin embargo, las cifras oficiales sobre el impacto del coronavirus no justifican esa subida, ya que la Junta de Castilla y León sólo lleva contabilizados 44 fallecimientos por Covid-19 en esta provincia desde que empezó la pandemia.
Algo parecido ha pasado en Castilla-La Mancha. Los datos reflejados por Diario Sanitario muestran que en las capitales de provincia los aumentos superan en ocasiones el 300% con respecto a 2019. Solo en la capital de Albacete el Registro Civil expidió, del 1 al 25 de marzo, 318 licencias de enterramiento, cuando en 2019 los fallecidos habían sido 101.
Sin embargo, la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha da la cifra, a 28 de marzo, de 101 muertos por Covid-19 en toda la provincia, lo que supone un aumento total de más de 100 fallecidos.
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