España es el país de la Europa occidental en el que los partidos políticos dependen más de los fondos públicos. En concreto, el 88% de sus ingresos proceden del Estado en los diferentes niveles, ya sea nacional o local, según los datos aportados al Congreso por Bárbara Jouan, una jurista miembro de la Comisión Nacional francesa que controla las cuentas de los partidos del país vecino.
Jouan compareció esta semana ante la Comisión Anticorrupción del Congreso, donde también acudieron el jefe del Departamento de Democratización de la Oficina para las instituciones democráticas de Derechos Humanos de la OSCE, Marcin Walecki, y su colega Jacopo Leone, responsable de la Oficina para la Gobernanza Democrática y la Igualdad de Género del mismo organismo.
Walecki también llamó la atención ante los diputados por el "desequilibrio" entre la financiación público-privada de los partidos, señaló que la excesiva dependencia de los fondos públicos en ocasiones lleva a la quiebra a formaciones que pierden las elecciones y apostó por buscar fórmulas para incentivar los ingresos particulares. Pese al, a su juicio, exceso peso de la financiación pública, Walecki dejó claro que España está "muy por debajo" de países como Japón, Israel o Austria, por lo que respecta al "coste de la democracia" por persona, aunque no ofreció cifras concretas en este sentido.
Respecto al control de las cuentas de los partidos políticos, Jouan destacó que sólo en el 8% de los países el organismo encargado de fiscalizar las cuentas de los partidos es un tribunal, como ocurre en España. "Para poder realizar un control efectivo el organismo de supervisión necesita un marco legislativo sólido, con conceptos claros, necesita ser independiente y disponer de un marco operativo, al tiempo que también debe existir una voluntad política para garantizar que el organismo de supervisión es independiente, imparcial y justo", defendió la representante del organismo galo.
En este contexto, admitió que al ser elegido por el Parlamento podría considerarse que el Tribunal de Cuentas está "politizado" y, aunque defendió su profesionalidad, insistió en su apariencia de posible parcialidad a la hora de analizar las cuentas de los partidos que eligieron a sus miembros. También Walecki abogó por la plena independencia del Tribunal en términos de designación, financiación y procedimientos, remarcó que no puede recibir injerencias en su labor y que debe contar con un "liderazgo" claro.
"El Tribunal de Cuentas tiene que ser respetado por los partidos políticos. Tiene que haber una tensión sana, que no sea una contienda. Hay que respetar su labor y reconocer que tienen instrumentos para poder investigar aquellas vulneraciones que se hayan producido", resumió. Además, planteó la necesidad de que el Tribunal de Cuentas pueda contar con un catálogo de sanciones ajustadas y proporcionadas en relación con la vulneración que se quiera castigar. Según su experiencia en varios países "lo que funciona de verdad" son las sanciones administrativas rápidas ante "vulneraciones menores" que constituyen el 80% de las que detecta el Tribunal.
Francia renunció a regular el 'crowdfunding'
"No hace falta dos años para sancionar a un partido político por una vulneración menor, tiene que haber un mecanismo que pueda separar las pequeñas violaciones de los casos de mayor gravedad de corrupción", explicó Walecki. La necesidad de asimilar la normativa sobre financiación de partidos a la de las fundaciones en la que inciden todos los expertos que desfilan por la Comisión Anticorrupción también salió a relucir en las comparecencias internacionales con llamadas a poner medidas para evitar que esas entidades se usen para financiar a los partidos por la puerta de atrás incurriendo en irregularidades.
Y también se les preguntó sobre el 'crowdfunding', una práctica que Francia ha intentado regular dos veces pero en ambas se desechó, porque, según explicó Jouan, legalmente no puede existir un intermediario entre el donante y el partido porque eso contraviene el principio de "unicidad de cuenta bancaria" en la que deben depositarse todas las aportaciones.
Subvencionar las primarias
Respecto a las financiación de las elecciones primarias, la jurista francesa detalló que, aunque no se financian desde el Estado directamente, si se hace indirectamente puesto que los candidatos deben incluir en sus cuentas de campaña el coste de la organización de las primarias para las presidenciales y se le reembolsarán parte de sus gastos.
También apuntó que, para "disminuir la enorme cantidad de dinero que se ofrece a candidatos y partidos todos los años", España podría adoptar el sistema alemán o el que se aplica en Nueva York, según el cual por cada 250 dólares que obtiene un candidato, el ayuntamiento le concede 50 dólares para compensar los esfuerzos realizados para obtener financiación.
Por otra parte, Walecki denunció la "falta de igualdad de género" en la política España. "En muchos países europeos vemos todavía un problema grande cuando se trata de participación política de las mujeres y España es un buen ejemplo al respecto", comentó el representante de la OSCE, quien recomendó que se tomen medidas como las que se aplican hasta en 16 democracias como Francia, Finlandia, Irlanda o Islandia.
En estos países se ha empezado a vincular el nivel de financiación pública al número de mujeres que participan en la política. "Ahora si los partidos políticos quieren recibir financiación pública, tienen que hacerlo mejor por lo que respecta a la igualdad de género en los partidos", añadió.
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