España obtiene una nota de 6,3 en el índice de percepción de la corrupción que le sitúa en el puesto 30 de una lista de 183 países, según el trabajo de Transparency International. El estudio refleja que el mapa mundial de la corrupción es "muy negro" y son necesarias medidas urgentes internacionales para atajar este problema, que según han advertido los miembros de la organización, está muy ligado al desarrollo económico.
El informe presentado este jueves analiza a través de diferentes parámetros y mediante encuestas públicas el índice de percepción de la corrupción en cada país y revela que más de dos tercios de los analizados obtuvieron una puntuación inferior a cinco, lo que demuestra que "el mundo sigue igual de mal" que en anteriores estudios.
Nueva Zelanda obtuvo la primera posición, seguida por Finlandia y Dinamarca. En el último lugar se ubican Somalia y Corea del Norte, que participa por primera vez en el índice. Además, el estudio sitúa a la mayoría de los países parte de la denominada primavera árabe en la mitad inferior de la tabla, con una puntuación por debajo de cuatro.
Lugra "mediocre" de España
Por su parte, España se sitúa en el puesto 30 con una nota de 6,3 puntos, similar a la de anteriores estudios y que la colocan en un lugar "mediocre", según el catedrático de la Universidad Autónoma Jesús Lizcano. A su juicio, el país debe poner en marcha urgentemente cauces para mejorar esta situación.
Para Antonio Garrigues, patrono vitalicio de la Fundación Ortega y Gasset-Marañón, Mariano Rajoy tiene ahora la oportunidad de reformar la situación gracias a la legitimidad que le ha dado su victoria en las urnas, que le sitúan en clara diferencia con los presidentes "impuestos" de Italia o Grecia.
Garrigues ha insistido de esta forma en animar a Rajoy a combatir la corrupción porque "es posible" y sólo es necesaria voluntad política y social. Para los encargados del informe, el primer paso debe ser la redacción de la ley de transparencia que garantice el acceso de los ciudadanos a la información pública.
"La transparencia per se no elimina la corrupción, pero cuanta más transparencia, la lucha contra la corrupción es más fácil", ha sostenido a la vez que ha asegurado que, además, la corrupción está estrechamente ligada con la situación económica.
Corrupción y crisis
Este mensaje lo ha apoyado el director general de la Fundación Ortega y Gasset-Marañón, Jesús Sánchez Lambás, que ha avisado de que "una parte importante" de la crisis de la deuda tiene su causa en la corrupción.
En este contexto, los autores del informe han asegurado que, durante los años que lleva elaborándose, no se han apreciado diferencias motivadas por el color político del Gobierno y han recordado que tanto socialistas como 'populares' manifestaron su deseo en la pasada legislatura de redactar una ley de transparencia.
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