La Cumbre de la OTAN ha concluido con una idea unánime entre las delegaciones: es necesario incrementar el presupuesto de Defensa para hacer frente a las amenazas, incluidas aquellas que ya se consideraban superadas, como el estallido de una guerra en Europa. Un camino que también recorrerá España, a pesar de las discrepancias internas que despierta en el Gobierno cualquier asunto relacionado con los fondos militares. En concreto, se prevé que las partidas destinadas al sector se dupliquen en los próximos años hasta alcanzar el 2% del PIB.
Según fuentes de Defensa consultadas por Vozpópuli, el listón del 2% -que ya fijó la OTAN en reuniones anteriores- se alcanzará entre los años 2028 y 2030. Un esfuerzo que supondrá duplicar la partida, ya que la actual inversión ronda el 1%. Y eso que en los últimos ejercicios ya se ha aumentado la partida para afrontar algunos proyectos de renovación armamentística ambiciosos, desde fragatas y submarinos hasta los nuevos vehículos blindados del Ejército de Tierra, pasando por aeronaves del Ejército del Aire en sustitución de aparatos al límite de la obsolescencia.
El estallido de la guerra de Ucrania y la confirmación de Rusia como gran amenaza ha potenciado el aumento de los presupuestos de Defensa en España, en consonancia con las decisiones adoptadas por otros países aliados. De hecho, este ha sido uno de los puntos que se han abordado en la reunión celebrada este miércoles, con motivo de la Cumbre de Madrid.
Según fuentes presentes en la reunión, otras delegaciones han apuntado a cifras aún más ambiciosas, hasta alcanzar el 2,5 o el 3% de su PIB durante la próxima década. La OTAN también ha hecho un llamamiento a aumentar los fondos comunes para sostener sus estructuras internas, que habían permanecido invariables desde hace 25 años.
Fricción en el Gobierno
El aumento de los presupuestos de Defensa es uno de los motivos que generan mayor fricción en el Gobierno de coalición español. Los ministros de Unidas Podemos sostienen que "no es el momento" de "invertir en armas", sino en políticas sociales, y critican cualquier intento del Ejecutivo de incrementar la partida.
La confrontación es aún mayor cuando se habla de recursos destinados a la OTAN. La formación morada ha culpado en varias ocasiones a la Alianza Atlántica de ser la responsable de la guerra de Ucrania, por lo que el choque con motivo de los presupuestos de Defensa en el contexto de la Cumbre de Madrid supondrá un nuevo enfrentamiento en el Ejecutivo de coalición.
Pero no será el único. En estos días, España ha suscrito una serie de acuerdos que, obligatoriamente, tendrán que ponerse en la mesa del Ejecutivo. Uno de ellos es la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN, objetivo que se alcanzó tras levantarse el veto de Turquía. El Consejo de Ministros y el Congreso tendrán que dar luz verde a la postura adoptada del Gobierno, al suponer una modificación de un tratado internacional del que forma parte España.
También ha generado debate el envío de otros dos destructores de Estados Unidos a la base naval de Rota, que se unirán a los cuatro actualmente desplegados. El Consejo de Ministros y el Congreso de los Diputados deberán aprobar su incorporación. Ante la más que previsible negativa de Unidas Podemos, el Partido Popular y Vox ya han garantizado su voto a favor, por lo que no habría ningún problema para que España reciba a los buques norteamericanos, que en ningún caso se espera para antes de fin de año.
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