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España repliega parte de sus tropas en Mali en plena irrupción de mercenarios de Putin

Los helicópteros del Ejército de Tierra regresan a España tras poco más de un año sobre el terreno. Otros países aliados ya han anunciado su retirada definitiva 

El Ministerio de Defensa ha comenzado a replegar parte de su contingente militar en Mali, tras dar luz verde al retorno de la unidad de helicópteros NH90 del Ejército de Tierra que hasta la fecha cumplían misiones de transporte en el país africano. Otras naciones aliadas, como Francia, ya han anunciado su retirada definitiva sobre el terreno, después de la irrupción de mercenarios rusos de la compañía Wagner, vinculado por la comunidad internacional al Gobierno de Vladimir Putin.

La irrupción de las tropas mercenarias del grupo Wagner, vinculado por la comunidad internacional al gobierno de Rusia encabezado por Vladímir Putin ha erosionado la relación entre Bruselas y Mali, poniendo en entredicho el futuro de la misión de la Unión Europea en la región, en la que participa España. El Ministerio de Defensa, dirigido por Margarita Robles, ha comenzado a replegar los helicópteros NH90 del Ejército de Tierra, que hasta ahora cumplían con tareas de transporte en el país africano. Las fuerzas españolas tienen como objetivo adiestrar y asesorar al Ejército maliense en su lucha contra la inestabilidad que sacuden la región por culpa de grupos vinculados al terrorismo yihadista, como AQMI y JNIM.

La inestabilidad en la que está inmerso Mali, marcada por las continuas asonadas militares y la reciente irrupción de los mercenarios de Wagner, entorpece la misión que la Unión Europea tiene desplegada en el país. Los expertos coinciden que la continuidad de dicha misión está en entredicho y que la retirada completa del terreno es inminente. Otras naciones aliadas, como Francia, ya han anunciado su retirada definitiva de sus fuerzas en Mali.

Desde Bruselas se analiza con inquietud la creciente influencia de Moscú en la región. Hace pocos días, el alto representantes de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, aseguraba que el Viejo Continente es el "socio más fiable" de África frente a Rusia, cuya guerra con Ucrania está perjudicando al continente y al resto del mundo.

Los helicópteros que España retira ahora desde Mali llevaban poco más de un año desempeñándose en esta zona de operaciones. Las misiones que realizaban estos aparatos habían perdido sentido en los últimos meses, tras la cancelación de los ejercicios de adiestramiento a tropas malienses en diversos puntos del país. Los militares españoles se limitan a operar únicamente en la base de Koulikoro y en la capital, Bamako.

La posición de España siempre ha sido que la decisión sobre el futuro del despliegue europeo en Mali deberá hacerse en común acuerdo con sus aliados europeos.

Protesta de España

El despliegue de mercenarios rusos ya había provocado la queja de España y otros 15 países a finales del año pasado. Estos países consideraban que la presencia de los mercenarios solo podía llevar a un "agravamiento de la situación de los derechos humanos" en la región, y apuntaba directamente a Moscú por prestar apoyo a los contratistas: "Pedimos a Rusia que vuelva a adoptar un comportamiento responsable".

La situación que atraviesa Mali dista mucho de la estabilidad pretendida por la comunidad internacional y por el gobierno oficial del país. La región se sume en un cóctel de amenazas, entre las que destaca la constante presencia de organizaciones terroristas de corte yihadista, los levantamientos tuaregs en la zona norte y la lucha constante de líderes criminales -dedicados al tráfico de estupefacientes o seres humanos- que arrastran a la población a una guerra sin fin. Amenazas que no son compartimentos estancos, sino que muchas veces se retroalimentan entre sí y cuentan con vasos comunicantes.

La Unión Europea, a petición del Gobierno maliense, mantiene un despliegue militar conocido con el nombre de EUTM Mali, para el asesoramiento e instrucción de las fuerzas locales en su lucha contra estas inestabilidades. España participa con un contingente de varios centenares de efectivos. Pese a no ser una misión de confrontación directa, los militares españoles sí que han tenido que enfrentarse en varias ocasiones a las embestidas de los terroristas.

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