Nuria, una madrileña de 50 años, aguarda con su marido y sus dos hijas en un hotel de Marrakech pendientes de encontrar plazas libres en algún avión de vuelta a España, después de haber pasado la noche a la intemperie como consecuencia del terremoto de magnitud 7 de esta pasada noche, que ha dejado al menos 820 muertos.
"Estamos bien, a salvo y agradecidos porque en medio de esta tragedia a nosotros no nos ha pasado nada", explica a EFE esta madrileña, que llegó a Marrakech (Marruecos) la noche del jueves junto con un grupo de 15 españoles.
Esta pasada noche, poco después de las 23:00 horas, el suelo empezó a temblar. "Estábamos en la terraza del hotel y salimos todos corriendo a la calle", recuerda Nuria, que explica que el sismo duró unos 13 segundos y que no ha habido réplicas posteriores, aunque por precaución pasado gran parte de la noche en la calle.
Han estado a la intemperie hasta las 4 de la madrugada, cuando les han dejado volver a las habitaciones. "El hotel está en un barrio popular, a 1,7 kilómetros del zoco, y los vecinos son gente muy humilde que, a pesar de lo poco que tienen, han compartido con nosotros sus mantas para que pudiéramos dormir algo", comenta agradecida.
Por la mañana se han puesto en contacto con el consulado español, que les ha informado de que no les iban a repatriar en ningún vuelo, puesto que las plazas disponibles las van a destinar a los españoles que se encuentran en zonas más afectadas.
"Estamos mirando a ver si hay huecos en algún vuelo, pero nada, seguramente tendremos que esperar al martes, que es cuando teníamos prevista la vuelta a España", señala.
Este grupo de turistas españoles permanece en el hotel, aunque pueden salir a la calle. "Nos han pedido que no nos acerquemos a la zona del zoco y la medina, que debe estar destrozada", y por no entorpecer los trabajos de rescate.
En el hotel hay agua y electricidad, con lo que esta madrileña está tranquila. "Estamos bien, no nos ha ocurrido nada, así que tendremos paciencia y volveremos a España cuando se pueda".
Marruecos ha sufrido esta noche un terremoto de magnitud 7 -con epicentro en la localidad de Ighil, situada unos 80 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech- que ha dejado al menos 820 muertos y 672 heridos, entre ellos 250 de carácter grave.
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