Federico Trillo, embajador español en Londres, no tenía invitación para asistir a los magnos funerales en memoria de Margaret Thatcher celebrados el miércoles en la catedral de San Pablo. No fue fruto de un desaire del Foregn Office, siempre tan exquisito. Sencillamente, Trillo hubo de ceder su tarjeta de acceso al templo al ministro español de Exteriores porque, a causa de un despiste burocrático, García Margallo se había quedado sin ella.
Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid rescató al embajador Trillo de tan mal trago ofeciéndole el papel de acompañante en la ceremonia, ya que la expresidenta madrileña se había trasladado en solitario hasta la capital británica en respuesta a una invitación a las exequias en su condición de Dame Commander del Imperio Británico.
Federico Trillo se acogió, pues, al amparo de tan ilustre dama y acudió al tempo del brazo de Esperanza Aguirre, una de las escasas presencias españolas en una ceremonia que congregó a más de 1.300 invitados. A lo largo de la histórica jornada, Aguirre se mostró muy activa en su cuenta de Twitter mediante numerosos mensajes en los que glosaba la figura y la obra de su admirada señora Thatcher. Por la tarde, la presidenta del PP madrileño tuvo también tiempo de participar en el programa de Onda Cero que conduce Julia Otero. Trillo, así, salió del mal trance, España estuvo perfectamente representada en los actos y aquí no ha pasado nada.
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