Nuevo giro en el 'caso Pegasus'. Después de que la exdirectora del CNI, Paz Esteban, destituida ayer, ratificase que un total de 18 independentistas habían sido espiados con el aval judicial del Supremo -la Inteligencia debía concretar el motivo de la petición judicial y la solicitud se enmarcó en prevenir cualquier riesgo contra la integridad territorial del Estado- hoy se conoce que CNI notificó a Defensa y a Moncloa a finales de 2019 que el Alto Tribunal español le había dado el permiso para espiar al presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, por su posible "coordinación" de bandas radicales independentistas. Una información de la que el 'president' se ha jactado y ha reiterado que se desclasifiquen documentos por haber dañado a su honorabilidad.
Tal y como ha avanzado El Mundo, la presunta implicación del líder de ERC en las acciones y organización de los CDR (Comités de Defensa de la República), cuya actividad se intensificó con la sentencia del 'procés', es la razón por la que el Gobierno tuvo vigilado el dispositivo de Aragonés. En aquel momento, en octubre de 2019, las calles de Barcelona fueron tomadas por las bandas independentistas, que llevaron a cabo actos de vandalismo como incendios en las calles y cortes de autopistas en Cataluña.
Aragonés era en esas fechas vicepresidente de la Generalitat y recién nombrado Coordinador nacional de ERC. Y la Inteligencia española vio suficientes indicios como para temer que pudiera manejar los hilos de los movimientos más radicales y la plataforma Tsunami Democràtic. Así lo recoge la resolución del juez de la tercera sala del Supremo que autorizó el espionaje, Pablo Lucas, y su copia fue remitida a los grupos independentistas que participaron en la Comisión de Secretos con la exdirectora del CNI. De esta forma, el Gobierno debía tener conocimiento previo de que esos avales existían, ya que el CNI tuvo al Gobierno al tanto de la operación y de la justificación del control de las terminales móviles. Es la forma de proceder de la Inteligencia española al contar con un permiso judicial de este calibre y es como siempre se ha hecho.
Sobre si Aragonès alentó y organizó a los independentistas radicales a perpetrar disturbios públicos tras el fallo del 'procés', es algo que ERC niega y ve inviable. Sin embargo, si es cierto que el presidente del Govern apoyó las protestas de Tsunami Democràtic como también lo hicieron otras plataformas como ANC o Ómnium, cuyos líderes, los 'jordis' habían estado en la cárcel como otros dirigentes que fueron actores directos en la declaración unilateral de independencia de 2017.
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