ETA no tiene intención de disolverse, según un documento de su comité ejecutivo del mes de diciembre requisado el pasado marzo a un preso de la banda encarcelado en Francia, dijo este viernes un oficial de la policía antiterrorista francesa.
"ETA no tiene intención de disolverse, como lo muestra el documento del "zuba" (comité ejecutivo o máximo órgano de dirección) de diciembre", explicó el comandante de la Subdirección Antiterrorista francesa (SDAT) Laurent Hury ante el Tribunal de lo Criminal de París que juzga a los etarras Ainhoa Ozaeta, Igor Suberviola y Jon Salaberría.
Hury señaló que, a la vista de ese documento -encontrado en soporte informático en la celda de un miembro de la organización terrorista al que no identificó-, "ETA sigue disponiendo de un comité ejecutivo que está plenamente operativo".
También insistió en que la banda conserva "un arsenal con un poder letal importante" y para ilustrarlo señaló que no se han recuperado 252 de las 404 pistolas que robó en octubre de 2006 en Vauvert (este de Francia), ni 500 kilos de explosivos de los 1.300 que había sustraído en 2005, ni un millar de las 3.000 placas de matrículas de vehículos de otro robo en 2005.
Diáspora por Europa
En cuanto al número de etarras en libertad, el comandante de la SDAT indicó que "no son muy numerosos" -el fiscal, Jean-François Ricard precisó que hay menos de un centenar-, y apuntó a que se ha producido "una cierta diáspora" por Europa, es decir, que algunos se han ido de Francia para refugiarse en otros países, y citó en concreto Alemania e Italia.
Interrogado por el alto el fuego declarado por ETA en octubre de 2011, dos años después de los últimos atentados cometidos en España, Hury lo atribuyó a "la constatación del fracaso militar" por la organización tras "el debilitamiento" que había sufrido por las sucesivas operaciones policiales.
"La acción que tuvimos (las fuerzas del orden) fue determinante" en esos pronunciamientos sobre el abandono de la lucha armada, señaló antes de preguntarse por qué en octubre de 2012 -después de ese proceso-, etarras detenidos en Macon continuaban desplazándose por Francia con diferentes elementos que sirven para configurar artefactos explosivos.
El oficial antiterrorista calificó de "simulacro de restitución de armas" el vídeo grabado en enero pasado en el que aparecían miembros de la llamada comisión internacional de verificación con etarras que escenificaban una inutilización de varias armas.
"Ningún elemento indica dónde se encuentra ese mini-arsenal", que, en cualquier caso representa "una ínfima parte" de lo que tiene ETA, comentó.
Agentes antiterroristas franceses interrogaron más tarde en Bayona, a instancias de un magistrado antiterrorista, a los miembros de la comisión de verificación que aparecen en el vídeo porque algunos elementos "apuntan al territorio francés".
"Hacemos una renuncia a la forma de lucha armada utilizada en el pasado", señaló antes de insistir en que de cara al futuro utilizarán "únicamente las vías pacíficas y democráticas".
Los tres etarras que se sientan en el banquillo -Ozaeta y Suberviola están inculpados como dirigentes de la banda y miembros de su comité ejecutivo cuando fueron arrestados en Burdeos en mayo de 2008- replicaron a la intervención de Hury, que a su juicio se hizo "con una clara intencionalidad política: negar (que se ha producido) un cambio político en el País Vasco".
Suberviola, en una declaración que suscribieron los otros dos, insistió en español en que "hoy no existe actividad armada ninguna (de ETA) y no va a existir nunca jamás, ni en Francia ni en España (...) ni en ninguna otra parte del mundo".
El presunto exdirigente también hizo hincapié en que con sus últimos comunicados se ha expresado "el compromiso de ETA de desarmarse, que lo va a llevar hasta el final, pero en ningún momento habló de disolución. A título de su "posición personal" en nombre de los tres, Suberviola dijo querer "hacer un reconocimiento sincero de todo el sufrimiento, de todo el dolor" causado por la banda en las "décadas de conflicto armado" en las que fue "parte".
Interrogados por la presidenta del tribunal, Jacqueline Audax, sobre si mantendrán ese compromiso aunque ETA decida retomar las armas, Suberviola y Salaberría replicaron que "no hay ninguna posibilidad de marcha atrás".
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