El 7 de junio de 1968, un guardia civil de 25 años nacido en Malpica (A Coruña), José Pardines Arcay, se esforzaba por regular el tráfico a la entrada de Villabona (Guipúzcoa), afectado por unas obras. Aquel día, cinco disparos lo convirtieron en la primera víctima mortal de ETA, una organización que había nacido nueve años antes. Hoy, 47 años, tres meses y 15 días después, el Instituto armado ha dado por finalizada una operación bautizada con su apellido y que ha permitido descabezar en Francia la exigua cúpula de la banda armada con la detención de David Pla Martín e Iratxe Sorzábal Díaz, 'Ezpela', considerados por los expertos antiterroristas como los últimos cabecillas de la banda en activo. Los arrestos han sido realizados por agentes de la Direction Générale de la Sécurité Intérieure (DGSI) gracias, precisamente, a la información aportada por los compañeros de aquel primer agente asesinado hace casi medio siglo.
David Pla e Iratxe Sorzábal fueron detenidos en una vivienda del sur de Francia cercana a la frontera con España donde iban a mantener una reunión
La caída de Pla e Iratxe se ha producido en el sur de Francia. En concreto, en una vivienda unifamiliar llamada Agorerreka, en la localidad de Saint-Étienne-de-Baïgorry, del departamento de los Pirineos Atánticos, a sólo 10 kilómetros de la frontera con España. Desde hace días, el lugar era vigilado por agentes del Instiotuto armado y sus colegas francesas tras recibir información de que en la misma se iba a celebrar una reunión de la cúpula de la banda. Confirmada la presencia de ellos en el interior, esta mañana se procedió a su detención. Junto a ellos también fueron arrestados el propietario de la casa, Pantxo Florez, y una cuarta persona, cuya identidad aún no ha transcendido. En un primer momento se especuló que podía tratarse del 'histórico' José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, 'Josu Ternera o su hijo Egoitz', pero fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por Vozpópuli han desmentido este extremo. [A media tarde de este martes se le identificaba finalmente como Ramón Sagarzazu Gaztelumendi, 'Ramontxo', uno de los etarras que trabajó en los preparativos de los contactos con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero].
Con estos arrestos, la Guardia Civil da por totalmente desmantelada la cúpula de la organización, ya que Pal y Sorzabal eran considerados los máximos responsables del aparato político de la organización, el único que aún permanecía en activo. Además, las fuentes consultadas consideran que de la media docena de miembros de la banda que aún permanecen ocultos en el sur de Francia ninguno tiene "ni el peso y ni la experiencia" para reemplazarlos en dicho papel. Por ello, la decisión de bautizar la operación con el nombre de la primera víctima mortal de ETA, ya que los investigadores consideran este golpe como el cierre definitivo a la actividad de banda, según destacan fuentes del Instituto armado. El propio Ministerio del Interior aseguraba en una nota de prensa que la 'Operación Pardines' supone "la eliminación de la estructura de dirección encargada de gestionar el arsenal armamentístico y explosivo de que aún dispone la organización terrorista". El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha llegado a calificar desde Bruselas, donde asiste a una reunión, que es el "acta de defunción" de la organización terrorista.
Armas por presos
La buscada de Pla y Sorzabal en Francia era una prioridad policial desde que en febrero de 2013 ambos fueran expulsados por el Gobierno noruego de su territorio y se supo que habían decidido recalar en el país vecino. Oslo, que los acogió en el verano de 2012, les había dado cobertura hasta aquel momento con la promesa de que iban a intentar poner punto final a la organización terrorista con un diálogo que retomara los contactos con Madrid rotos tras el atentado de la T-4 de Madrid. Pretendían negociar el regreso de los huidos y el acercamiento al País Vasco de los presos etarras a cambio de la entrega de las armas. Sin embargo, su rotunda negativa a la disolución de la banda como paso previo al inicio del diálogo, condición puesta por Madrid, llevó a las autoridades del país escandinavo a poner fin a su labor y expulsar de su territorio a los dos cabecillas, junto a los que se encontraba también 'Josu Ternera'.
Ambos fueron expulsados en 2013 de Noruega después de que se negaran a anunciar la disolución de la banda como paso previo a iniciar conversaciones con Madrid
Los dos detenidos hoy, junto a Izaskun Lesaka, detenida en octubre de 2012, fueron los encapuchado que el 20 de octubre de 2011 leyeron el comunicado que echaba el cierre a más de 40 años de atentados de la banda terrorista con el anuncio del cese definitivo de la violencia. Pla fue, de hecho, el que leyó aquel mensaje en castellano. Pese a ello, los expertos antiterroristas han situado siempre a Sorzábal en la línea más dura de la banda, la más reacia a abandonar la lucha armada. De hecho, es considerada la compañera sentimental del exjefe de los comandos de ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, detenido el 20 de mayo de 2010 y considerado el abanderado de éste.
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