El ministerio del Interior teme una reacción muy violenta por parte de la organización terrorista ETA en el caso de que se produzca la muerte de Javier López Peña, Thierry, encarcelado en Francia desde su detención en 2008 cuando estaba considerado el jefe del aparato militar etarra. Fuentes de la lucha antiterrorista también dan por hecho que las fuerzas políticas del entorno etarra, en especial Sortu y Bildu, que ocupan ahora el poder en Guipúzcoa, San Sebastián y decenas de ayuntamientos del País Vasco, endurezcan su estrategia con el gobierno de Mariano Rajoy.
Thierry ha sufrido un derrame cerebral y su estado es crítico. En círculos de las fuerzas de seguridad españolas dan por hecho que su desaparición sea inminente. En los últimos tiempos había sufrido problemas cardiovasculares y tuvo que ser sometido a una operación de alto riesgo a mediados de mes.
"Que nunca se os muera un etarra en la cárcel", fue el consejo que recibió el equipo actual de Interior por parte del gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. Y el PSOE bien conocía a la banda, con la que negoció durante años y que finalmente dinamitó toda posibilidad de acuerdos con el atentado criminal en la T4. Quizás este mensaje influyó en el ánimo de Fernández Díaz a la hora de movilizar políticamente la libertad condicional del asesino Josu Uribetxebarria Bolinaga, carcelero de Ortega Lara, quien desde hace meses se pasea tranquilamente por Mondragón muy repuesto a parecer de sus problemas de salud.
Etapa de intensas turbulencias
Bolinaga fue puesto en libertad aquejado de un cáncer de pulmón y se encontraba supuestamente en fase terminal. Los mensajes emanados desde Interior sobre la pérdida de peso del terrorista, su aspecto demacrado y sus dificultades para caminar quedaron en evidencia ante la aparición de Bolinaga paseándose en actitud chulesca por su pueblo, en compañía de un grupo de amigotes y de bar en bar tomando chiquitos. Este etarra está siendo sometido a un tratamiento médico especial con resultados muy positivos tal y como en su momento publicó este periódico.
La posible muerte en la cárcel de Thierry, uno de los etarras más caracterizados de la denominada "línea dura" etarra, defensor e impulsor del atentado de la T4, puede suponer la apertura una etapa de intensas turbulencias para el Gobierno del PP en el frente vasco, según trasladaron ayer fuentes de la lucha antiterrorista. Precisamente el próximo día 2 de abril arranca en Francia el juicio por el asesinato de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero en la localidad de Capbreton, ocurrido el 1 de diciembre de 2007. Este podría ser el detonante para que las fuerzas filoetarras arranquen la campaña de movilizaciones contra los Gobiernos francés y español.
Hace unos días la organización terrorista había emitido su séptimo comunicado tras el denominado "cese de la violencia" en el que amenazaba a Francia y a España sobre las "consecuencias negativas" que acarreará el cierre de la negociación abierto en Oslo, al que Madrid y París han permanecido totalmente ajenos. No se hablaba de vuelta a las operaciones terroristas pero el mensaje dejaba nuevamente un poso de amenaza.
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