ETA ha hecho público que sus militantes votan desde hace tres meses un documento en el que la organización terrorista apuesta por disolverse e integrarse dentro de la izquierda abertzale para dejar la anterior fase definitivamente atrás. El documento, que según los extractos avanzados por Gara se olvida de las víctimas o los crímenes por esclarecer, contiene expresiones en la que la banda evidencia su derrota: «los objetivos que han guiado a ETA no se han logrado aún”.
“La situación más beneficiosa para nosotros, así como para los sectores populares y la clase trabajadora vasca, no es otra que dejar la anterior fase definitivamente atrás y abrir totalmente la nueva”, dice el texto que está siendo sometido a escrutinio entre sus integrantes, la gran mayoría en las prisiones, huidos o en el olvido tras años de cárcel. En la clandestinidad a apenas malviven un puñado de terroristas que difícilmente llegará a la decena, según fuentes de la lucha antiterrorista.
Según explica Gara, este proceso se articula sobre la base de tres documentos: uno de contextualización histórica, otro que resume el periodo desde 2009 a la actualidad y un tercero que contiene la propuesta política. Es solamente este último el que se somete a escrutinio, con la opción de votar sí, no o hacerlo en blanco. No obstante, como siempre, ETA orienta el debate a sus intereses, que en este caso son los de “cerrar el tiempo del conflicto armado y las situaciones relacionadas”.
En este documento reconocen que lo hacen pese a que “el camino no ha llegado hasta el final” e incluso admiten que han atravesado unos años de crisis. “No queremos ocultar que el proceso de liberación ha padecido unos años de crisis (...) No obstante, desde el punto de vista del presente ciclo político e histórico, debemos resaltar que las condiciones para seguir adelante continúan intactas (...) La clave está en levantar el proceso independentista (...) y eso marca el norte de las decisiones de ETA”.
En ese sentido deja claro que el futuro de los militantes es integrarse dentro de lo que denominan la izquierda abertzale y descartan opciones como la de las FARC de convertirse en un partido político. “El movimiento político que denominamos Izquierda Abertzale ha demostrado suficiente madurez y capacidad de lucha. Resulta mucho más eficaz para materializar el reto al que nos enfrentamos hoy en día. Por lo tanto, no podemos actuar como si nos encontráramos en los comienzos y no podemos comparar la situación con la de aquellas organizaciones armadas que se han convertido en movimiento político”.
ETA anuncia que únicamente quedarán algunas labores de carácter técnico para impedir eventuales “utilizaciones malintenicionadas de las siglas de ETA” por parte de grupos disidentes como Ibil o Aministia Ta Askatasuna que en los últimos años han tratado de coger la bandera de la organización.
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