Con la convocatoria de elecciones, la formación de las nuevas cortes y la purga de Irene Montero en Sumar, termina la etapa de la todavía ministra de Igualdad al frente de su Ministerio. Un periodo que ha durado tres años y medio, desde enero de 2020, cuando recogió su cartera de las manos de Carmen Calvo en la sede de Podemos. A la hora de hacer balance en relación a violencia sexual, el resultado de la legislatura es negativo: hay más violaciones que nunca, con 2022 firmando el récord histórico y 2023 con tendencia al alza.
Pese al protagonismo que le dieron al Ministerio de Igualdad desde La Moncloa, lo cierto es que la institución ha sido incapaz de revertir un problema que ya se venía produciendo desde años atrás, con una escalada constante de este tipo de delitos. Según datos del Ministerio del Interior, 2017 acabó con 1.249 violaciones, mientras que 2022 cerró con 2.870. En apenas seis años, el crecimiento ha sido exponencial, en concreto del 129,78%.
Si nos centramos en la etapa del Gobierno del funciones al frente del país, el crecimiento ha sido elevado: ahora hay mil violaciones más por año. Al cierre de 2019, última cifra sin Sánchez en La Moncloa (fue investido el 7 de enero de 2020), se produjeron 1.873 violaciones, mientras que 2022 cerró con 2.870, según las estadísticas de Interior.
De hecho, el único año con una reducción fue 2020, por motivos pandémicos. Durante 2020 (1.596), con un confinamiento y restricciones de movilidad, hubo más violaciones que en 2016 (1.249) y 2017 (1.382), años en los que no sucedió nada tan extraordinario como lo fue una pandemia a nivel global. Sí, logró mejorar, eso sí, las cifras de 2018 (1.700) y 2019 (1.873).
De 2023 tan solo existe el balance de criminalidad del primer trimestre, que arroja datos preocupantes: las violaciones han aumentado un 3,8% en este periodo. En enero, febrero y marzo de 2022 se produjeron 984 delitos de este tipo, mientras en esta misma etapa de 2023 se produjeron 1.021.
El Ministerio de Igualdad no ha logrado frenar el aumento de las violaciones, pero tampoco conseguir una mayor concienciación entre los jóvenes y adolescentes, entre los que crece el antifeminismo, según señalan estudios como el que publicó este año Fad Juventud bajo el título 'Culpables hasta que se demuestre lo contrario. Percepciones y discursos de adolescentes españoles sobre masculinidades y violencia de género'.
En España, tan solo un 46,4% de los jóvenes se considera feminista, frente al 41,8% que asegura no serlo. Además, los varones jóvenes están de acuerdo en un porcentaje alto con frases como que "el feminismo busca perjudicar a los hombres" (34,7%) o que "sólo se usa como herramienta política" (38,1%). Por encima del 45% de apoyos se sitúan frases como "no se puede debatir con feministas porque te acusan de machista muy rápido”. Frases que reflejan que un alto porcentaje de la juventud española no tiene una percepción del feminismo como lo define la Real Academia de la Lengua -el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre-, sino como algo más extremo y cercano al hembrismo.
Los asesinatos machistas se han reducido, aunque en 2023 amenazan con volver a incrementarse tras un verano trágico
Durante los tres años y medio en los que Irene Montero ha estado al frente del Ministerio de Igualdad, ha conseguido reducir los asesinatos machistas en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, tan solo ha habido cuatro años en los que el número de crímenes ha bajado de cincuenta: 2016 (49), 2020 (49), 2021 (48) y 2022 (49).
Unas cifras positivas que pueden enturbiarse en este 2023: pese a estar a inicios de septiembre, en España ya se han producido 40 asesinatos machistas, con un verano de cifras trágicas. El 40% de las mujeres asesinadas han perdido la vida en julio (8) y agosto (8), lo que convierte al verano de este año en uno de los más trágicos en cuanto a violencia de género.
El último de ellos se produjo el pasado 30 de agosto en Alzira: un policía jubilado disparó tres veces a su exmujer y acabó en el acto con su vida. Después, el asesino se suicidó con la misma arma.
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