El etarra huido David Urdin, que se entregó el pasado fin de semana para someterse al juicio celebrado este jueves en la Audiencia Nacional, ha reconocido los actos de 'kale borroka' cometidos entre 2006 y 2007 en Navarra contra el sistema ferroviario y oficinas de correos que se le imputaban, llegando a un acuerdo de conformidad por el que ha aceptado dos años de cárcel. Además, se ha suspendido la orden de captura que pesaba en su contra, por lo que se ha acordado su libertad.
La Fiscalía acusaba a Urdin de varios delitos de daños terroristas por dichos ataques, así como de un delito de tenencia de aparatos y sustancias incendiarios y explosivos por preparar los artefactos con los que se cometieron esos y otros ataques, incluido uno contra la sede del partido político Unión del Pueblo Navarro (UPN). Por todo ello, pedía para él 24 años y seis meses de cárcel.
Sin embargo, el etarra, que en este caso estaba imputado en calidad de presunto colaborador de SEGI-HARRAI -"organización estable en el tiempo complementaria de la actividad de lucha armada de ETA", en palabras del Ministerio Público-, ha alcanzado un acuerdo de conformidad por el que ha reconocido los hechos y ha pagado las indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil.
En consecuencia, la Fiscalía ha rebajado la pena interesada para Urdin a los dos años de cárcel -seis meses por cada delito de daños terroristas y un año por el de tenencia de material explosivo-, solicitando además que se suspendiera la orden de busca y captura que pesaba contra él, algo a lo que el tribunal ha accedido dejándola sin efecto.
Otros cuatro acusados
Por estos hechos fueron procesados en su día otros cuatro presuntos colaboradores de SEGI -José O., Aitor T., Íñigo G. e Iñaki T.-, a los que el Ministerio Fiscal culpaba de varios actos de 'kale borroka', perpetrados también entre 2006 y 2007 en Navarra, entre ellos algunos contra sedes del PSOE navarro y oficinas bancarias.
La Fiscalía sostenía que los cinco procesados habrían realizado "numerosos y reiterados" actos de 'kale borroka', causado daños, coacciones y amenazas.
La Fiscalía sostenía, en su escrito de acusación, que los cinco procesados habrían realizado "numerosos y reiterados" actos de 'kale borroka', causado daños, coacciones y amenazas. Según la Fiscalía, lo hicieron mediante la utilización de artefactos explosivos o incendiarios con la intención de "producir profundo temor, atacando al conjunto de la sociedad democrática y constitucional del Estado de Derecho".
En concreto, acusaba a Urdin de provocar un accidente -valorado en 23.400 euros por Adif- que interrumpió el tráfico ferroviario entre Alsasua y Tudela en mayo de 2007. El fiscal añadía otros cuatro accidentes ferroviarios. Las autoridades encontraron en la entrada y registro en el domicilio de Urdin panfletos, una sierra, un bidón de aceite de motor, una palanca y una cizalla.
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