Las heridas de los atentados de ETA todavía duelen para muchos. Pero no todos ven la tragedia con los mismos ojos. Las elecciones autonómicas lo han dejado claro: en tres pueblos del País Vasco han ganado los comicios tres exetarras. Andoni Lariz, Ergoitz Garmendia y Urtza Alkorta son ahora alcaldes de Cenarruza-Bolíbar, Otxandio y Ondarroa, respectivamente. Todos ellos forman parte de la agrupación política EH Bildu.
El primero, Andoni Lariz (Markina-Xemein (Vizcaya) en 1973), se ha convertido en gobernante de Cenarruza-Bolíbar, un pequeño pueblo de la provincia de Vizcaya, perteneciente a la comarca de Lea Artibai y que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene 405 habitantes. Su pasado político no es, en absoluto, democrático. Lariz fue condenado a cinco años y tres meses de cárcel por haber formado parte del aparato logístico de la organización terrorista; es decir, se encargaba de proporcionar recursos y escondites a los demás miembros de la banda.
Hace tan solo 10 años, todavía formaba parte de la lista de los etarras más buscados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (junto con Josu Ternera e Iñaki de Juana Chaos, autor de la matanza de la plaza de República Dominicana (Madrid), entre otros). En 2013, al poco tiempo de que fuese incluido en estas listas, Lariz fue detenido en Francia, junto con Urtzi Etxebarria; ambos armados en el momento de la detención.
Profesor de lengua y literatura, fue coordinador de la asociación de escuelas públicas Sortzen-Ikasbatuaz Elkartea. Antes de su paso a las filas de ETA, Lariz Bustunduy estuvo ligado a la ilegalizada HB, partido por el que se presentó como suplente en el Senado en 1996.
Ya durante su etapa en ETA, fue colaborador, entre otros casos, de los comandos que en 2005 creó 'Txeroki', que perpetró el atentado con coche bomba contra un polígono industrial de Ávila, cerca de la Academia de Policía Nacional.
Por otro lado, los 1.336 habitantes de Otxandio también van a tener un alcalde que fue etarra: Ergoitz Garmendia, condenado a 2 años de prisión en 2016. Fue condenado en 2016 a 2 años de prisión por "pertenencia a organización terrorista".
Garmendia era responsable de EKIN en Álava y responsable del área sectorial de "nacionalidad" dentro de la llamada "Mesa de Construcción" de grupo. EKIN (la sucesora de KAS, fundada en 1999 y declarada ilegal tres años después) es el grupo responsable de transmitir las órdenes de ETA a todo el conglomerado etarra (incluidos los partidos políticos de la izquierda abertzale), colaborar en la huida de terroristas y difundir el boletín Zutabe y la organización de los actos de homenaje a los miembros de fallecidos de la organización. Así explican el pasado terrorista de Garmendia desde el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE)
Por último, también la exetarra Urtza Alkorta dirigirá un ayuntamiento del País Vasco: el de Ondarroa, la villa marinera de 8.000 habitantes.
En este caso, Alkorta fue condenada en 2013 a 5 años de prisión por un delito de colaboración con ETA, al ayudar al comando con actividades de correo, información y acompañamiento. Fue un objetivo difícil para la policía: al principio, no se presentó para cumplir condena. Ante la desobediencia, tuvieron que activar la orden de búsqueda y captura y llevar a cabo un complejo operativo policial para conseguir capturarla.
Etarras en las listas de Bildu
Los tres exetarras que tras las elecciones del 28-M se han convertido en alcaldes, elegidos por el pueblo, habían sido incluidos en una lista realizada por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) en la que denunciaban que 44 personas que integraban las listas de EH Bildu en el País Vasco y en Navarra estuvieron condenados en el pasado por pertenencia y colaboración con ETA, y siete de estas personas incluso estuvieron condenadas por asesinato.
De esas 44 personas condenadas, 15 consiguieron un puesto en algunos ayuntamientos del País Vasco y Navarra.
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