Los ocho Eurofighter del Ejército del Aire y del Espacio regresan tras España tras clausurar su misión de policía aérea en los bálticos, ante las continuas injerencias de aviones militares procedentes de Rusia que incumplen la normativa de vuelo internacional. Según ha podido saber Vozpópuli, en los cuatro meses en los que se ha prolongado el despliegue, los pilotos españoles han despegado de emergencia veinte veces para interceptar estos aviones de la fuerza aérea de Vladimir Putin. Una misión particularmente sensible tras la invasión de Ucrania y la amenaza que se cierne sobre el flanco oriental de la Unión Europea.
Las veinte interceptaciones de aviones militares de Rusia se han llevado a cabo mediante el procedimiento del alfa scramble, que permite a los pilotos despegar en menos de 15 minutos para alcanzar las posiciones de las aeronaves, que sobrevuelan el espacio de la OTAN sin cumplir con la normativa internacional; principalmente, sin el transpondedor encendido o sin un plan de vuelo notificado.
Los Eurofighter españoles, del Ala 11 del Ejército del Aire con base en Morón de la Frontera (Sevilla) han despegado en veinte ocasiones desde el aeródromo de Ämari (Estonia) para interceptar aviones de Rusia en los cuatro meses en los que se ha prolongado la misión. El procedimiento pasa por alcanzar su posición, tratar de fotografiar la aeronave y acompañarla en su recorrido durante su paso por el espacio aéreo de la OTAN.
20 operaciones de alerta
Las injerencias de los aviones de la fuerza aérea de Rusia son habituales en los bálticos, teniendo en cuenta que sobrevuelan la región con destino a Bielorrusia o haciendo el mismo recorrido a la inversa. La OTAN ofrece a Estonia, Letonia y Lituania el despliegue de los cazas de combate aliados para ejercer como policía aérea y cumplir con las misiones de interceptación, y España participa en esta misión con sus Eurofighter o F-18.
“Los Eurofighter españoles, después de realizar más de 20 operaciones de alerta y docenas de salidas en apoyo de ejercicios combinados de entrenamiento y preparación, completan su despliegue en apoyo de la misión mejorada de Policía Aérea de la OTAN en Ämari”, detallan desde la Alianza Atlántica. Los ocho cazas de combate del Ejército del Aire han superado las 800 horas de vuelo durante su despliegue.
Y añaden desde la OTAN: “Los aviones de combate polacos F-16 ahora están asumiendo el control, regresando a Ämari después de un despliegue anterior aquí en 2020 y liderando la Policía Aérea del Báltico de la OTAN desde Šiauliai en 2022 y 2023”.
La amenaza de Rusia
En esta ocasión, los cuatro meses de despliegue de los cazas de combate españoles han estado marcados por varios hitos principales, empezando por el nivel de alerta que se mantiene en torno a la misión tras la invasión de Rusia sobre Ucrania. Cabe recordar que el cierre del espacio aéreo de Europa a los aviones rusos fue una de las opciones que se puso encima de la mesa como medida de sanción ante la ofensiva militar de Vladimir Putin.
Pero, además, la Alianza ha puesto en marcha nuevos protocolos de actuación que han implicado directamente a los pilotos españoles. Como contó Vozpópuli, por primera vez un Eurofighter español y un caza de combate del Ala Táctica 71 Richthofen alemán despegaron de forma conjunta para interceptar un avión IL-20 de la fuerza aérea rusa, con capacidades de transporte de personal o material.
Como novedad operativa, el Ejército del Aire también desplegó en el comienzo de la misión un avión A400M, en este caso del Ala 31, para desempeñar labores de reabastecimiento de combustible en vuelo, tanto para los ocho Eurofighter del Ejército del Aire como del resto de cazas de combate aliados con base en los bálticos.
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