España

El exconseller Jané admite que plantó a Puigdemont por miedo a la deriva unilateral

Dice que el expresidente siempre respetó que los Mossos cumplieran la Ley y que el Ministerio de Fernández Díaz autorizó la compra de armas largas para la policía autonómica

El exconseller de Interior de la Generalitat Jordi Jané ha declarado este martes en el juicio del procés. Ha admitido que dimitió de su cargo meses antes del referéndum ilegal, entre otras razones, por su rechazo a la falta de diálogo que atisbó en el Ejecutivo que dirigía el expresidente fugado Carles Puigdemont.  

“Entiendo (en aquel momento) que se abre una cierta posibilidad de cambio y en ese contexto, ante la eventualidad que pueda darse un contexto de no acuerdo, y que había finalizado una etapa, yo comunico mi intención de no continuar en el Gobierno", ha contestado Jané a las preguntas de VOX.

Minutos después, el fiscal Jaime Moreno ha querido que el testigo fuese más explícito y le ha preguntado varias veces si temía una celebración del referéndum sin acuerdo, de forma unilateral. Pero Jané no se ha movido del argumento que se había preparado, el mismo que ha mantenido durante toda la instrucción.

Siempre defendí el diálogo

“Si se daba una situación de no acuerdo, habiendo ya cumplido mis objetivos, preferí no continuar. Siempre defendí el diálogo”, ha insistido en varias ocasiones antes de conceder que siempre pensó que la Generalitat y el Gobierno central llegarían a un acuerdo antes del 1 de octubre.

Con esos objetivos personales cumplidos, Jané se refería a una oferta de empleo público en la policía catalana y la celebración de la Junta de Seguridad con el Ministerio del Interior después de años sin celebrarse. Eso abrió a los Mossos la puerta del Centro de Investigación contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), una vieja reivindicación. El acuerdo fue con el exministro del PP Juan Ignacio Zoido en el verano de 2017. Faltaban apenas unos meses para el 1-O.  

Jané desempeñó durante dos años el cargo de conseller de Interior, un puesto que “absorbe muchísimo”. A esos elementos se sumó la salida del Gobierno en julio del 2017 del director general de los Mossos Albert Batlle, una persona de su confianza. Ahí fue cuando empezó a temer “un cambio” en el Gobierno autonómico. Jané fue sustituido por Joaquim Forn, quien ha escuchado estas palabras desde el banquillo de los acusados del Tribunal Supremo.

El papel de los Mossos

Ambos hicieron carrera en la antigua Convergencia Democrática de Catalunya. Jané llegó a ser diputado en el Congreso. Durante el interrogatorio le preguntaron por el papel de los Mossos y el exconseller defendió que nunca nadie le cuestionó el principio de que los agentes autonómicos cumplirían la Ley. “Siempre el presidente (Puigdemont), todos los consejeros, respetaron que los Mossos están para cumplir la Ley (...) Siempre me sentí respaldado en esa posición inalterable”, ha explicado Jané.

El excargo nacionalista ha sido profuso en sus explicaciones hasta el punto de que el presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha interrumpido alguna vez para dar paso a otra pregunta. El abogado de Forn, Javier Melero, se ha interesado por la compra de “armas largas” por parte de los Mossos un año antes del referéndum. Jané ha detallado que lo autorizó el Ministerio que entonces dirigía Jorge Fernández Díaz. Eran armas para hacer frente a la amenaza yihadista, según ha dicho.

Marchena ha impedido que Vox le preguntase a Jané acerca de unas escuchas de la Guardia Civil a uno de los investigados por la organización del 1-O. Se le escuchaba decirle a otra persona que Jané le había explicado cómo hacer un borrado de su teléfono móvil. De ese modo celebraba que las autoridades no hubiesen encontraron nada en su terminal cuando se produjo la operación Anubis el 20 de septiembre de 2017.

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