España

La pareja de Juana Canal confiesa que la mató a golpes y la descuartizó

El detenido, Jesús P.H., por la muerte de Juana Canal hace 19 años ha confesado que la asesinó a golpes en el domicilio en el que convivían en Madrid y la descuartizó en su finca familiar en Ávila

 Jesús P.H., la pareja Juana Canal, ha confesado este jueves que fue el autor de su asesinato. El que fuera su novio ha asegurado a los agentes que la mató a golpes hace 19 años en el domicilio que ambos compartían en la capital de España, según han informado fuentes de la investigación a Vozpópuli.

La confesión se ha producido antes los investigadores de la Policía Nacional. Jesús va a ser trasladado a la zona de Navalacruz (Ávila) donde aparecieron los restos óseos de la desaparecida. El objetivo ahora de los agentes es dar con la localización de todo el cuerpo de Juana Canal ya que faltan partes del esqueleto por encontrar.

Este hombre tenía pinchado su teléfono móvil desde el mes de septiembre. En los últimos días se había puesto nervioso y dejó indicios en sus declaraciones, según adelantaron fuentes de la investigación a Vozpópuli.

La versión de Jesús coincide con las hipótesis que manejaban los investigadores sobre los hechos acontecidos la noche del 22 de febrero de 2003 en el número 2 de la Calle Boldano en el barrio de Pueblo NuevoJuana Canal vivía en ese inmueble con Sergio, el mayor de sus hijos, y Jesús, el que por entonces era su pareja. Precisamente Sergio no pasó la noche en casa. 

Según el testimonio de Jesús, este hombre acabó con la vida de Juana Canal a golpes. Después trasladó su cadáver a la finca de Navaluenga (Ávila). Esta casa rural era propiedad de los padres del presunto autor del crimen. En ese punto descuartizó el cadáver de su víctima y después los restos fueron depósitados en el camino rural a cinco kilómetros del pueblo.

Investigan si tuvo ayuda para trasladar el cuerpo

Los investigadores barajan que Jesús contó con la ayuda de otra persona para desplazar el cuerpo. Por eso investigan su círculo más próximos ya que se podría detener en las próximas horas a otro implicado por el delito de encubrimiento. El pase de este hombre a disposición judicial se prolongará las 72 horas que marcan la ley ya que los agentes buscan que confiese su participación en el crimen.

El abogado de SOS Desparecidos y letrado de la familia, Juan Manuel Medina, ha explicado a Vozpópuli que los allegados de Juana Canal tienen la "total y absoluta" confianza en que los investigadores van a esclarecer el crimen y detener a las personas implicadas en él. "Van a pagar sus actos", ha afirmado.

Jesús P.H. recorrió durante los últimos años las fiestas de los pueblos de la Comunidad de Madrid. Después de trabajar como camarero decidió adquirir un camión de perritos calientes con el que se desplazaba a los festejos patronales. En sus redes sociales no ha recordado la desaparición de Juana Canal ni los avances en la investigación.

Siempre en el centro de las sospechas

Las sospechas de los investigadores siempre habían permanecido en este hombre. El día siguiente de su desaparición, el hijo de Juana Canal encontró una carta escrita por Jesús. "Tu madre y yo hemos tenido una fuerte discusión y ha salido corriendo. He salido en su busca, pero no la he encontrado". Desde ese momento se denunció la desaparición de Juana pero no se encontraron pista.

La desaparición de Juana Canal estuvo aletargada hasta que a finales del 2019 un senderista localizó en Ávila unos restos óseos en una zona rural. En concreto era un fémur y un cráneo que fueron analizados por el Servicio de Criminalista de la Guardia Civil.

Estuvo ausente dos días desde que desapareció Juana

Uno de los puntos más complicados del caso es que su novio denunció a Juana Canal dos días de su desaparición por un delito de malos tratos. Ese periodo de tiempo estuvo totalmente ausente y sin participar en la búsqueda de su pareja. Los agentes que revisaron el caso constataron que tenía una herida sangrante en uno de sus brazos por lo que pasó a ser el principal sospechoso, según informan fuentes policiales.

A pesar de esta circunstancia, los años pasaron y el caso no tuvo avances lo que ha sido un auténtico quebradero de cabeza para los agentes de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional. Los agentes tenían hasta el mes de febrero para practicar las diligencias ya que la desaparición iba a prescribir.

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