Ser la voz de los que no pueden hablar. Con esa idea, y tras el doble asesinato de Barbate, más de 5.000 familiares de guardias civiles se han unido en una plataforma que se llama "Nuestro corazón por bandera". "Los queremos vivos en casa cuando vuelvan de trabajar", explican a Vozpópuli desde la delegación de Valencia. El objetivo no es otro que exigir al Ministerio del Interior que dote de más material y efectivos a los agentes para que puedan plantar cara en la batalla contra los narcos.
El corazón de esta nueva plataforma nace con padres, madres, hermanas, hermanos, hijas e hijos de agentes tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional que están "desesperados". "Ellos no pueden hablar pero nosotros sí", advierten desde la entidad.
Los familiares de los agentes se plantan
El asesinato de David y Miguel Ángel a manos de los narcos en Barbate ha sido el punto de inflexión para crear esta plataforma. Las mujeres de los agentes decidieron que "ya está bien" de soportar y sufrir una carga que se ha hecho más pesada con el paso de los días.
Los miembros de esta nueva plataforma son conscientes de que existen otras asociaciones en el Cuerpo que buscan la equiparación salarial y una jubilación digna pero recalcan que su objetivo se centra únicamente en pedir más "medios y seguridad" para los funcionarios.
Vehículos, lanchas o simples cuerdas y guantes, son algunas de sus peticiones materiales. Unas herramientas que permitirían plantar cara a los narcos, que viven con impunidad y cuentan con un alto tren de vida en zonas como el Estrecho de Gibraltar. "Un material que no esté viejo. Nuevo y homologado y que les dejen usarlo", aclaran.
Las amenazas de los narcos
No se quedan solo ahí sus solicitudes. Consideran necesario ampliar las plantillas con más efectivos de guardias y policías. Y es que ambos cuerpos tienen un catálogo maltrecho que sobrevive a pesar de que cada vez más los funcionarios no quieren bajar al Estrecho por las condiciones laborales.
Otro de los aspectos que exigen es un cambio en la legislación jurídica legal. "No pueden estar con las manos atadas", lamentan. Porque muchos de estos agentes en sus actuaciones no emplean sus medios porque piensan que después van a estar bajo investigación y sin empleo y sueldo. "Le dan vueltas a esa idea y mientras ya les han quitado de en medio", denuncian.
También está en su pensamiento que se declare a Cádiz como Zona de Especial Seguridad porque en Andalucía los funcionarios están desbordados. "Están amenazados por los narcos que se ríen y te muestran una foto de tu hijo", lamentan.
La tormenta tras el asesinato de Barbate
En su lista de peticiones se encuentra también que se declare profesión de riesgo a los agentes de la Policía y la Guardia Civil. "Es sangrante. Un agravio muy grande e injusto. Nos llevan asesinando 50 años los terroristas por pertenecer a ese colectivo", afirman desde la delegación valenciana de esta plataforma.
Desde "Nuestro corazón por bandera" explican que acudirán a las manifestaciones convocadas por las asociaciones de representantes de los trabajadores. Harán todo lo que sea necesario para que se acepten sus peticiones.
El asesinato de Miguel Ángel González y David Pérez, los dos guardias civiles embestidos por una narcolancha en Barbate, ha suscitado una airada reacción política y social, tanto por los aspectos operativos -disolución de OCON Sur o medidas de seguridad tomadas en la región- como por motivos políticos.
Un malestar que ha trascendido las esferas internas del Instituto Armado hasta llegar al Congreso de los Diputados: el Partido Popular ha lanzado una ofensiva parlamentaria en la que pide su comparecencia, así como la de la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca del Pilar Flores Cueto. Igualmente han interpelado a Marlaska sobre si se plantea asumir responsabilidades políticas a partir de la tragedia de Barbate. Una tragedia provocada por los narcos que aún se investiga por parte de la Guardia Civil.
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