Su nombre es Fátima Zhora El Harrak, aunque en las redes se hacía llamar Um Sayfudin , una kunya (alias) que viene a significar madre de la espada, según los investigadores. Con apenas 19 años de edad, es la última detenida en España por su vinculación con el terrorismo yihadista aunque, a diferencia de otras operaciones, el Ministerio del Interior no ha informado de su arresto.
Esta joven española de origen de marroquí residente en Mataró (Barcelona) está acusada, entre otras cosas, de haber llegado a planificar un viaje al autoproclamado Estado Islámico, ahora borrado del mapa por la acción de la comunidad internacional y los ejércitos de la región. Allí le esperaba un muyahidin con el que pretendía contraer matrimonio.
Según informan a Vozpópuli fuentes de la lucha antiterrorista, el pretendiente que le esperaba en Siria era un foreing fighter de los miles que en los últimos años abandonaron Europa para hacer la yihad en las filas del grupo dirigido por Abu Bakr Al Baghdadi. Su nombre es Olivier Calebout, de unos 30 años y muy conocido en su país, Bélgica. Su kunya, al menos en su perfil en Internet, es la de Abu Sayfudin, es decir, padre de la espada (Sayf en árabe significa espada y la terminación udín se interpreta como compromiso en el mismo idioma).
Calebout, natural de la localidad flamenca de Cortrique, llegó a Siria junto a otros dos jóvenes veinteañeros atravesando la frontera turca en abril de 2014, según informan los medios de su país, que le describen como un "reclutador de combatientes en Flandes Occidental". Dos años antes de su partida había entrado en contacto con el movimiento salafista Sharia4Belguim, que acentuó su radicalismo.
Tras su marcha, las autoridades locales establecieron seguimientos sobre uno de sus hermanos, que fue detenido por mantener el contacto con Olivier. Desde Siria le instaba a seguir reclutando gente para el Estado Islámico, principalmente a través de las redes sociales como Facebook. Al menos en julio del año pasado, las autoridades belgas consideraban que Olivier Calebout seguía con vida a diferencia de los dos veinteañeros que hicieron con el la hegira (el viaje al califato), muertos en acciones terroristas.
Más de 4.00 kilómetros de distancia separan Siria de la calle Garrotxa de Mataró donde a primera hora de este miércoles se presentó la Guardia Civil para detener a Fátima. La joven vivía en ese lugar junto a sus padres y varios hermanos, una familia trabajadora de origen marroquí. Fue en la soledad de su habitación, con su ordenador, como esta joven empezó a coquetear con las ideas radicales cuando todavía tenía 17 años, menor de edad.
'Omar el Checheno'
Así es como entró en contacto no sólo con Olivier, sino con otros elementos radicales, varios de ellos en Siria y otros en España. Los investigadores indagan si entre esa lista de amistades estaba también Abu Omar al Shishani, alias Omar el checheno, el ministro pelirrojo de Estado Islámico al que dieron por muerto varias veces. Era el fruto de la intensa actividad en las redes de esta joven, que se permitía abroncar a las mujeres que no vestían de forma modesta y cubiertas, aunque ella en su día a día no lo hacía.
Aunque tiene un gran dominio del inglés, es mala estudiante, repetidora, aún seguía en el instituto. El alto contenido violento de sus perfiles en Facebook provocó que la red social le clausurase en dos ocasiones sus cuentas. Tenía uno con su nombre real y otros con su kunya, que reactivaba con la modificación de alguna letra para burlar la censura de Facebook. Desde ese altavoz realizaba presuntamente tareas de proselitismo en favor de la yihad.
Los agentes de la Guardia Civil han apuntalado la detención de esta joven con el testimonio de alguna persona de su entorno, que ha confirmado a los investigadores su intención de viajar a Siria para reunirse con Olivier. Razones logísticas impidieron finalmente el desplazamiento, según las fuentes consultadas.
Tras varias horas de registro en su casa en la que se intervino sobre todo material informático que será analizado, la joven fue conducida en un coche hasta Madrid, concretamente a las dependencias del Instituto Armado en Tres Cantos. No será hasta mañana viernes cuando previsiblemente pasará a disposición del Juez Central número Uno de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, que ha dirigido los trabajos.
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