"En España se necesita mucho más hablar que enfrentar". Esta es la consigna con la que Alberto Núñez Feijóo inicia el nuevo curso político. El líder del PP, que ayer anunció una nueva propuesta de acuerdo al Gobierno en materia energética, se reunirá en los próximos días con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y está dispuesto a mantener encuentros con dirigentes de otros partidos, como Santiago Abascal e Inés Arrimadas.
Así lo confirmó el propio Feijóo después del comité de dirección celebrado en Génova, el primero después de haber retomado la actividad parlamentaria pero el segundo que celebra el PP durante el mes de agosto. El presidente popular explicó que la reunión con su homólogo del Partido Nacionalista Vasco empezó a gestarse en julio, cuando Ortuzar le invitó a verle y ambos acordaron cerrar el encuentro en septiembre.
Respecto a las futuras reuniones con Abascal y Arrimadas, afirmó estar "a disposición" de ambos y destacó que el diálogo entre partidos debería dejar de ser noticia: "Esto que era normal en la Transición, y con González, Aznar y Rajoy, se ha convertido en algo extraordinario. Debería ser normal, no noticia. Lo que es noticia es que no se puede hablar con el presidente del Gobierno porque hay un bloque que no permite al partido mayoritario hablar con el principal partido de la oposición".
Más interlocución con Arrimadas
Desde que fue elegido presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo ha mantenido contacto telefónico -vía mensaje o a través de llamadas- con los líderes de Vox y Ciudadanos. Así, Abascal le escribió para felicitarle por su elección en el congreso extraordinario de Sevilla, mientras que Arrimadas ha descolgado varias veces el teléfono para llamarle.
La dirigente naranja, de hecho, telefoneó a Feijóo para plantearle un recurso conjunto de PP y Ciudadanos contra el decreto ley catalán que veta el 25% en castellano en las aulas pese a la sentencia del TSJC.
Tal y como adelantó Vozpópuli, La presidenta de Ciudadanos ofreció a Feijóo que el PP, que no tiene grupo propio en el Parlament de Cataluña, se sumara al recurso de Cs frente al Consell de Garanties Estatutàres catalán y que después el Partido Popular contara con la formación naranja para poner marcha, a través de los dos grupos parlamentarios en el Congreso, el recurso de inconstitucionalidad ante el TC. El acuerdo se anunció el pasado 29 de julio.
Con Abascal, por su parte, la interlocución no ha sido tan fluida, tal y como se han quejado en los últimos meses desde Vox. El mensaje, sin embargo, ha cambiado desde las dos partes. Así, la semana pasada el propio Abascal afirmó que "la relación con el PP y con Alberto Núñez Feijóo está absolutamente normalizada por parte de Vox".
El político vasco, además, tendió la mano al líder popular para futuros acuerdos: "No tengo duda de que será en el futuro una relación normal y fluida. No tenemos ninguna duda de que hay que construir un alternativa para echar a Sánchez y confiamos en que el PP tampoco tenga duda".
La Constitución, único límite
Alberto Núñez Feijóo recogió ayer el guante de Abascal y afirmó que "por supuesto" también está a su disposición. Por tanto, destacan desde el PP, el líder popular se reunirá con los presidentes de Vox y Ciudadanos cuando ellos se lo pidan.
En esta casa tenemos pocos límites, pero hay uno fundamental: la Constitución. Estamos para cumplir y hacer cumplir la Constitución
En este sentido, el propio Feijóo destacó que su voluntad es reunirse con aquel que así lo solicite... aunque siempre con partidos que cumplan la Constitución: "En esta casa tenemos pocos límites, pero hay uno fundamental: la Constitución. Estamos para cumplir y hacer cumplir la Constitución".
El líder del PP, que echó en cara a Sánchez sus pactos con ERC y Bildu por apoyarse en partidos que no defienden los intereses del Estado, ofrecerá al presidente un nuevo pacto en materia económica. De momento, el PP acudirá a la reunión con los grupos parlamentarios convocada por el Gobierno para el próximo jueves para escuchar las propuestas de Moncloa, aunque su objetivo es que después exista una "bilateral" entre los dos grandes partidos.
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