Una manifestación, un mitin, un acto central de campaña. La convocatoria que el PP ha hecho este domingo en la madrileña Puerta de Alcalá, a las 12 de la mañana, es todo a la vez en todas partes. Después de un otoño de intensa actividad callejera como respuesta a la Ley de Amnistía y una primavera de frenesí electoral, Alberto Núñez Feijóo se lanza a la calle para "mostrar a la sociedad española la unidad del PP" –dicen en Génova– frente a un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el principal partido de la oposición dibuja en plena deriva autocrática, anémico de apoyos y al borde del colapso.
La importancia que el líder del PP da a esta cita dominical, por tanto, es máxima. A Madrid llegarán autobuses fletados desde todos los rincones de España. Habrá alcaldes, portavoces municipales, diputados autonómicos. Estarán todos los líderes territoriales –a excepción de la baronesa extremeña, María Guardiola, todavía convaleciente de una sepsis que dio con sus huesos en el hospital–, diputados y senadores. Acudirán los dos expresidentes del Gobierno del PP, José María Aznar y Mariano Rajoy, para apoyar a Feijóo en su ofensiva. Y lo más importante: mucha gente, tanta –espera el PP– como para generar una ilusión colectiva que aglutine en torno a la candidatura que encabeza Dolors Montserrat todo el voto antisanchista el próximo 9 de junio.
Ése es el día que toca votar en una cita electoral europea planteada por Génova como "unas elecciones generales de baja intensidad". Y "una foto masiva" –como la utilizada por los populares en su imagen de campaña bajo el lema Tu voto es la respuesta [a la carta de Sánchez, ahí el juego de artificio]– este domingo "puede doler y mucho" al presidente del Gobierno, siguen fuentes del entorno del entorno de Feijóo. En Génova buscan una foto multitudinaria en un marco emblemático. Un póster, sí. Pero también una imagen que haga languidecer a las 12.000 personas que, según la Delegación del Gobierno, se congregaron en Ferraz para pedir a Sánchez que continuara el pasado 27 de abril.
Es más: el optimismo ha invadido las costuras del PP al punto de que esperan superar, como mínimo, las 45.000 personas que acudieron en septiembre a la llamada de Feijóo en la madrileña plaza de Felipe II, e incluso las 80.000 que abarrotaron la Puerta del Sol dos meses después. "Es una foto que Sánchez no puede hacer ni poniendo a Raffaela Carrà en bucle en Ferraz", se mofan de la canción que marcó aquella jornada de impostada resistencia.
"Más razones que el 23-J"
"Ahora hay más razones para votar al PP que el 23 de julio", dijo Feijóo este sábado desde Tomelloso (Ciudad Real). La frase encierra la principal obsesión del líder del PP: aglutinar el voto útil en torno a su formación. Evitar fugas de electores a Vox y otras formaciones residuales de extrema derecha que, unido a la "fagocitación" que en Génova estiman que Sánchez hará de Sumar y otros socios, aplaque "una victoria contundente".
También incidió Feijóo en el flanco de la política internacional, tan en boga por los diversos (y polémicos) frentes abiertos por el Ejecutivo en las últimos días. Y siguió centrando el tiro en la Ley de Amnistía, lo que será el principal eje de los discursos del filósofo Fernando Savater e Isabel Díaz Ayuso este domingo. La presidenta madrileña, el jugador franquicia del PP, hará un "discurso previsible" –es decir, de alto voltaje– y centrado en la amnistía, adelantan fuentes de su entorno en conversación con este periódico.
También tomará la palabra el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como símbolo de la amplia victoria electoral que en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023, hace ahora un año, tiñó de azul la geografía española. Serán los tres teloneros de un Feijóo que, como Reagan en la Puerta de Brandeburgo, proclamará su particular tear down this wall. El muro, ahora, es el de Sánchez.
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