Tomó la palabra Alberto Núñez Feijóo y descargó sobre la madrileña Plaza de Callao una tormenta calurosa, con sabor estival, de gotitas cálidas, que se unió adiposa al discurso del líder del PP y mandó a quienes no tenían silla a buscar refugio en los soportales de los cines, cerrados y abiertos, extintos y vivos, de los que tanto habla José Luis Garci. Pero a Feijóo le vino bien lo que caía del cielo, como decía el torero gitano Rafael de Paula que le pasaba cuando, frente al de las patas negras, comenzaba a llover. Y metió a la gente en su discurso. Liviano, mitinero, facilón. Pero cuyas proclamas fueron contestadas a coro por los presentes, algo poco habitual en un hombre que responde al fenotipo perfecto de político del PP (aquello de la gestión).
"Le decía al alcalde que esto no es una borrasca, esto es una tormenta: las borrascas vienen de Galicia, las tormentas se montan en Madrid", bromeó el líder del PP con José Luis Martínez-Almeida, uno de los teloneros en el acto central de campaña de los populares. ¿Los otros? Alma Ezcurra, número tres al Parlamento Europeo; Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid; y Dolors Montserrat, cabeza de lista del PP en las elecciones europeas de este domingo. Una candidata opacada por un Feijóo que se ha echado la campaña a las espaldas buscando un uno contra uno contra Pedro Sánchez en clave nacional.
Pronto comenzó Feijóo a desplegar la antología de mensajes lanzados por su partido en los últimos días, cuyo fin no es otro que aglutinar el voto útil de la derecha en torno al PP. ¿El último? Una llamada al "desempate" para, reconocen fuentes cercanas al líder del PP en conversación con Vozpópuli, "activar al electorado tradicional" y "hacerles sentir que su voto decisivo". "Imaginaros qué estaría dispuesto a hacer si empatamos el domingo: ni medios, ni Justicia española, ni Justicia europea, ni oposición. ¡A Sánchez no le vale nadie!", ha exhortado Feijóo a los pocos centenares de personas congregadas en el centro de Madrid.
Las referencias de Feijóo a las dos cartas de Sánchez, además, fueron constantes. Para uno de sus dirigentes más cercanos, la última, publicada este martes, fue un "error garrafal" del presidente del Gobierno porque se introducía de lleno en el eslogan de campaña (Tu voto es la respuesta, tu respuesta a la primera carta de Sánchez, según diseñó el PP). Feijóo ha vuelto a llamar "lacrimógena" a esta manera de interactuar del presidente con la ciudadanía.
"No permitamos que nuestra igualdad, nuestra dignidad y nuestra libertad se sometan a las cartas de recomendación del señor Sánchez", ha dicho Feijóo en referencia a las cartas de su mujer, Begoña Gómez, citada a declarar como imputada por presunto tráfico de influencia y corrupción en los negocios el próximo 5 de julio.
Por lo demás, el discurso de Feijóo fue una auténtica disyuntiva entre el Gobierno y su alternativa, "entre la apología de la corrupción", dijo, o todo lo contrario. "Se nos amenaza con dejarnos al otro lado del muro si no lo votamos. Sánchez nunca va a poder gobernar para todos porque necesita una España dividida", ahondó el líder del PP. "O aplaudes mi carta o eres un facha, o me das la razón o eres un ultra, o publicas lo que me gusta o eres un tabloide digital, o hablas bien de mí o eres el fango... Este es el Evangelio de Sánchez a los apóstoles del PSOE", metaforizó. "Yo nunca sería presidente de mi país al precio de dividir a mi país", se erigió en alternativa. "No sé cuantas cosas tienen que pasar más para que Sánchez dimita", le enseñó la puerta de salida la presidente del Gobierno.
Ayuso: "Pensó que estaba hecho"
También insistió Isabel Díaz Ayuso en la idea del "empate" que el PP ha elegido para insuflar ánimos para votar a su electorado en las últimas horas de campaña. La presidenta madrileña lo hizo con una referencia directa a las últimas elecciones generales, la victoria amarga de Feijóo contra Sánchez, estéril a la postre para llegar al Palacio de la Moncloa. Por ello pidió "no caer en los errores de la última campaña", cuando la gente, a su juicio, "pensó que estaba hecho" y "dejó de votar".
Por eso, lo que ocurra el domingo, será para el PP una especia de partido de vuelta contra el 23-J. Un resultado que rápidamente "será extrapolado" con la Ley D'Hont para, en el caso de poder abanderar "una victoria clara del bloque de la derecha", dicen en Génova, escenificar que Sánchez carece del apoyo social para seguir gobernando. "No hay nada decidido", advirtió Ayuso. "Hay que ir a votar para obtener una amplísima mayoría", siguió, "que demuestre que el proyecto de Sánchez.