Mucho se ha hablado, en los últimos días, de la "cuota Ayuso" y la "cuota Juanma Moreno" en el nuevo PP de Feijóo. No obstante, el barón más reforzado tras los cambios en el partido es Alfonso Fernández Mañueco. El presidente de Castilla y León ha visto cómo el PP regional ha multiplicado su representación en Génova, en el Congreso y en el Senado en un momento clave: a mitad de legislatura, con nuevos rumores sobre un adelanto electoral, y el PSOE tratando de armarse en la comunidad con Óscar Puente como nuevo ministro.
De todos los nuevos nombramientos de Feijóo, uno de los más sonados es el de Alicia García como portavoz en el Senado. La exconsejera de Familia e Igualdad sucede en el cargo a Javier Arenas y amplía la presencia del PP de Castilla y León en los puestos más relevantes en la Cámara Alta. Cabe recordar, en ese sentido, que el senador por las Cortes regionales, Javier Maroto, fue elegido en agosto vicepresidente primero del Senado y que Antonio Silván, senador por León, ha entrado también el consejo de dirección del Grupo Popular en la Cámara.
Al nombramiento de García se unió el de Ester Muñoz como vicesecretaria de Sanidad y Educación en el comité de dirección de Génova. Además, destacan desde el PP de Castilla y León, en el Congreso el partido cuenta con José Antonio Bermúdez de Castro como vicepresidente segundo de la Cámara Baja, por lo que "hemos pasado de dos a cuatro grandes representantes en el PP nacional, tanto en la ejecutiva como en las Cortes".
"Reconocimiento" a Mañueco...
Todas estas incorporaciones de Feijóo procedentes del PP de Castilla y León son, según cargos del partido a nivel regional, un "reconocimiento público" a Alfonso Fernández Mañueco: "Tanto por su lealtad, como por sus resultados en las elecciones municipales del 28-M y las generales del 23-J".
Así, explican las fuentes consultadas por Vozpópuli, "Mañueco fue, con Ayuso, el primero en hablar con Feijóo la noche del 23 de julio para transmitirle su apoyo". En la junta directiva nacional celebrada dos días después, "también dejó a las claras que el presidente debía seguir cuando alguno pedía autocrítica por los pactos con Vox".
Más allá de esa lealtad al líder nacional del partido, "Feijóo también ha tendido en cuenta los dos éxitos electorales de mayo y julio". Así, en las municipales, además de ser la primera fuerza política, el PP recuperó capitales de provincia claves, como Burgos y Valladolid, dando "un auténtico baño" a los rivales. En las elecciones generales, además, "obtuvimos los mejores resultados del PP en toda España y Vox pasó de 6 a 1 diputados".
Estos resultados, destacan desde el PP regional, "demuestran que aquí se aplican las políticas del Partido Popular y que éstas se reconocen por el electorado". Un aval que Feijóo ha tenido en cuenta: "Estamos reforzados por el presidente nacional, que además tiene interlocución permanente con Mañueco".
... y refuerzo ante un adelanto
Ese refuerzo al PP de Castilla y León se ha producido, de forma paralela, al impulso, por parte de Pedro Sánchez, de un 'nuevo' PSOE regional con la elección de Óscar Puente y Ana Redondo como ministros del recién estrenado Gobierno, en un ascenso que ya se interpreta en clave electoral: "Todos asumen que Moncloa ya busca rival para Mañueco".
Estas decisiones, de hecho, tienen dividido al Grupo Socialista en las Cortes de Castilla y León: "De un grupo con 28 diputados, 14 apoyan a Tudanca y otros 14 apuestan por su relevo procedente del Consejo de Ministros". Una fractura que juega a favor del PP pese al intento del PSOE de "rearmarse" ante un posible adelanto electoral.
Ese escenario, que no descartan cargos del PP regional, no está "contemplado", a día de hoy, por el propio Mañueco. Fuentes próximas al presidente autonómico afirman a Vozpópuli que "no tocan elecciones hasta 2026 y ahora, a diferencia de lo que pasaba con Ciudadanos, no hay riesgo a una moción de censura que nos desaloje del gobierno".
Esa amenaza, recuerdan, justificó el adelanto electoral de 2022, porque, entonces, "tanto ellos como nosotros teníamos el botón nuclear, pero ahora solo lo tenemos nosotros". Por ese motivo, descartan desde el gobierno regional, "no tenemos esa urgencia", aunque "siempre está esa opción si se produce un cambio radical en la política autonómica".
La relación con Vox, en todo caso, está "consolidada" tras año y medio de gobierno en coalición: "Funcionamos como dos gobiernos y la gente distingue nuestras políticas y las suyas. Después de tantos mensajes de alerta, nosotros lideramos y representamos un gobierno útil y eficaz mientras otros están con el megáfono".
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