El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo iba a reunir mañana, lunes, a la Junta Directiva Nacional de su partido, de la que forman parte los barones de la formación, para abordar la estrategia que el candidato a la investidura está siguiendo desde que fue designado por el rey ante la posibilidad real de que sea fallida. Pero finalmente, esta se ha pospuesto por la DANA.
"Para facilitar que nuestros presidentes autonómicos puedan seguir desde sus territorios los efectos de la DANA, y para evitar desplazamientos de riesgo en un momento climatológicamente adverso, el Partido Popular aplaza la Junta Directiva Nacional que tenía previsto celebrar en el día de mañana", señala el escueto comunicado de la formación. La comunicación añade que "Alberto Núñez Feijóo sí presidirá la reunión ordinaria del Comité de dirección".
El objetivo de la reunión era evaluar la estrategia a seguir después de haber hablado la semana pasada con el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, del que recibió un no tajante a su oferta de gobernar solo dos años a partir de seis pactos de Estado con los socialistas, Feijóo continúa su diálogo con los demás partidos, por ahora sin frutos.
Son cuatro los votos que le faltan para lograr salir elegido presidente del Gobierno y todavía no los tiene ni parece probable que lo consiga.
La reunión de la cúpula popular se celebra tras el acuerdo alcanzado el pasado viernes entre PP y Vox en la Región de Murcia. Un "acuerdo de gobernabilidad" que pone fin al bloqueo, facilita la investidura de Fernando López Miras y evita la repetición electoral.
Con este acuerdo, Vox entra en el Gobierno regional y "asume el compromiso" de votar a favor de la investidura de López Miras, proceso que se inicia este lunes con una nueva ronda de consultas previa a la designación del candidato a la Presidencia de la comunidad.
Este sábado, López Miras, y el líder de Vox en Murcia, José Ángel Antelo, ya celebraron su primera reunión de trabajo tras cerrar el acuerdo.
Por otro lado, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha introducido un nuevo factor en el escenario generado tras las elecciones generales del 23 de julio, donde tanto PP como PSOE precisan de los votos del PNV para una investidura exitosa, al plantear una convención constitucional que replantee el modelo territorial bajo la perspectiva de una España "plurinacional".
Es posible que esta cuestión surja también en la Junta de los populares, después de haber escuchado a dirigentes territoriales como el gallego Alfonso Rueda, quien ha considerado "bien encaminada" la propuesta, aunque con riesgo de crear desigualdades, o a la madrileña Isabel Díaz Ayuso, que reprueba el intento de crear una "república federal laica plurinacional".
Feijóo aún no se ha pronunciado al respecto pero, el pasado jueves, sin citar expresamente a Urkullu, sí dijo: "Prestaremos atención a todos los que nos quieran plantear cosas que beneficiando una parte de España al final benefician a la totalidad de España y rechazaremos a quienes nos quieren plantear cosas que perjudiquen la igualdad real y efectiva de los ciudadanos".
Al presidente del PP todavía le quedan 23 días para exponer en el Congreso su programa de Gobierno, un discurso con el que arrancará el 26 de septiembre el debate de investidura, y hasta entonces quiere, además de seguir hablando con otras formaciones, todas salvo Bildu, hacerlo con los presidentes autonómicos.
Ya lo ha hecho con el propio Urkullu, quien le remitió para cualquier negociación a su partido, el PNV, o con el presidente de la Xunta, con quien habló el viernes por teléfono.
Precisamente el viernes, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, reiteró que su partido no dará apoyo "ni efectivo ni tácito" a un "Gobierno involucionista". Y lo hizo en el mitin que su partido da cada año al inicio del curso político.
En estas cuatro semanas, además, comenzará la actividad parlamentaria en el Congreso y el Senado, la cámara territorial en la que el PP tiene mayoría absoluta, presidida ahora por Pedro Rollán, y que el partido que venció en las elecciones generales podrá usar como contrapeso legislativo y de control al Gobierno frente a las mayorías que pueda aunar el PSOE en el Congreso.
La reunión de los dirigentes del PP es la segunda que Génova convoca desde que se celebraron las elecciones; la anterior tuvo lugar al día siguiente de los comicios, el 24 de julio, y en ella los barones arroparon a Feijóo para presentarse a la investidura, aun a riesgo de que sea fallida.
Algo por ahora muy probable y que el propio líder del PP tiene en parte asumido. Por eso, el pasado jueves defendió acudir al debate para exponer su alternativa, frente al "chantaje" al que está dispuesto el PSOE aunque ello le cueste llegar a la Presidencia del Gobierno.
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