Alberto Núñez Feijóo lleva reivindicando desde 2014, cuando la aparición de Podemos y Ciudadanos puso fin al bipartidismo, la necesidad de que PSOE y PP lleguen a un pacto para que gobierne la lista más votada. Esa propuesta, reivindicada en su etapa en Galicia, la trasladó a nivel nacional a Pedro Sánchez nada más llegar a Génova y repitió oferta antes de las andaluzas. Ahora, tras el choque con Vox en Castilla y León y las inminentes elecciones autonómicas y municipales del 28-M, el líder popular aboga por un "acuerdo de Estado" que evite que los dos grandes partidos tengan que mirar a sus extremos para gobernar.
"En Castilla y León había otra alternativa: que se respetara la lista más votada. Esta cuestión debería ser analizada por el PSOE: que ni el PSOE tenga que mirar a su izquierda ni el PP a su derecha para gobernar". Estas palabras, pronunciadas por Borja Sémper el pasado lunes, en plena crisis del gobierno de coalición con Vox en la región, volvieron a recuperar una oferta que Feijóo "mantendrá abierta siempre".
Así lo aseguran a Vozpópuli dirigentes del PP muy próximos al presidente nacional, que hablan ya de una nueva oferta de Feijóo a Sánchez de cara a las elecciones de dentro de cuatro meses: "Nuestra propuesta es que, antes de esos comicios, y de saber los resultados, los dos principales partidos de España lleguen a un acuerdo de Estado para garantizar la gobernabilidad de la lista más votada".
La petición de Feijóo a Casado
Las fuentes consultadas reivindican que el líder del PP no está proponiendo ahora algo que no haya defendido a lo largo de toda su trayectoria política. Así, afirman, "no solo hizo esa oferta para las andaluzas de este año, sino que llegó a pedir, a nivel interno, que el partido facilitara la investidura de Pedro Sánchez tras la repetición de las generales en noviembre de 2019".
Estos cargos explican que en el comité ejecutivo nacional del PP posterior a esos comicios, Alberto Núñez Feijóo reclamó a Pablo Casado que el partido se abstuviera para evitar unas terceras elecciones, actuando de la misma forma que el propio PSOE tras la repetición electoral de 2016. La propuesta, sin embargo, decayó apenas unos minutos después de haberla defendido Feijóo, ya que Sánchez e Iglesias anunciaron el acuerdo de coalición.
El actual líder del PP, en todo caso, siempre aplaudió esa abstención del Partido Socialista en 2016 y, de hecho, en 2019, concedió como presidente de la Xunta la Medalla de Galicia a Javier Fernández por haber facilitado, como presidente de la gestora del PSOE, la investidura de Mariano Rajoy.
Esa posición, afirman desde Génova, se ha mantenido intacta a lo largo de estos años, incluso siendo consciente de que "con ese pacto Juanma no hubiera sido presidente de la Junta en 2018, Ayuso de Madrid en 2019, o Almeida alcalde ese mismo año".
Pese a ello, "se trata de una oferta que, si aceptáramos los dos grandes partidos, lograríamos que la gente volviera a saber quién va a gobernar la misma noche de las elecciones... y probablemente que nuestra masa electoral se viera ampliada".
Elecciones de "foto finish"
En el PP insisten que "la oferta está ya sobre la mesa" y que el objetivo es que "el PSOE se pronuncie antes de las elecciones, sin conocer los resultados". En todo caso, admiten en Génova, "no parece que Sánchez esté con esa predisposición", tal y como se demostró ayer cuando el Partido Socialista primero amagó con ofrecer apoyo a Mañueco si rompía con Vox y después se desdijo.
La dirección nacional de los populares, eso sí, advierte al PSOE que rechazar esa oferta ya "trajo consecuencias" en Andalucía: "Después de que Juan Espadas dijera que no a esa propuesta, el único debate no era quién iba a gobernar, sino cómo iba a gobernar Juanma Moreno".
Vamos a unas elecciones de foto finish en la que la balanza puede inclinarse de un lado o de otro en todas las comunidades autónomas donde ahora gobierna el PSOE
Ese mismo efecto, apuntan las fuentes consultadas, es el que se puede lograr recuperando la oferta y con una previsible nueva negativa del PSOE. Una circunstancia que, teniendo en cuenta lo ajustado de los resultados electorales que se prevé, está siendo tenida en cuenta en Génova.
Así, las fuentes consultadas afirman que "vamos a unas elecciones de foto finish en la que la balanza puede inclinarse de un lado o de otro en todas las comunidades autónomas donde ahora gobierna el PSOE". Por eso, precisamente, el PP está diseñando una campaña y un programa "muy pegado a lo local" para movilizar al electorado que duda de su voto: "Cada papeleta va a contar y por eso vamos a hablar de los problemas de cada ayuntamiento y cada comunidad, más allá del programa marco".
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