Para Alberto Núñez Feijóo el pacto del PSOE con Bildu para dar los abertzales el Ayuntamiento de Pamplona a través de una moción de censura contra la actual alcaldesa de UPN supone "un antes y un después". No solo en la relación del PP con el Partido Socialista, sino también en los acuerdos entre partidos políticos en España. El líder popular cree que no es comparable esa alianza con sus acuerdos de gobierno con Vox y, de hecho, los populares dejarán claras las diferencias entre unos y otros para reivindicar que desde Génova sí se ponen "líneas rojas".
Así lo confirman a Vozpópuli integrantes del comité de dirección del PP, que destacan las diferencias entre Vox y Bildu: "Una cosa es defender una reforma constitucional y otra que España no es una democracia y que ETA tuvo una razón de ser". Más allá de eso, existe la clara vinculación de los abertzales con la banda terrorista: "Arnaldo Otegi se refiere cada semana a los presos de ETA como 'nuestros presos' y dice que tienen que volver a casa".
Desde Génova consideran que "es importante marcar las diferencias existentes" entre ambos partidos, pero también recordar que el PP sí pone límites a Vox frente a un Partido Socialista "entregado a Bildu", como ha demostrado en Pamplona.
"Nosotros sí ponemos líneas rojas"
En ese sentido, los dirigentes nacionales consultados por este diario afirman que "es una pasada que alguien condenado por terrorismo no sea una línea roja" y que el PSOE dé el gobierno municipal a un partido que en mayo llevó a personas con delitos de sangre en sus listas.
A diferencia de los socialistas, destacan desde Génova, "para nosotros sí fue una línea roja una condena por maltrato". Se refieren estos cargos del PP a las negociaciones con Vox para formar un gobierno de coalición en la Comunidad Valenciana, en las que los populares vetaron la entrada en el ejecutivo autonómico de Carlos Flores, candidato de Vox en las elecciones del 28 de mayo, y condenado por violencia machista en 2002.
Nosotros sí ponemos líneas rojas a Vox, mientras que el PSOE pone la alfombra roja a Bildu
La posición del PP fue inamovible y finalmente Santiago Abascal renunció a la entrada de Flores en el gobierno regional. A cambio, eso sí, le situó como candidato al Congreso, pero los populares se impusieron en sus reivindicaciones.
De esta forma, destacan en el PP, "nosotros sí ponemos líneas rojas a Vox, mientras que el PSOE pone la alfombra roja a Bildu".
La relación con Vox
Otro ejemplo de ese freno del PP a Vox se vivió el pasado viernes, cuando el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, pidió a Javier Ortega-Smith que entregara su acta de concejal en el Ayuntamiento después de que se encarara con el edil de Más Madrid, Eduardo Rubiño, y pegara un carpetazo que lanzó por los aires sus bebidas.
La relación de Almeida con el líder local de Vox siempre fue tensa porque el popular tampoco nunca aceptó las exigencias de Ortega-Smith. Ni siquiera en la legislatura pasada, cuando el PP no tenía la mayoría absoluta en el consistorio madrileño.
Nuestra relación con Vox es clara porque sabemos dónde ponemos los límites, a diferencia del PSOE con Bildu
Para la dirección nacional del PP, "nuestra relación con Vox es clara porque sabemos dónde ponemos los límites, a diferencia del PSOE con Bildu". En Génova, además, asumen que serán atacados por los de Santiago Abascal después de la reunión de Alberto Núñez Feijóo con Pedro Sánchez, pero advierten: "Nosotros no nos movemos por intereses partidistas, sino por el bien de nuestro país".
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