Mientras Alberto Núñez Feijóo sigue con su 'tourné' por España contra la amnistía, Pedro Sánchez y sus principales allegados evitan mencionar la palabra. El presidente en funciones, que ha estado en El Cairo para participar en la Cumbre por la Paz palestino-israelí, tenía motivos de peso para no hablar este fin de semana sobre el asunto, pero otros socialistas que sí han tenido actos con las siglas del PSOE han guardado silencio al respecto.
Quien ha estado más cerca de posicionarse sobre la amnistía ha sido Salvador Illa, quien ha comparecido ante los medios de comunicación, señalando que el PSOE trabaja "con discreción, prudencia, sentido de Estado y siempre dentro del marco de la Constitución" para lograr una investidura que en estos momentos depende del 'sí' del independentismo. "Vamos a dar tiempo al tiempo, cuando hayamos llegado a un acuerdo daremos las explicaciones pertinentes", ha sentenciado, dejando claro que el secretismo perdurará unas semanas más.
Mientras tanto, Carles Puigdemont mantiene la presión sobre Ferraz desde Waterloo. El expresident ha marcado una vez más la línea roja de Junts de cara a las negociaciones: "Cataluña es una nación, una vieja nación europea, que ha visto atacada su condición nacional por los regímenes políticos españoles desde 1714, hecho por el que ve en su independencia política la única manera de continuar existiendo como nación".
Un texto que no es nuevo: es el mismo que leyó durante su conferencia en Bruselas el pasado cinco de septiembre. Y esto no es casual: aquella conferencia fue la que el expresident utilizó para comunicar las exigencias que Junts ha impuesto a todo aquel que quiera recibir su apoyo, ya fuese Alberto Núñez Feijóo o Pedro Sánchez. Unos requisitos que además quieren recibir por adelantado.
Que Pedro Sánchez sea capaz de contentar o no a Puigdemont y sus socios tendrá como consecuencia que se produzca la investidura o, por el contrario, que España vaya a una repetición de elecciones. Feijóo apuesta por esta fórmula y así lo ha dicho durante la mañana de este domingo en Toledo. El líder popular propone el 14 de enero como fecha para que los españoles acudan a las urnas y decidir ahí si verdaderamente España quiere "la amnistía y la independencia"
Feijóo, que se encuentra inmerso en una gira de actos contra la amnistía tras el éxito de Madrid y Santiago de Compostela, considera que aunque esta sea "el punto de partida" según los partidos independentistas, en realidad se convertirá en "el punto final" de la etapa de Pedro Sánchez al frente del Gobierno. El presidente del PP ha insistido en señalar que el líder del ejecutivo en funciones quiere crear junto a los partidos independentistas una España desigual, en la que sus ciudadanos "valen menos que otro político, con independencia del poder que tenga".
Por ello, se postula como el candidato de su partido ante una repetición electoral para conseguir "una España en la que la justicia no sea a la carta de quien delinque" y en la que "se resuelvan los problemas de la gente, no los de un conjunto pequeño de políticos". Feijóo ha asegurado que respetará a las minorías, pero que "no se someterá a ellas".
El PP, que se ha posicionado del lado de Israel en el conflicto que asola Oriente Medio, no ve con buenos ojos al actual gobierno, que tiene "ministros equidistantes, ambiguos e incluso condescendientes con los actos terroristas". Una línea en la que se pronunció Pedro Sánchez, que se entrevistó este sábado en El Cairo con Mahmud Abbas, líder palestino, y este domingo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
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