Había mucha expectación por escuchar a Felipe González en Sevilla. El expresidente del Gobierno y líder histórico del PSOE recibía de manos de Juanma Moreno un premio por su relación con Iberoamérica y llegaba a la capital andaluza en plena tormenta política con la Ley de amnistía de Cataluña y la expulsión de Nicolás Redondo Terreros por sus críticas a Sánchez y sus pactos. Hubo que esperar, pero, finalmente, fue claro en su crítica, una más, a la deriva del actual PSOE y de Pedro Sánchez.
Horas antes de su intervención, y pese a que la ministra María Jesús Montero presumiera ante las críticas de Alfonso Guerra -presente también en el acto de anoche- de que "en este PSOE, quien se mueve sí sale en la foto", la Ejecutiva Federal socialista había aprobado el lunes la suspensión de militancia de Nicolás Redondo, histórico representante del socialismo vasco e hijo de Redondo Urbieta, líder de la UGT.
Felipe González dejó en evidencia las formas de Sánchez y de este PSOE al ser abordado por la prensa para que valorara la expulsión. "Nicolás Redondo padre me convocó una huelga general siendo parlamentario. ¿No se acuerdan verdad? Por la reforma de las pensiones. Y nunca, nunca se me ocurrió pensar que eso se penalizaba con la expulsión. Y eso que era una cosa seria, no era una opinión". Así de contundente fue González sobre Sánchez y sus formas de dirigir el partido sin ni siquiera nombrarlo.
El expresidente del Gobierno no había querido entrar al trapo de la actualidad -amnistía y el resto de pactos de Sánchez para intentar investirse- durante la ceremonia de recogida del Premio Iberoamericano 'Torre del Oro', promovido desde 2018 por la Fundación Cajasol y la Cámara de Comercio de Sevilla al "estadista de mayor influencia en los países de habla hispana del continente americano del siglo XX”.
Pero sí dejó una serie de perlas para leer entre líneas sobre su relación con Sánchez y la actual cúpula del PSOE y la condición de "momia" que -junto a Alfonso Guerra y otros líderes históricos críticos- le atribuye buena parte de la dirigencia socialista. Se ha reivindicado como un hombre "libre" porque dice lo que piensa, y alguien "controvertido" porque "quien no es controvertido es que traga con todo".
Ante el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que ha dicho sentirse "cerca" de González; el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el propio Alfonso Guerra o el expresidente del la Junta y del PSOE, Manuel Chaves, y José Rodríguez de la Borbolla; González ha pedido "que nos libren de los no controvertidos, los que son capaces de quedar bien con todos a la vez", porque "algo tienen".
Frente a la expulsión de Redondo, ha reivindicado la libertad: "Soy libre porque digo lo que pienso", y "responsable porque pienso lo que digo, y eso me obliga a callarme mucho más de lo que desearía, porque ahora la gente primero habla y después piensa en lo que ha dicho".
Tras el discurso, Felipe González fue abordado por la prensa. Allí se paró a hablar sobre Nicolás Redondo y, cumpliendo su palabra de "callarme mucho más de lo que desearía" se negó a contestar sobre lo que pensaba de la ley de Amnistía pese a la insistencia de los periodistas. Sí lo hizo Juanma Moreno, que aseguró que “esto no está en el marco constitucional, y eso debe valorarlo el PSOE”. Moreno ha sentenciado que “el marco constitucional hay que respetarlo siempre”.
Guiños del PP a Felipe González
El alcalde de Sevilla Jose Luis Sanz ha asegurado que Felipe González ha sido un referente político para él y para miles de sevillanos, y que a día de hoy es alguien “a quién escuchar en la situación política en la que nos encontramos”.
Por su parte Juanma Moreno ha destacado que es uno de los sevillanos, andaluces y españoles más importantes de la historia española. “Es muy común elogiar al que no está con el mismo entusiasmo con el que los criticábamos cuando estaba”, Moreno ha asegurado que ya no está al frente del Gobierno pero que “sigue siendo vigente como líder, por que Felipe González es un referente para los que entendemos España desde la moderación, la madurez y el sentido de estado. La suya es una voz necesaria”.
Moreno ha contado una anécdota de juventud y es que parece que está más cerca de Felipe Gónzalez de lo que parece, pues al primer mitin que acudió en su vida fue uno de González en la Malagueta. “Luego no acabé en sus filas políticas” ha asegurado entre risas.
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