Este lunes, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución Española y expresidente de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, ha propuesto un sobrenombre histórico para el actual monarca, Felipe VI. En un acto celebrado durante la apertura del Curso Académico de las Reales Academias del Instituto de España, Herrero de Miñón sugirió que al rey se le denomine "Felipe VI el Óptimo", en honor a los antiguos príncipes romanos que recibían dicho título como reconocimiento a su excelencia.
Durante su intervención, Herrero de Miñón destacó la importancia de la monarquía en la historia de España y su papel central en la actualidad. Según sus palabras, la institución monárquica es una "piedra angular" que no solo refleja la tradición, sino que también sostiene el presente constitucional del país. Defendió que la figura del rey no solo tiene una función institucional, sino también una dimensión simbólica, que "integra, representa, influye y, en su caso, decide", según dicta la Constitución española.
El jurista destacó que, aunque el monarca no gobierna, ejerce un rol crucial en la vida política y social, actuando como "árbitro" cuando las instituciones no logran funcionar adecuadamente por sí solas. A su juicio, el rey no solo encarna los valores éticos, estéticos y de orden público esenciales para la comunidad, sino que también puede actuar como una "guía social".
Al reflexionar sobre la historia de la monarquía en España, Herrero de Miñón recordó cómo otros monarcas fueron conocidos con sobrenombres que reflejaban su legado, como Felipe II, apodado "el Prudente"; Felipe IV, "el Grande"; o Felipe V, "el Animoso".
Felipe VI, el Óptimo
El rey Felipe VI, presente en el evento y encargado de presidir la apertura del curso, recibió la sugerencia con humildad y humor. "No tengo ni voz ni voto en la propuesta", comentó, mostrando respeto hacia la reflexión de Herrero de Miñón. El monarca aprovechó su intervención para agradecer la labor de las academias y el valor de su sabiduría y conocimiento, calificándolas como una fuente de inspiración para el ejercicio de sus funciones.
Asimismo, destacó la importancia de la dedicación de estas instituciones a los estudios sobre la Corona.
En el acto también estuvo presente la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, quien elogió la reciente visita del rey a Barcelona, justo un día después de la celebración del Día de la Fiesta Nacional. Morant subrayó que gestos como ese son "un símbolo de normalidad y convivencia", reforzando el papel unificador de la monarquía en tiempos de desafíos políticos y sociales.
El evento tuvo lugar en el marco del Instituto de España, una organización que agrupa a las Reales Academias de ámbito nacional, instituciones que se remontan al siglo XVIII y que han sido pilares del saber y el conocimiento en el país. Estas academias, señaló Herrero de Miñón, continúan desempeñando un papel fundamental en el estudio de la monarquía y en la preservación de los valores que esta representa.
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