Fue hasta hace poco uno de los pocos defensores que había dentro del PSOE de una gran coalición a la alemana entre los dos grandes partidos, pero ahora se apea de esta propuesta. El razonamiento que esta mañana ha hecho para ello Felipe González es muy sencillo: si hubiera un pacto de gobierno entre el PP y el PSOE, los socialistas cederían toda la alternativa de oposición a Podemos. Y en el caso de que fuera el PP el menos votado y abriera paso a un entendimiento con el PSOE, sería Mariano Rajoy quien estaría cediendo la alternativa a Ciudadanos. Conclusión del expresidente: "Hoy la gran coalición es imposible". González ha aclarado que las dificultades para alcanzarla no vendrían tanto de la falta de tradición, pues tampoco la tenía Alemania hasta la llegada de Willy Brandt, sino de la cesión de espacios políticos por parte del partido que quedara dentro de esta coalición en una situación de mayor debilidad.
González afirma que de Podemos y Ciudadanos salen muchas "tonterías" y les anima a perder "la virginidad"
González ha recordado que entre los dos grandes partidos no llegan ni al 50% de los votos (último sondeo del CIS) y que la táctica de "mantener prietas las filas" para preservar el bipartidismo sería una gran equivocación y produciría el efecto contrario.
En su análisis de la situación política, el expresidente del Gobierno no ha disimulado su desprecio por las propuestas programáticas que están saliendo de Podemos y de Ciudadanos. "Estamos oyendo muchas tonterías porque son formaciones que no se han estrenado y tienen margen para todo. Pero un programa de gobierno no puede salir de todas las indignaciones ciudadanas porque entonces habrá 275 prioridades, cuando solo puede haber unas pocas". Felipe González ha ridiculizado también la estrategia que ambas formaciones están siguiendo en Andalucía para obstaculizar la investidura de Susana Díaz. "Dicen que quieren hechos, que es lo contrario en un debate de investidura porque los hechos vienen después. Lo que tienen que hacer es perder la virginidad y decidir".
"Como en Italia, pero sin italianos"
A juicio de González, el mapa político va a cambiar en España de forma radical después de las próximas elecciones autonómicas y municipales, pues habrá que acostumbrarse a tener en danza cuatro partidos. "Vamos a tener un marco político como el italiano, pero sin italianos", ha ironizado. En su opinión, dentro de esta pulsión de cambio hay actitudes liquidacionistas, como la de Podemos, y otras inmovilistas como las del PP. El PSOE, ha aconsejado a Pedro Sánchez, debe estar en una posición reformista, entre otras razones porque la crisis institucional "está todavía presente". El expresidente ha recomendado a su partido que no pierda el tiempo escogiendo a Pablo Iglesias como enemigo. De hecho, opina que el gran error del PP en los últimos años ha consistido en ceder el espacio de centro pensando que el PSOE iba a radicalizarse para competir con Podemos.
El expresidente emplaza a Susana Díaz a respetar a Pedro Sánchez como secretario general
En clave interna de partido, González ha emplazado a la presidenta andaluza, Susana Díaz, a respetar la cultura del PSOE asumiendo a un secretario general como Pedro Sánchez que ha sido elegido por la mayoría de la militancia. También ha defendido a los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Ni ellos, ha dicho, ni la exministra Magdalena Alvarez, "se han enriquecido", a pesar de que sufren la censura de quienes "meten en el mismo saco" a quienes "se han equivocado" y a quienes se han lucrado con ello. Álvarez ha estado sentada durante el desayuno organizado por Nueva Economía Forum junto a Juan Luis Cebrián y los exministros José Barrionuevo y Carlos Solchaga. Felipe González ha sido presentado por Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha lanzado a Pedro Sánchez varios avisos en su breve intervención: "Sin proyecto no se gana nunca" y "hay que explicar lo que hicimos los socialistas en el pasado".
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