El saqueador confeso del Palau de la Música Fèlix Millet se ha negado este lunes a responder al fiscal y a las demás partes y sólo ha admitido preguntas de su abogado, alegando que la operación de fémur a la que se acaba de someter le ha dejado "un poco tocado": "No soy yo, voy muy medicado", informa Efe.
En la sección quinta de la Audiencia de Barcelona se ha reanudado este lunes el juicio por el caso del Hotel del Palau, aplazado desde el pasado 25 de febrero por la fractura de fémur que Millet sufrió precisamente el día en que debía declarar, de la que ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente.
Cuando se iba a iniciar el interrogatorio, Millet, que ha acudido al juicio en silla de ruedas, ha aducido que está bajo los efectos de los calmantes y que, por ese motivo, se siente "muy tocado", por lo que ha afirmado no estar en condiciones de contestar ni al fiscal ni al resto de acusaciones y defensas, con la excepción de la suya.
"No soy yo", ha recalcado Fèlix Millet al tribunal, tras remitirse a las declaraciones que prestó en instrucción, en las que, asegura, dijo "absolutamente todo lo que sabía y toda la verdad" durante unos "exhaustivos interrogatorios" donde respondió a todas las partes. Tras escuchar durante cerca de una hora el largo listado de preguntas que el fiscal tenía previsto plantearle, Millet se ha limitado a contestar apenas media docena de cuestiones a su propio abogado, al que ha dicho que su papel en el caso del hotel se limitó a lo que haría "el presidente de cualquier institución, hablar con todos para que no hubiera problemas".
Millet ha negado el cobro de comisiones por adjudicar la obra del hotel
"Y luego, crear un equipo -con Montull y el arquitecto imputado en la causa Carles Díaz- para dirimir esos temas, dialogando", ha añadido el expresidente del Palau de la Música. Fèlix Millet ha negado que ni él ni otra persona vinculada al Palau cobrara dinero a cambio de adjudicar la construcción del hotel a un promotor hotelero, y ha explicado que decidió impulsar el proyecto después de que la UNESCO le avisara de que los alrededores del edificio modernista estaban muy degradados, con lo que peligraba su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad.
Debate por su negativa a responder
La negativa de Millet a contestar a todas las partes no ha estado exenta de debate, en primer lugar cuando la sala ha rechazado su pretensión de que se aceptara como declaración su ratificación de las explicaciones que dio en fase de instrucción.
La presidenta del tribunal, Magdalena Jiménez, ha recordado entonces al saqueador confeso que ayer mismo fue a visitarlo una médico forense que acreditó que estaba en condiciones de ser interrogado, por lo que solo tenía dos opciones: contestar las preguntas de las partes -o algunas de ellas- o negarse a hacerlo, con las consecuencias jurídicas que ello acarrea. Esa situación ha suscitado las quejas de su abogado, Abraham Castro, que ha reprochado a la sala y a la Fiscalía que estuvieran insistiendo para forzar a Millet a declarar.
Millet, bajo los efectos de los calmantes, ha afirmado no estar en condiciones de contestar
La lectura de las preguntas que fiscal y acusaciones tenían previsto formular, aprobada por el tribunal, también ha motivado protestas de algunas defensas, entre ellas la del exteniente de alcalde de Barcelona Ramon García Bragado -que ha advertido de que ello constituye motivo de nulidad- y la del arquitecto Carles Díaz.
La defensa de Millet, además, ha intentado sin éxito que la sala aceptara reproducir las declaraciones en vídeo que su cliente prestó en instrucción y, ante la negativa del tribunal a hacerlo, ha hecho constar una protesta que podría dar argumentos a un eventual recurso contra la sentencia.
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