La Presidencia Española de la Unión Europea no solo está sirviendo para debatir temas de interés para los separatistas catalanes (como la inclusión del catalán entre las lenguas de uso de la UE), también está agilizando el flujo de dinero desde Moncloa a múltiples menesteres. Algunos, razonables, otros, más cuestionables. Una de las aventuras en las que se ha embarcado el Ejecutivo es la producción de 10 podcast sobre vida saludable que tendrán un coste de 17.000 euros. A 1.700 euros el coste de cada podcast.
Estos programas radiofónicos han sido contratados por la vía del contrato menor con la empresa Solo Contemporary. El Gobierno ha evitado hacer públicos los pliegos que justifiquen el gasto, pero los enmarca en el programa cultural de la Presidencia española de la UE. Al menos, así reza el título del contrato: "Servicio Artístico para la Creación y Realización de 10 Episodios de Podcast sobre Cultura y Vida Saludable como parte del Programa Cultural de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea".
En Moncloa son particularmente adeptos a este formato periodístico, y no es la primera vez que recurren a él para publicitar iniciativas gubernamentales. Hace dos años, el Gobierno destinó 60.500 euros para producir 16 podcast que sirvieran para promocionar la Estrategia España 2050, aquel famoso proyecto liderado por Iván Redondo a través de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia.
Al final resultaron ser 20 podcast que versan sobre temas como; ¿somos esclavos del ahora; ¿vivirán los jóvenes de hoy peor que sus padres; ¿comeremos carne en 2050?; ¿habrá coches en 2050?; ¿quién cuidará de mí cuando sea mayor?. Cada podcast de 20 minutos tenía un coste medio de 3.781 euros.
En este caso, Moncloa sí que presentó unos pliegos de contratación donde trató de justificar el desembolso: "Uno de los principales objetivos de España 2050 es la puesta en marcha de un diálogo nacional sobre los retos estructurales a los que se enfrenta el país y cómo abordarlos. Por eso, el componente comunicativo y divulgativo tiene una relevancia especial en este proyecto".
Gasto en 'Estrellas Michelín' y "cenas informales"
La Presidencia española del Consejo de la Unión Europea también ha supuesto una lluvia de billetes para financiar banquetes y cenas. En el Ministerio de Presidencia no han dado abasto adjudicando contratos a restaurantes y empresas de catering. Hay que agasajar a 'los 27' con lo mejor de nuestra gastronomía y no se está reparando en gastos. La cuenta del Gobierno en comidas y cenas para agasajar a los 27 supera los 650.000 euros.
Un caso paradigmático de este tipo de eventos ha sido la cena celebrada a principios de septiembre por los ministros de Agricultura europeos. El mandatario español, Luis Planas, llevó a sus homólogos a cenar al restaurante Choco, que cuenta con una estrella Michelín. La 'cuenta' de aquella noche salió a 21.960 euros, tal y como figura en los pliegos de contratación consultados por este diario, lo que entre los 27 sale alrededor de 700 euros por persona. Los asistentes comieron una mazamorra de pistacho con atún, chivo de la sierra de Córdoba (preparado con yogur) y un postre de turrolate, acompañado de chocolate amargo, para reivindicar la zona de Priego y Rute.
Este es solo un ejemplo de una larga lista de comidas. Entre ellas, por destacar algunas, se encuentra el catering para la reunión sobre Energía y Medio Ambiente (40.500 euros), el catering que se ofreció en la Fábrica de Armas de Toledo para la reunión sobre Defensa (108.000 euros) o la comida en el Cuartel de Artillería de Murcia para albergar conversaciones sobre Asuntos Generales y de Cohesión (47.900 euros).
El Gobierno de Sánchez había fijado en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 un crédito inicial récord (en comparación con el gasto de otros gobiernos nacionales para el mismo desempeño) de 145 millones de euros y ya en junio, es decir, un mes antes del inicio oficial de la Presidencia europea, se modificó al alza hasta casi 160 millones.
Birmania
Estos saqueadores son la mayor justificación a la evasión fiscal. Ya estamos hartos de trabajar para que estos mamarrachos se lo lleven crudo.