España

El fiscal Stampa, sobre su causa: "Álvaro García y Dolores Delgado incurrieron en una desviación de poder constante"

El exfiscal del caso Villarejo disecciona su libro 'Complot' en entrevista a Vozpópuli y apunta a una "conspiración" desde la cúpula de la Fiscalía General que le impidió obtener plaza en Anticorrupción y continuar en el caso Villarejo

Cuenta Ignacio Stampa en su libro (El Complot, 2024) que para que el mal triunfe solo se necesita que los buenos no hagan nada. Lo dice el fiscal que arrancó el caso Villarejo sin llegarse ni a imaginar que se convertiría en la gran causa de corrupción de la democracia. Tras siete años propios de una película policiaca, se abre a contar su historia sobre cómo pasó de liderar la investigación a ser protagonista de un complot que terminó con su salida de Anticorrupción.

Lo que parecía ser un simple caso de corrupción acabó salpicando a partidos políticos, el Ibex y hasta La Corona. Toda una radiografía de escándalos de la democracia con el foco en unos audios que se convirtieron en la principal amenaza para muchos de sus protagonistas. Paradójicamente, los que acabaron en el disparadero fueron los investigadores. Y ellos lo sabían.

La conjura dio paso a una tormenta perfecta que se llevó por delante a Stampa. Primero se le abrió una investigación penal y luego se quedó fuera del caso Villarejo. La secuencia no fue casual. Desde la Fiscalía General se dilató durante meses el cierre de su causa, lo que coincidió con el Consejo Fiscal donde se jugó y perdió su plaza en Anticorrupción.

En el libro relata el descenso a los infiernos que vivió los meses siguientes y la soledad que sintió. Pero tras la caída vino la remontada. Stampa ha abierto seis frentes en los tribunales, de los que ha ganado dos. Su objetivo es conseguir el material de su causa tras años pidiéndolo sin éxito. Ello le ha llevado a escribir este libro. Quiere que se sepa la verdad. Y tiene mucho que decir.

Pregunta: ¿Por qué este libro y por qué ahora?

Respuesta: Este libro es la historia real de algo que se publicó durante los años 2020 y 2021 de forma muy desenfocada e incluso falseada. Y que me tocó mucho desde el punto de vista personal. Aparte de contar la verdad, dejo de contribuir a que los que no quieren que se sepa. Quedaron muy tranquilos con todas aquellas mentiras y con mi discreción porque durante esos años mi silencio me perjudicó.

¿Y por qué ahora? Muchas de las cosas que ocurren no se pueden entender sin que yo explique cosas mías personales. Yo no podía publicar esto sin que un tribunal de Justicia primero dijera lo que tuviera que decir. Y lo que ha dicho sustenta tanto lo que yo cuento que da igual que la sentencia no sea firme.

Yo le muestro al lector que puede fiarse de lo que estoy contando. La otra razón es que esto no le puede volver a pasar a nadie más. Y la normativa se ha cambiado para que le pueda pasar a cualquier otra persona de forma lícita. Digamos que la anterior fiscal general del Estado (Dolores Delgado) y el actual (Álvaro García Ortiz) se han 'autoamnistiado' o 'autoindultado' modificando la normativa interna del Ministerio Fiscal para tramitar diligencias de investigación penal.

P: ¿En qué momento su compañero Miguel Serrano y usted se dan cuenta de que están ante un monstruo de caso?

R: Yo me doy cuenta desde el día que me dicen que me lo van a asignar. Pensé que este tema no lo podía llevar solo. En Anticorrupción casi todos los temas se llevan por parejas e incluso por más fiscales. Voy buscando compañero y Miguel no es el primero al que pregunto, pero él automáticamente está dispuesto. Le digo a Manuel Moix (entonces fiscal jefe de Anticorrupción) que era conveniente que una persona más experta lo llevara también. Lo entendió perfectamente y fue cuando designó a Miguel. 

Que iba a ser un caso grande lo vimos cuando abrimos la caja fuerte de su casa. Lo podíamos intuir pero nos dimos cuenta de las dimensiones que podía tener durante el registro (del domicilio).

P: La Corona, los principales partidos políticos, la trama Kitchen, las grandes empresas del Ibex… ¿No se esperaban ustedes una trampa en algún momento ante la dimensión de la investigación?

R: Desde antes de empezar. Nosotros vivíamos en una paranoia constante que también nos perjudicó. El no fiarnos de nadie e incluso evitar tanto a los medios de comunicación nos perjudicó porque hubo medios que lo entendieron y hubo otros que no y nos lo hicieron pagar de alguna forma después. Nos tuvimos que proteger mucho. Nos llegaba mucha información, gente que nos contaba, gente que nos intentaba engañar y gente que nos ponía muchísimas trampas.

Estoy intentando que se reconozca que Álvaro García y Dolores Delgado incurrieron en una desviación de poder constante en la investigación que me hicieron a mí. Para poder probar eso necesito toda la documentación. Llevo tres años pidiéndola y sistemáticamente me la deniegan

P: ¿Usted temió por su integridad?

R: Nos llegamos a preocupar. Máxime cuando las autoridades se preocupan y nos ponen protección. Es muy incómodo (vivir con eso) sobre todo porque mis hijos eran muy pequeños. En el libro cuento algunas anécdotas con mis hijos y los escoltas. Me lo tomo con humor, pero no hay derecho a que me condicionen la vida cuando estoy dándolo todo.

P: Los periodistas de tribunales siempre hemos dicho que el verdadero Tándem de las diligencias lo integran Miguel (Serrano) y usted. ¿Qué ha significado trabajar con él?

R: Una enseñanza cada día. Hasta hoy, incluso.

P: Durante la instrucción aparecen los audios de la comida de Dolores Delgado y Baltasar Garzón con Villarejo en el Rianxo. Pese a no estar en el procedimiento ¿Había algún indicio en la cúpula de la Fiscalía para pensar que ustedes estaban filtrando esa información?

R: A nosotros se nos traslada que Delgado piensa que estamos detrás de una filtración sobre la pieza de Guatemala. Nosotros le pudimos demostrar que no y que teníamos muy claro quién había sido, pero no se nos quiso escuchar o no convenía escucharnos.

Durante esa semana, ella, que es ministra de Justicia, va negando de formas diferentes su relación personal o profesional con Villarejo y Baltasar Garzón también. Y una de las muchas 'casualidades' que yo cuento en el libro es que a los días se publicó una comida celebrada nueve años antes con él (Villarejo). Nosotros lo entendimos como un mensaje de: 'A mi no me neguéis'.

El fiscal Ignacio Stampa durante su entrevista a VozpópuliVanesa Nérida

P: A mediados de 2020 se publican unos mensajes sobre un chat interno de Podemos y se les acusa de filtrar información…

R: Ese proceso es muchísimo más largo. Toda la conspiración se gesta muy despacio. Nosotros estábamos relativamente tranquilos, pero nos van llegando cosas hasta el punto de que nos aumentan la protección.

En enero de 2020 un periodista vino a cotejar una información personal. Nos contó que circulaba una supuesta relación íntima (de una abogada de Podemos) conmigo, aunque en los documentos no estaba. Pero ese es el mensaje que se va a publicar. El señor (Manuel) Calvente fue difundiendo información. Estaba muy molesto con su partido y con una compañera (Marta Flor) porque le habían expulsado y porque le denunció por acoso sexual. Lo que nunca entendí fue por qué me metió a mí en el problema.

Para que alguien se pudiera creer que divulgamos información secreta a Podemos se incluyó un elemento sórdido, debilidad propia de la factoría Villarejo. Lo que me parece increíble es que se creyera. Todavía no me entra en la cabeza.

Se van filtrando una serie de chats en los que no intervenimos y en el que se habla de cosas en las que el señor Calvente tampoco está presente. En el mes de junio se produce el ataque de dos medios digitales. Uno va a lo personal y otro a lo profesional. El primero solo se basa en mí. El segundo dice que Serrano y yo difundimos material secreto a Podemos.

Para que alguien se lo pudiera creer había que meter un elemento sórdido, una debilidad que es propia de la factoría Villarejo, algo escabroso o sexual. Porque sino, no hay quien se lo crea. Lo que me parece increíble es que de un mensaje en el que ella dice 'Me ha preguntado por la edad de mis hijos' se vendiera que existió una relación íntima y que la gente se lo creyera. Todavía no me entra en la cabeza.

P: Tras ello llegó el registro de la celda de Villarejo el 23 de octubre de 2020. Ahí el comisario le insinuó que estaba a punto de caer...

R: Me dijo literalmente: ¿Todavía no te han echado? Qué acojon… debéis tener a mi amiga Lola. Esa es la frase literal que recordaré toda mi vida.

P: ¿Y usted cómo interpretó eso?

R: Pensé: 'Qué asustada la debes tener tú'. Y además, deduje que ya sabía que me echaban el día 27. A Villarejo hemos aprendido a interpretarle Miguel y yo después de tantos interrogatorios y de registrarle la celda una vez y dos veces su casa.

P: Para entonces ya había una investigación en la Fiscalía Superior de la Comunidad de Madrid que se pretendía cerrar desde octubre y no se archiva hasta febrero de 2021…

R: Esa misma mañana (el día del registro) se estaba intentando cerrar por segunda vez. Pero yo no lo sabía. Entiendo que era para que yo llegara limpio al Consejo Fiscal del día 27.

P: ¿Cuándo se enteró de ello?

R: El 19 de noviembre. Cuando me echan y cuando tengo la suficiente claridad mental de saber qué están haciendo conmigo. Cuando vi los papeles me pregunté ¿Pero esto qué es? Esto no lo dirigís vosotros (la Fiscalía de Madrid) esto lo dirige el único superior que tenéis, que es el fiscal general del Estado. Y no puede dirigir esto.

En mi investigación hubo órdenes verbales de Delgado transmitidas a través de Álvaro García. Fueron obedecidas por los fiscales de Madrid porque sabían que venían de la fiscal general del Estado

P: ¿Las recomendaciones que se giraron al fiscal al frente del caso dilataron el archivo y provocaron esa prórroga hasta febrero?

R: No fueron recomendaciones, fueron órdenes verbales de la fiscal general transmitidas a través de sugerencias del fiscal jefe de la Secretaría Técnica, que es el actual fiscal general del Estado. Esas sugerencias son obedecidas por los fiscales de Madrid porque saben que son órdenes. Hasta el punto de que le dan cuenta de que lo quieren cerrar, pero le pidieron permiso para ello.

Volvieron a intentar archivar después del 23 de octubre, día del registro. Pero (Delgado y Ortiz) alargaron la investigación para justificar que hicieron bien. Una de las maldades es que hay varias notas de prensa de la Fiscalía General del Estado para azuzar más a los que iban contra mí.

El 27 de octubre comunicaron que había uno de los ocho fiscales en comisión de servicio que no había obtenido ningún voto en el Consejo Fiscal de aquel día. La nota de prensa va absolutamente dirigida a humillarme a mí (hubo otros candidatos con ningún voto pero no se les mencionó). Mientras, la investigación la alargaron hasta febrero de 2021, porque se dieron cuenta de que ya no se puede estirar más el chicle y porque sale el concurso para optar a la Fiscalía Europea. Justo cuando transcurre el plazo para pedir plaza archivaron mi causa.

P: ¿Qué se ordenó desde la Fiscalía General para alargar cuatro meses una investigación cuyo instructor pedía archivar?

R: Para justificarlo Álvaro García sugirió realizar múltiples diligencias, empezar de nuevo todo. Ahí fue cuando Carlos Ruiz de Alegría (el fiscal instructor del caso) dijo que se plantaba, porque todo estaba muy claro. ¿Qué hizo Álvaro García? Alegar que los chats de Podemos no estaban incorporados en la investigación. Pero estaban en las diligencias unidos desde agosto, porque solo había noticias sobre ellos. Ellos daban por supuesto que había unos chats en los que se revelaba información pero no había ninguna prueba de que pudieran existir. Esa es otra de las principales trampas de fondo de la estrategia de Delgado y García Ortiz.

P: En este tiempo usted ha recurrido a la Justicia y ha abierto seis procedimientos. Dos los ha ganado y sigue luchando por conseguir la información de las diligencias que se abrieron contra usted. ¿Por qué no se la dan?

R: En mi profesión oculta pruebas el que oculta algo malo. Yo estoy intentando que se reconozca que incurrieron en una desviación de poder constante Álvaro García y Dolores Delgado en esa investigación que me hicieron a mí y que tuvo consecuencias en el concurso. Para poder probar eso necesito toda la documentación. Llevo tres años pidiéndola y sistemáticamente me la deniegan, por eso hay tantos procedimientos judiciales.

Lo último que he pedido es el acta del Consejo Fiscal de aquel 27 de octubre para que me expliquen las razonas por las cuáles (el fiscal) Luis Navajas no estuvo presente. Supe que los vocales de la Asociación de Fiscales (AF) dieron sus explicaciones y luego supe por una demanda que interpusieron que se les engañó y que emitieron sus opiniones engañados.

Luis Navajas, que en aquel momento se había retractado de los ataques que había hecho y había anunciado privadamente que me iba a votar, no estuvo. Quiero saber el motivo, porque Dolores Delgado ha defendido que a un candidato que no tiene votos no le puede proponer. Tiene toda la pinta de que se provocó que yo obtuviera cero votos.

Dolores Delgado estaba concernida (para votar en el Consejo Fiscal en el que perdió la plaza) porque es amiga de los principales imputados, sale en el procedimiento, y hay audios de su pareja también

P: ¿Qué le parece que la entonces fiscal general no se abstuviera de la deliberación cuando el despacho de su pareja, Baltasar Garzón, lleva la defensa de los principales imputados de Tándem?

R: No hace falta que lleguemos allí. Ella sale en los audios y sale en documentos del procedimiento. Está concernida. Otra cosa es que aquello fueran señuelos o engaños de quien hubiera utilizado su nombre. De hecho, yo he defendido esa tesis.

Dolores Delgado está concernida primero, porque es amiga de dos de los principales investigados, José Manuel Villarejo y Enrique García Castaño, segundo porque sale en documentos del procedimiento, tercero porque luego se descubre que su pareja también está concernido porque hay audios de él y se sospecha que ha podido intervenir y por último, porque es abogado de algunos de los investigados. Ese es el remate.

P: Llegados a este punto ¿Volvería a hacer todo lo que hizo o se arrepiente de algo?

R: Primero me encantaría que me dijeran qué hice mal para que me pasara lo que me pasó de esa forma. Que atacaran a mi familia no puedo entenderlo y mucho menos que la fiscal general del Estado azuzara ese ataque. No me entra en la cabeza.

Villarejo dice muchas verdades. Si es público que se ha obtenido material encriptado, de él depende que pueda salir cualquier cosa

P: Villarejo declaró en septiembre de 2022 que había salido solo un 10% de todo su material. ¿Qué más queda por ver?

R: Lo que dice es una evidencia, porque Villarejo dice muchas verdades. De todo el material que intervenimos no sé cuánto se ha difundido. Si es público que se ha obtenido material encriptado o que no está, es una obviedad que de él depende, como mínimo de él, que pueda salir cualquier cosa. También dijo una vez a las puertas de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares que entendía que yo estuviera enfadado porque faltaban muchas cosas por salir.

Pensé: 'O me está amenazando a mi, que no tiene nada con qué amenazarme, o está amenazando a las personas de las que yo me quejaba en aquel momento'. Es decir: Dolores Delgado y Baltasar Garzón, de los que está acreditado que los tiene grabados como mínimo desde el 2009 hasta 2017. 

P: ¿Cuándo acabará esto?

R: Cuando lo decidan ellos.

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