La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha archivado las diligencias que abrió contra Arnaldo Otegi para investigar su presunta implicación en crímenes de ETA. El Ministerio Público ha decidido no interponer querella contra el líder de EH Bildu y dar carpetazo a la denuncia al considerar que los hechos están prescritos o son cosa juzgada.
El Ministerio Público responde de esta forma a la denuncia interpuesta el pasado mes de octubre por Dignidad y Justicia a raíz de unas informaciones publicadas por el diario El Mundo que implicaban a Otegi en una decena de secuestros de la banda terrorista. Tras ello, la asociación que dirige Daniel Portero solicitó a la Fiscalía que investigara su presunta implicación en estos actos de naturaleza terrorista cometidos entre los años 1978 y 1983.
En concreto se pidió que se indagase si, como confesaron antiguos miembros de ETA ante la Policía, Otegi tuvo algo que ver en nueve secuestros y también en la orden de asesinar al político de la UCD Juan de Dios Noval. Del mismo modo le implicaron en diversos atracos y en un asalto a mano armada cometidos todos ellos entre los años arriba denunciados.
Nueve secuestros y un asesinato de ETA
La Fiscalía analiza uno a uno los secuestros atribuidos al líder de Bildu y concluye que todos están prescritos (el plazo de vigencia es de 20 años), siendo además que tres de ellos ya fueron enjuiciados, por lo que deben considerarse cosa juzgada. El decreto de archivo recuerda que la imprescriptibilidad de los delitos de terrorismo en los casos de asesinato entró en vigor tras la reforma de 2010, si bien no se puede aplicar con carácter retroactivo.
Al respecto argumentan que ni siquiera cabría efectuar una aplicación retroactiva de la reforma del Código Penal de 2010, pese a que la Audiencia Nacional sí lo hace en los casos de extradición, supuestos que no tienen nada que ver con este asunto.
Del mismo modo el decreto recoge los nueve secuestros y el asesinato de ETA en los que presuntamente se habría visto implicado Arnaldo Otegi. En concreto, se le acusó dar las indicaciones para la comisión de secuestros de la banda terrorista. El citado diario publicó la orden manuscrita que evidenciaría su implicación en los hechos.
El primer secuestro que Policía y Guardia Civil atribuyen a Otegi es el del directivo de la empresa Iberduero, Antonio Zaldumbide, el 22 de febrero de 1978. Se le implica en el asalto de su domicilio para conseguir a punta de pistola que le diera la llave de la central de Iberduero en Éibar, donde querían colocar un explosivo.
Etarras confesos señalaron a Otegi
El segundo secuestro fue el del director de la empresa Teyca, Pedro Luis Iturregui, que habría cometido en colaboración con un comando legal de Vizcaya. En este caso se expuso que la implicación de Arnaldo Otegi fue corroborada en sus declaraciones policiales (se desconoce si también judiciales) por hasta seis miembros de ETA.
La tercera de las actuaciones de ETA investigadas por la Fiscalía fue el intento de secuestro el 10 de junio de 1978 del director gerente de la empresa Alconza. Pretendían reducirle y llevarle a un zulo que denominaban 'la cárcel del pueblo', pero la escolta que llevaba este empresario, que el mes anterior ya había sido ametrallado por otro comando militar de ETA, impidió la acción.
En cuarto lugar se aludió al secuestro del presidente del Consejo de Administración de Galletas Artiach, Javier Artiach, y su hijo, el 25 de agosto de 1978. La información destacó que fue el propio Otegi el que negoció el rescate de 9,5 millones de pesetas. El quinto secuestro se cometió el 19 de febrero de 1979 en Francia y fue el del empresario Luis Abaitua Palacio, mientras que la sexta acción fue el intento fallido contra el político Gabriel Cisneros en el verano de 1979.
Los tres últimos secuestros que se le atribuyen a Otegi son los del diputado de UCD y posterior miembro del PP Javier Rupérez; el cometido en 1982 contra el armador retirado José Casals Vidal en San Sebastián y el último fue el de un industrial desconocido. En este caso el etarra José Luis Artola Amenza confesó que la propuesta vino directamente de Otegi.
En último lugar la Fiscalía ha estudiado la presunta implicación de Otegi en la orden de asesinato de Juan de Dios Noval de Mateo, profesor de universidad y miembro del comité ejecutivo del partido político UCD. El 31 de octubre de 1980 Guipúzcoa, tras salir de su casa, fue disparado por dos terroristas.
El autor material confeso de los disparos fue José María Salegui, quien en su declaración policial manifestó que su responsable directo en el atentado fue Arnaldo Otegi. Sin embargo, en 1982 Salegui fue absuelto al no ratificar judicialmente su declaración y no haber sido reconocido por la testigo de estos hechos.
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