La Fiscalía se opone a imputar al hijo de Brahim Ghali en la causa abierta en Zaragoza por su entrada en España en abril del año pasado. Pese a que las acusaciones ven indicios de que Luali Brahim cometió delito al entregar en el hospital un pasaporte falso de su padre, el Ministerio Público sostiene que se le debe llamar a declarar como testigo. Además, también cuestiona que el documento que presentó a nombre de Mohamed Benbatouche sea ficticio y sostiene que no se puede llegar a una conclusión hasta que lo verifique Argelia, país con quien España mantiene una crisis diplomática por el gas.
El Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza que investiga si hubo delito en la gestión de la entrada de Ghali en España, se prepara ahora para escuchar por primera vez al hijo del activista saharaui. Luali Brahim se ha convertido en pieza clave del procedimiento ya que era uno de los dos acompañantes que viajaron con el líder del Polisario, que ingresó en un hospital de Logroño gravemente enfermo de covid.
Aunque hasta el momento el magistrado se ha centrado en esclarecer los detalles de su llegada y los motivos por los que no se le identificó ni a su llegada ni a su salida en junio, ahora el foco está en la figura de su hijo. El motivo reside en la declaración prestada en sede judicial por una empleada del servicio de admisiones del hospital de Logroño. La testigo explicó que fue ella la que registró el alta de Ghali en el centro, si bien dijo que lo hizo a nombre de Mohamed Benbatouche porque ese fue el pasaporte que se le entregó.
El misterioso acompañante
El hecho de que Ghali se apoyó en una identidad falsa se conoció prácticamente desde el arranque de la causa. La propia Policía Judicial informó a la Audiencia Nacional de que el acompañante del líder del Frente Polisario le registró con este nombre falso; un extremo que confirmó la auxiliar administrativa que estaba de guardia cuando Ghali llegó al hospital. La testigo explicó que no se hizo escaneado alguno del documento entregado, sino solo una fotocopia en blanco y negro del pasaporte.
Del mismo modo explicó que la persona que registró a Ghali no quiso dejar ningún teléfono de contacto ni tampoco domicilio. En un documento que lleva por título 'Atención de Pacientes no Financiados en el Sistema Nacional de Salud', esta empleada dejó escrita la siguiente nota: ""Paciente que llega en ambulancia medicalizada e ingresa en UCI. Acompañante que no dispone de teléfono ni domicilio".
Preguntada por todo ello en sede judicial, explicó que la persona que le dio el pasaporte debía tener entre 30 y 35 años y presentaba rasgos árabes. Aunque precisó que la mascarilla dificultaba su identificación, no descartó que esta persona en cuestión fuera el hijo de Brahim Ghali; el único que viajó con él procedente de Argelia junto con un tercero, identificado como su médico personal.
Identificación "irregular" de Ghali
Por ese motivo, la acusación popular que ejerce el denunciante Antonio Urdiales solicitó que el próximo paso fuera citar a declarar a Luali Brahim Sid el Mustafá. El magistrado Rafae Lasala también ve pertinente la diligencia aunque no se ponen de acuerdo en la condición del declarante. Así, mientras las acusaciones insisten en que aportó un documento ficticio a nombre de una persona que no existe y que eso es motivo de sobra para imputarle en la causa, el juez reitera que se le debe citar únicamente como testigo.
De hecho, así lo ha vuelto a recordar en un auto del 10 de mayo, al que ha tenido acceso Vozpópuli. En el mismo desestima el recurso de las acusaciones populares explicando que la declaración de la auxiliar del hospital de Logroño "no da una certeza absoluta" de que fuera Luali Ghali la persona que aportara el documento de identidad ficticio. "No es descartable la posibilidad, pues dijo que se le parecía, pero también señaló la testigo que la mascarilla sanitaria tapaba buena parte de su rostro", reza el auto.
Se está de acuerdo con lo expuesto por el Ministerio Fiscal, aunque se discrepe de que no consta que el documento sea falso hasta que las autoridades argelinas lo verifiquen
Por ese motivo, Lasala considera que lo prudente es escuchar a Luali Ghali como testigo. Además avanza los temas sobre los que puede arrojar algo de luz; estos son los relativos a los acompañantes que viajaban con él desde Argelia, la causa del viaje o las condiciones establecidas. Se refiere el juez a las órdenes que habría dado Exteriores de que no se identificase ni a Ghali ni a ninguno de sus acompañantes a su llegada a Argelia, así como el hecho de que le transportase una ambulancia medicada al hospital.
Crisis con Argelia
Por contra sostiene que no se le podría preguntar sobre la identificación "irregular" de Ghali "porque entonces sí que se comprometería su situación procesal". De este modo, explica el juez, se está de acuerdo parcialmente con el criterio de la Fiscalía; esto es, se respalda su citación como testigo pero se rechaza de plano que se cuestione la falsedad del pasaporte. Mientras el Ministerio Público dice que hay que esperar a que se pronuncie Argelia, el juez considera acreditado que este documento que aportó el acompañante del activista saharaui era ficticio.
En respuesta, la acusación que ejerce Antonio Urdiales ha pedido al magistrado que se les dé traslado a las partes del escrito de la Fiscalía y también de la Abogacía General del Estado, la cual representa a la exministra de Exteriores Arancha González Laya. Del mismo modo pide también que se les informe del resultado de la búsqueda policial del domicilio de Luali Ghali.
La Jefatura Superior de la Policía de Aragón respondió que tenía domicilio en Vitoria, lo que provocó que el juez ordenase a Ertzaintza que identificara su lugar de residencia. A falta de concretar si comparecerá como testigo o como investigado, todo apunta que su testimonio es relevante no solo para el avance de la causa sino también porque se producirá en plena crisis diplomática de España con Argelia con el suministro gas como telón de fondo.
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