La Fiscalía ha pedido al Tribunal Supremo que no abra causa contra el máximo responsable de la institución, Álvaro García Ortiz, por un presunto delito de revelación de secretos. La 'número dos' del ente, María Ángeles Sanchez-Conde se opone de esta forma a que el alto tribunal investigue a su jefe por la nota de prensa que contenía datos privados sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
La Sala de lo Penal estaba a la espera de que la Fiscalía entregara su informe antes de decidir si admite o no la exposición razonada que elevó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra García Ortiz. Como era de esperar, la Fiscalía se ha opuesto a que se abra causa contra él, aunque su criterio no es vinculante y, por tanto, puede no ser tenido en cuenta en el alto tribunal.
La Fiscalía se opone a que se abran estas diligencias en el alto tribunal al considerar que no cometió delito alguno con su actuación. El Ministerio Público siempre ha mantenido que la nota informativa que se difundió para desmentir una supuesta propuesta de pacto a la pareja de Ayuso no reveló secretos del mismo.
En su escrito, de 45 páginas, Sánchez-Conde pide que se inadmita la exposición razonada y que se desestime las denuncias y querellas interpuestas por Fundación Foro Libertad y Alternativa y por Manos Limpias. La teniente fiscal hace un relato pormenorizado de los hechos que tuvieron lugar las horas antes de que se diera a conocer la nota informativa y, determina, que el contenido de dicha nota se difundió antes en prensa.
Causa contra García Ortiz
"Ningún extremo de los contenidos en la nota informativa de la Fiscalía era desconocido cuando se hizo pública, es decir, todos los datos que se dicen revelados por esa nota informativa eran, en realidad, datos de público conocimiento (...). Una vez reveladas y difundidas aquellas informaciones por distintos medios de comunicación de ámbito estatal, la nota informativa no resultaba idónea para generar daño alguno a la causa pública ni perjuicio al interesado", afirma la Fiscalía.
El propio García Ortiz asumió la responsabilidad de este comunicado que se envió a prensa, asegurando que él dio las órdenes de su difusión. El mismo contenía información confidencial sobre los mensajes que se cruzaron el abogado de Alberto González Amador y el fiscal que le investigaba por dos delitos contra la Hacienda Pública.
Con esos extractos la Fiscalía demostró que la conformidad la propuso la pareja de Ayuso al fiscal, y no al revés, pero si difusión propició que el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) llevara el asunto ante la Justicia por presunta vulneración de derechos. Tras ellos, actuó González Amador. El empresario interpuso querella contra el fiscal de su caso y también contra la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez.
El Tribunal Superior de Justicia abrió causa al apreciar indicios de delito y citó a los querellados y a testigos. Especialmente relevante fue la declaración de Almudena Lastra, fiscal superior de Madrid, quien confirmó que recibió órdenes directas de García Ortiz para publicar la nota de prensa desde la Fiscalía Provincial.
La Fiscalía cierra filas con su máximo responsable
Del mismo modo, la instrucción de la causa desveló que, tras conocerse la información que apuntaba a una oferta de pacto de la Fiscalía, García Ortiz dio orden de aglutinar todos los correos intercambiados entre el fiscal del caso y el abogado de González Amador. Ello propició que el fiscal Julián Salto, tuviera que recopilar todas las comunicaciones y enviarlas esa misma noche.
El fiscal general guardó silencio durante varias semanas en relación a este episodio pero finalmente se arrogó la responsabilidad. Cuando el instructor de la causa solicitó a la Fiscalía que identificase al "máximo responsable" del asunto, el fiscal general se dirigió directamente al TSJ para explicar que fue él.
Según dijo, la actuación de la Fiscalía de ningún modo pudo ser delictiva porque informó de unas comunicaciones que horas antes habían circulado ya por prensa. Sin embargo, la pareja de Ayuso sostiene que circularon en prensa porque las filtró la propia institución, de ahí que insistan en que hay indicios para investigar una revelación de secretos.
